Plaga de ratas: otro problema en medio de la pandemia

Han aparecido en mayor número en varios hogares y negocios en las últimas semanas.

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Por Carlos López Vides / Raúl Recinos

2020-07-16 9:40:10

El confinamiento voluntario en casa, así como el menor número de personas en las calles, parques, restaurantes y negocios, ha traído un efecto secundario en varias ciudades de Estados Unidos y Europa: más ratas y otras plagas.

En El Salvador, este fenómeno está comenzando a ser sensible entre la población, e incluso ha traído luto a Darwin Ramírez, futbolista de la Selección de Fútbol Playa, cuyo padre, José Daniel Díaz, fue mordido por una rata y falleció este jueves 16 de julio.

Díaz decidió que no le amputaran su pie derecho tras ser mordido por el roedor. El padre de Darwin libró una batalla de 15 días, muchos de ellos en el hospital de Sonsonate, contra la infección que le obligaba a perder su pie, según narró el futbolista a la periodista Astrid Mejía.

El progenitor de Ramírez padecía de diabetes, lo cual le complicó la infección. Los médicos le dijeron que tenían que amputar el pie, ya que la infección se propagó rápidamente y no podía sanar. El jugador y su padre residen en la Barra de Santiago, mismo lugar donde recibió la mordida del roedor.

Este fenómeno de plagas, que ahora golpea a Darwin y su familia, está pasando en distintas latitudes.

En mayo pasado, los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) alertaron que los roedores, en busca de comida, están comenzando a portarse de forma “poco común o agresiva”.

Al haber menos basura como producto de los restaurantes y escuelas cerradas, y como “los roedores dependen de la comida y de las sobras de esos establecimientos”, han salido en busca de nuevas fuentes de alimento, por lo que están más activos.

La alerta viene también desde Inglaterra, donde la Asociación Nacional de Técnicos de Plagas señaló en abril que “el cierre de escuelas, bares, restaurantes, hoteles, atracciones turísticas y otros lugares públicos para hacer cumplir el distanciamiento social tendrá consecuencias no deseadas”, pues ahora estas plagas se trasladarán a otros lugares, guiadas por el hambre.

Para sondear cuánto está impactando la plaga de ratas en nuestro país, El Diario de Hoy consultó a tres empresas de control de plagas de la zona metropolitana.

Wilfredo Funes, dueño de Professional Pest, confirmó que ha habido un incremento en su trabajo, porque “si antes los clientes llamaban cada dos días, ahora son tres a cuatro clientes al día por este problema”, y describió que esto ocurre porque “en los lugares que han estado cerrados por meses, como comedores y restaurantes, las plagas han hecho fiesta, ya sea de cucarachas y de roedores”, así como zancudos.

Estos establecimientos requieren de control de fumigación mensual, comentó Funes, pero el confinamiento y paro de actividad llevó a que los roedores y otras plagas hallaran el escenario perfecto.

El combate de esta plaga no es tarea sencilla. Funes narró que “un servicio de prevención en un mercado, con químicos, se puede hacer en dos horas; pero un problema ya grave puede tardar de cinco a seis horas, porque hay que ir moviendo y revisando puesto por puesto, cuesta salir de ahí con todo fumigado”.

La empresa Kencco tuvo una experiencia distinta, pues según su dueño, Miguel Ángel Hidalgo, en mayo sí tuvieron un repunte porque hubo negocios que reabrieron en ese mes, pero en junio y julio el pedido de control de plagas se regularizó.

Y en el caso de la compañía Truly Nollen, respondieron que ellos han seguido brindando el servicio con normalidad, incluso los controles mensuales, por lo que no registran un alza en la contratación.

En las casas

Varios ciudadanos han ocupado las redes sociales para expresar su preocupación, porque han notado que han aparecido roedores en sus hogares.

Baltazar Mejía comentó que “con la pandemia, se ha descuidado la limpieza de quebradas y alcantarillas, en mi caso pasa cerca una quebrada (Buenos Aires, Santa Tecla). Producto de eso hemos notado más ratas buscando comida al interior de la casa muy seguido”.

La solución para Henry Cruz fue “que adopté dos gatitas bebés, y pensé que se iban a tardar unos meses en cazar… pero no, al día siguiente las vi comiendo una rata casi de su tamaño”.

Evelyn Barraza, habitante de Santa Tecla, comentó que “nosotros, junto a mi perro, nos hemos dado a la tarea de cazar ratones. Nos han invadido”.

Los mercados

En San Salvador, según información de la Alcaldía capitalina, no se reporta un alza de plaga de roedores en sus diversas instalaciones.

El Mercado Central está trabajando de forma normal, pero en horarios escalonados por edificios, para disminuir el contacto entre vendedores, administración y consumidores. El resto de mercados, los llamados periféricos como el San Antonio, Monserrat, Modelo, San Jacinto, Ex Cuartel, Tineeti, Sagrado Corazón y San Miguelito, funcionan desde las 5 de la mañana y las 12 del mediodía. Y en el caso de La Tiendona, pensado más para el mayoreo y recepción de producto en camiones, opera de las 2 de la mañana a las 4 p.m.

Samuel Barahona, jefe del edificio 8 del Mercado Central y quien está muy de cerca con el trabajo diario en estos comercios, explicó que “los días que no viene toda la gente a los edificios, tratamos de desinfectar y poner rodenticida, así como para otras alimañas que vienen. No lo hemos descuidado”.

Influye además, explicó Barahona, que los vendedores están llevando menos producto para sus comercios, ante la incertidumbre de que en algún momento se pueda cerrar el mercado por la pandemia.

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“La demanda de producto ha bajado un tanto, y eso hace que el producto sea escaso y sea más cuidado por parte de los vendedores”, dijo Barahona, por lo que procuran protegerlo y mantenerlo limpio y sin plagas cerca.

El problema de estas plagas, entonces, debe poner en alerta a la población salvadoreña. Es otra preocupación latente, en medio de una situación pandémica que aún no ve una luz al final del túnel.