Desde que el 7 de mayo pasado, el director de la Policía, Mauricio Arriaza Chicas, confirmara los primeros diez policías positivos del COVID -19, la curva de contagios ha ido creciendo de manera acelerada hasta alcanzar 545 infectados en menos de un mes en la corporación policial. Nueve de esos policías contagiados murieron en el mismo período.
El caso más reciente fue ayer cuando fuentes policiales confirmaron la muerte de A. V. H. quien había estado ingresado en el Hospital Amatepec, en Soyapango. Él cabo perteneció a la UMO y ahora estaba destacado en San Martín.
Según los reportes, la mayoría de víctimas en la PNC padecía de otras enfermedades crónicas y el coronavirus se las complicó.
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La Policía es la institución con el mayor número de contagiados en el país habiendo pasado en 26 días de 10 casos a 545, a un ritmo de 20 contagios por día (ver gráficos).
Esa situación debe de poner en máxima alerta a las autoridades policiales y de Salud Pública para detener el avance del virus CODIV-19 en el cuerpo policial, recomiendan un internista y un epidemiólogo.
Jorge Panameño, especialista en epidemiología, advierte que las autoridades de Salud tienen que intervenir de inmediato en la corporación policial para cortar el contagio masivo. De no darle prioridad a la grave situación de contagio se pone en riesgo a todo el cuerpo policial.
“Aquí tendrían que haber equipos especiales de epidemiología del Ministerio de Salud Pública, como siempre lo hemos dicho en el Colegio Médico, estudiando el fenómeno y viendo qué medidas de intervención se toman para parar esta situación, controlar lo que hay”, dijo Panameño.
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“Hay que tomar medidas que ni modo hay que mandar gente a su casa para que se recupere, pero debe de ser rápido eso antes de que nos quedemos sin policías”, advirtió el médico.
Señala que el contagio masivo de policías es un problema que lo tiene que enfrentar Salud Pública a través de una intervención epidemiológica y acciones de salud pública.
Para ello, dice, se requiere de un protocolo especial que permita a las autoridades sanitarias actuar con las acciones adecuadas para contrarrestar la enfermedad porque “si el fenómeno continúa avanzando, sin que se le pare, eventualmente toda la fuerza policial se va a infectar”.
Las delegaciones de Policía con el mayor número de contagios son: San Salvador (35 %), Soyapango (20 %), Chalatenango (15 %) y San Miguel (10 %), según el Movimiento de Trabajadores de la Policía (MTP).
“Es una situación que preocupa mucho porque hay unidades grandes y unidades élite que tienen bastantes contagios como la unidad Jaguares que reporta 150 positivos; la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) con dos pelotones en cuarentena”, dijo Marvín Reyes, secretario general del MTP.
Agregó que “hay delegaciones grandes como San Miguel, San Salvador Centro, Soyapango, que tienen muchos contagios junto con Chalatenango, que en el casco urbano hay una cantidad importante de policías que han dado positivo”.
Intervenir delegaciones policiales con más contagios
José Gonzalo Batres es médico internista radicado en Alemania. Él considera que “las delegaciones (policiales) con alto número de afectados deben ser especialmente observadas e investigadas en cuanto a nexos epidemiológicos” por las autoridades sanitarias para evitar que los contagios sigan aumentando.
Citó como ejemplo el caso de Alemania, en el que todo el personal que tenga contacto con algún compañero que resulta positivo a COVID -19 , es enviado a cuarentena domiciliar estricta hasta que se descarte que no tengan el virus.
Lo vivió en carne propia. “Una residente a mi cargo dio positivo, tuve que guardar cuarentena en casa y permanecer asintomático por lo menos 72 horas, luego me hicieron la prueba de PCR, resultando negativo antes de volver a trabajar”, explicó el doctor Batres.
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A juicio de Batres, el comportamiento de la enfermedad en la corporación policial difiere con el de la población en general y sobretodo con el personal de salud, que tiene aún mayor riesgo que los agentes de seguridad pública.
“Basados en la literatura mundial que reporta un promedio de letalidad entre el 1-2 %, la tasa de letalidad en la Policía Nacional Civil (1.1%) es un dato muy plausible”, señala Batres. Agrega que “da la impresión que el cribado (realizar exámen médico) para COVID-19 lo han hecho con especial intensidad dentro de la fuerza policial, ya que sus números corresponden con la realidad epidemiológica mundial”.
Destaca que los cuerpos de seguridad pública forman parte de los grupos con alta exposición al contagio. De ahí que “el personal que esté especialmente expuesto al contagio comunitario debe estar con el equipo de protección personal de bioseguridad adecuado.
