Rosa Orellana llegó ayer muy temprano en la mañana al Callejón Estévez, de Chalchuapa, con la esperanza de que entre los cadáveres que en la casa 11 se han encontrado, esté el de su hijo y así terminar la dolorosa búsqueda que inició hace ya trece meses.
Misael Orantes Orellana, tenía 19 años cuando desapareció en Ahuachapán, cabecera del mismo departamento.
Rosa dijo ayer que su hijo desapareció el 19 de abril de 2020, cuando salió de su vivienda para realizar unas compras pero ya no regresó. Lo buscó en los centros de contención, por si había sido aprehendido por salir de su vivienda durante la cuarentena sanitaria, luego lo buscó en hospitales y en bartolinas pero hasta ayer, justo 13 meses después de haber desaparecido, no ha encontrado ningún rastro de él.
Ayer, Rosa fue atendida por fiscales e investigadores que se encuentran realizando las investigaciones sobre los múltiples cadáveres encontrados en la casa de Hugo Ernesto Osorio Chávez.
Con una foto entre sus manos, la madre de Misael dijo que ha llegado al lugar porque encontró un audio de su hijo de una conversación en la que manifestaba que necesitaba obtener su DUI para poder viajar a Nicaragua, donde le había salido una oportunidad de trabajo, y que fue de la Fiscalía de Ahuachapán donde le recomendaron ir a Chalchuapa, donde se han encontrado múltiples cadáveres.
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