Se mantiene en 2021 inicio de operaciones de planta de gas natural en Acajutla

A pesar de los inconvenientes presentados por la pandemia del COVID-19, los avances de la obra apuntan a que la planta comenzará a operar a finales del próximo año y generará el 30% de la demanda de energía.

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El proyecto tendrá una central eléctrica de ciclo combinado de 378 megavatios (MW) que serán producidos a través de 19 motores. Foto EDH / Cortesía

Por Magdalena Reyes

2020-08-24 8:20:09

El proyecto de construcción de la planta de gas natural que ejecuta Energía del Pacífico (EDP) en Acajutla mantiene 2021 como el año para su finalización a pesar de los inconvenientes que este año ha representado la pandemia del COVID-19.

“En general, el plan de compras y de suministros de materiales del proyecto marcha con un buen avance. De hecho, ya recibimos en el sitio los primeros envíos de equipos mecánicos para la planta de generación de energía eléctrica, tubería de gas natural y línea de transmisión”, detalló Alberto Osorio, Director del Proyecto de Energía del Pacífico.

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La continuidad de la obra se ha hecho tomando en cuenta medidas de precaución adicionales, el resguardo de la salud de los trabajadores y las comunidades donde operan.

Además, las condiciones de la cuarentena han impactado varias actividades, pero según Osorio, no han sido de relevancia en el contexto general del proyecto.

Osorio reiteró que la planta de gas natural que EDP construye en el occidente del país es un proyecto transformador que aportará energía limpia y proveerá un futuro mejor para la economía salvadoreña y también para Centroamérica.

El proyecto representa más de $1,000 millones, lo cual constituye la mayor inversión privada hasta el momento en El Salvador.

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Representa, además, generación limpia y confiable que generará el 30% de la demanda energética del país, reemplazando su dependencia del HFO (heavy fuel oil o búnker).

“Cuando el proyecto esté en operación, se crearán 80 trabajos de tiempo completo para operar y mantener la planta generadora, el FSRU y otras infraestructuras asociadas al proyecto”, detalló Osorio.

El proyecto incluye la construcción de una la línea de transmisión desde Acajutla hasta Ahuachapán.

Este punto del proyecto avanza simultáneamente en todos sus frentes de trabajo durante la construcción, dijo Osorio.

“Esto quiere decir que las obras y preparativos para la tubería que será instalada en el mar, la cual conectará el FSRU con la central generadora, así como los trabajos de la línea de transmisión y ampliación de subestaciones ya están en marcha también”, señaló.

Aunque no detalló el porcentaje de avance general de la obra afirmó que siguen avanzando en paralelo y las obras de construcción están progresando a pesar de las dificultades inesperadas por la pandemia.

El megaproyecto incluye cuatro componentes principales: una unidad de almacenamiento y regasificación flotante de gas natural licuado; una central eléctrica de ciclo combinado de 378 megavatios (MW) que serán producidos a través de 19 motores reciprocantes fabricados y suministrados por Wärtsilä más una turbina de vapor; una tubería submarina de gas natural que conectará la estación flotante a la central eléctrica; y la infraestructura de transmisión que principalmente consiste en una línea de transmisión de 230 kilovoltios (kV) y, aproximadamente, 44 kilómetros de longitud que conectará la subestación de EDP en Acajutla con la subestación de Etesal en Ahuachapán, más las correspondientes obras en las subestaciones eléctricas asociadas.

La planta de gas se ha convertido en la inversión extranjera directa más grande en la historia de El Salvador y representa para el país una palanca que impulsará el crecimiento económico y promoverá nuevas oportunidades de empleo.

El proyecto inició desde 2013 en el país cuando EDP ganó una licitación para la generación de 355 MW de potencia, a través de una planta de energía.

Para iniciar las operaciones se tuvo que realizar una concesión para la explotación de espacio de dominio público marítimo terrestre, que conlleva el proyecto, esta fue aprobda por la Asamblea Legislativa en agosto de 2019 y se inició el proyecto de construcción.

Equilibrio entre avance y protocolos de bioseguridad

Según comentó Osorio, mantener el avance de la construcción ha significado implementar estrictos protocolos de seguridad para salvaguardar la salud y el bienestar de los empleados y contratistas, tanto en los sitios donde se ejecutan las obras de construcción como en las oficinas.

Estos protocolos incluyen la prevención tanto dentro como fuera del lugar de trabajo, el tránsito a los lugares de trabajo, el distanciamiento y la higiene durante el turno de trabajo en los distintos sitios, así como el regreso seguro de los trabajadores a sus hogares.

“Hemos trabajado estrechamente con todos los empleados y empleadas, así como con contratistas y proveedores, para asegurarnos que cualquier persona que presente síntomas o que crea que ha estado expuesta a COVID-19 se abstenga de ingresar a los sitios de construcción u oficinas. Esto incluye el requerimiento de realizar cuestionarios de salud y la revisión periódica de la temperatura, entre otros.

El proyecto también preventivamente se ha prohibido el acceso de visitantes, afirmó el ejecutivo.

Los protocolos y procedimientos se han hecho con base en los protocolos de los Ministerios de Salud y Trabajo y Previsión Social, el Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud.

Los mismos incluyen las mejores prácticas para el distanciamiento social, transporte del personal a los sitios de trabajo, con horarios para escalonados evitar aglomeraciones en los picos de trabajo, uso y manejo de equipos de protección personal, refuerzo de rutinas y hábitos de higiene personal, entre otros.

“Hemos aumentado y mejorado el nivel de comunicaciones, capacitaciones, señalización y supervisión de los requisitos de higiene y seguridad personal para lograr las mejores prácticas de prevención”, apuntó el ejecutivo.

Proyectos de Responsabilidad Social Empresarial

Además, como parte de su programa de Responsabilidad Social Empresaria, EDP contribuye con más de $500,000 cada año para proyectos sociales en Acajutla y zonas aledañas, mencionó Osorio.

Según el ejecutivo buscan que sean proyectos que impacten en la comunidad local y el medio ambiente.