En ese sentido, Batres considera que el protocolo de cribado debe ser distinto al de la población en general. “Sería importante saber cuál es el protocolo que tienen las autoridades del Minsal para hacer cribado en los trabajadores públicos con riesgo al contagio (PNC, médicos, enfermeras, etc.)”.
Hacinamiento y pobre equipo
Policías han denunciado en sus cuentas de redes sociales las condiciones de hacinamiento en las delegaciones, puestos y unidades policiales a raíz de que se ha suspendido los días libres y esas infraestructuras no cumplen con las medidas de seguridad mínimas para que ellos puedan descansar.
Reyes señala que el hacinamiento en las sedes policiales ha sido el principal factor de contagio entre los agentes porque no reunen las condiciones mínimas de salubridad. “Eso aunado a prácticas que no debían de haberse hecho como formaciones generales para dar instrucciones, reuniones de jefes, reuniones de grupos que siempre las continuaron haciendo como tiempo normal”
El doctor Panameño señala que el virus del COVID-19 es altamente contagioso y se va a desarrollar en ambientes que le son favorables. “Esto tiene que ver con hacinamiento, aglomeración de personas. Hay personas conviviendo en recintos, en espacios con distancias bien cortas entre ellos. El caso de oficinas o alojamientos donde hay muchas personas y a un metro cuadrado se va a encontrar un camarote”.
La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) advierte que estas cifras de contagios son un llamado de atención hacia las condiciones en las cuales los policías ejercen sus funciones, especialmente si se toma en cuenta la exposición a la que se encuentran por el hacinamiento en el que normalmente conviven en sus unidades o puestos, así como la extensión en sus horarios laborales en el marco de la pandemia
A lo anterior se le suma los casos de las personas que portan el virus, pero que son asintomáticas. “No menos del 50 por ciento de los pacientes positivos del COVID 19 son asintomáticos, estas personas llevan el virus y lo van a llevar a determinada áreas”, advirtió el doctor Panameño.
Para detectar a estos pacientes asintomáticos es necesario que Salud Pública y la PNC hagan pruebas periódicas del COVID-19 al personal policial, ya sean aleatorias o no.
Para ello se requiere de un protocolo que “permita hacerle pruebas, tal vez no a la totalidad de personas, pero sí a un universo de personas que permita detectar tempranamente a los asintomáticos o a aquellos que están infectados en período de incubación y poder aislarlos apropiadamente (para evitar más contagios)”, señala.
Pero el problema aquí radica en que los policías se han quejado de que las autoridades de Salud Pública han dicho que las pruebas del COVID-19 se limitarán a las personas que presenten síntomas similares. Eso les preocupa porque hay policías que han tenido contacto con otros compañeros que posteriormente resultan positivos. Otros que han llevado de urgencia a compañeros con malestares similares a la enfermedad y también resultan positivos.
Panameño cuestiona la medida de limitar la aplicación de la prueba del COVID-19 porque no es prudente desde el punto de vista epidemiológico, porque eso “no va permitir magnificar el fenómeno y luego tomar las medidas apropiadas, entonces estoy asumiendo y dejando de que todo el cuerpo policial entero se infecte”.
Si no se maneja adecuadamente el problema puede ser más grave porque “hay personas en la Policía que tienen factores de riesgo, que pueden desarrollar otras enfermedades graves y que pueden fallecer como ya vimos, hay varios miembros fallecidos. No creo que sea el abordaje apropiado para manejar esto”, concluye Panameño.
El médico epidemiólogo sostiene que si desde el principio las autoridades sanitarias hubieran tomado la palabra al Colegio Médico de intervenir en las comunidades “probablemente muchos de ellos podrían haber sido detectados en sus comunidades, desde ahí se hubieran tomado las medidas y no se ha hecho”.
La falta del equipo de bioseguridad es otro de los factores de contagio para los policías.
Reyes aseguró que desde el inicio de la emergencia, a los policías no les entregaron los insumos de protección como mascarillas, alcohol gel, guantes. “Esta situación provocó que los policías comenzaran a comprar sus propios insumos, pero ya había pasado buen tiempo en los que anduvieron sin ninguna protección”, dijo Reyes.
El riesgo al que fueron expuestos los policías al ser enviados a las aglomeraciones de personas, como la vez que miles de personas acudieron a los CENADE a reclamar el bono de $300, también pudo ser foco de contagio. Los controles vehiculares a los que son desplegados gran cantidad de policías sin que se tomen las medidas de prevención como el distanciamiento social también ha contribuido al contagio masivo, apuntó Reyes.
Fusades también ha expuesto la importacia de dotarles del equipo de protección apropiado, adecuar sus condiciones de trabajo, incluyendo jornadas de descanso, a fin de mantener en alto la moral del personal y evitar más contagios masivos.