Estados Unidos tuvo en sus manos a cabecilla salvadoreño que hoy busca

A mediados de 2017, autoridades policiales de Estados Unidos capturaron a César Humberto López Larios, alias Oso o Greñas de Stoner. Lo entregó a El Salvador pero en octubre de 2020, el sistema judicial lo puso en libertad.

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En 2017, Estados Unidos deportó a César Humberto López Larios, cabecilla de la MS-13 por quien hoy ofrece recompensa por información que ayude a capturarlo. Foto EDH / Cortesía

Por El Diario de Hoy

2021-01-19 4:30:48

Uno de los tres cabecillas salvadoreños de la Mara Salvatrucha (MS-13) por el cual ofrece recompensa de $10,000, fue deportado de Estados Unidos y entregado a autoridades policiales salvadoreñas por estar reclamado por graves delitos.

César Humberto López Larios, alías el Oso o Greñas de Stoner, es fundador de la clica Stoner Locos Salvatruchas, de Santa Ana.

Luego de cometer varios homicidios y extorsiones, y sentirse investigado por autoridades salvadoreñas, huyó a Estados Unidos, radicándose en North Hollywood, en el estado de California.

A mediados de 2017, fue capturado en ese lugar. Luego fue entregado a autoridades salvadoreñas.

En agosto de 2019 recibió una condena de 193 años de prisión tras finalizar el caso que judicialmente fue conocido como Operación Tecana, que incluyó decenas de capturas y decomisos de bienes propiedad de la clica Stoner.

Durante la investigación, según la Fiscalía, se comprobó que desde Estados Unidos, el Greñas dirigía las operaciones de su clica en El Salvador y vivía tranquilamente pues desde El Salvador le enviaban entre $3,000 y $5,000 dólares mensuales para su manutención.

Así mismo, según la investigación de la Fiscalía, El Greñas pagó $25,000 para que asesinaran a un testigo cuyo testimonio fue muy valioso en la investigación.

En marzo de 2019, Estados Unidos también deportó a la mujer del Greñas.

¿Por qué salió libre?

Sin embargo, de poco valió los casi 200 años de condena de prisión pues 14 meses después de que la sentencia fuera dictada, el cabecilla recuperó su libertad debido a que habían transcurrido más de tres años sin que su sentencia estuviera firme, pues la misma fue apelada ante un tribunal superior, el cual no resolvió en el tiempo que determina la ley.

De acuerdo con opiniones de jueces consultados, por la misma razón que López Larios fue puesto en libertad, de esa misma manera hay muchos criminales que a pesar de haber sido condenados, hoy andan libres pues la ley manda que no pueden pasar más de dos años en prisión preventiva.

“Muchos convictos hacen uso del recurso de apelación de una sentencia y a veces los tribunales superiores no resuelven pronto y no queda otra opción que ponerlos en libertad cuando ya han pasado el límite de la prisión preventiva”, explicó un juez.

“No es culpa de los jueces sino de la sobrecarga de trabajo y de la misma ley que en casos de crimen organizado, la prisión preventiva debería ser de cuatro años”, opinó otro juez.