LA UNIÓN. Ante la falta de la canasta de alimentos que el gobierno le da a los pescadores artesanales para paliar los efectos de la veda de camarón marino, los productores de La Unión han comenzado a sembrar un total de 15,000 semillas de casco de burro en el vivero de la asociación cooperativa y servicios múltiples El Conchillal, en el cantón Huisquil, jurisdicción de Conchagua.
El vivero es un área cuadrada dentro de la bahía hecho con varas de palo, cerrado en los alrededores con mallas resistentes al agua y al sol; ahí depositan las semillas que estarán siendo monitoreadas por los técnicos y los pescadores.
Es un proyecto piloto de la cooperativa con el apoyo de técnicos del Centro de Desarrollo de la Pesca y Acuicultura (Cendepesca), institución que donó las semillas y la asistencia técnica.
Los pescadores buscan así promover una oportunidad de subsistencia alternativa para ellos y sus familiares, que regularmente son afectados por la veda de camarón y por las condiciones climáticas que ocasionan la reducción de la pesca.
El casco de burro es una de las conchas de mayor comercialización en los mercados locales y en el interior del país. El producto es extraído en marea seca por los pescadores, es apetecido para preparar un sabroso cóctel, relleno, o arroz con cascos de burro.
Mártir Pérez, presidente de la cooperativa, dijo que a los técnicos del Cendepesca les surgió la iniciativa de que podían apostarle a trabajar en un corral de siembra de la semilla, y les capacitaron para darle el tratamiento y el monitoreo.
Las semillas permanecieron tres meses en un pequeño corral siempre en el mar, y luego fueron extraídas y sembradas en el vivero.
Según Pérez, la primer producción estará lista en seis meses. “El casco (de burro) sobrevive a las condiciones del clima caliente que tenemos en la zona y esperamos que todo sea un éxito”, agregó.
Armando Rosales, otro miembro de la cooperativa, manifestó que solamente están esperando tener la producción del casco que les ayudará a dinamizar la economía local como una alternativa en tiempos de mala pesca.
“Hubo una época en que solo caminábamos a orillas del mar y encontrábamos las grandes cantidades de casco pero todo eso se está terminando”, dijo Mártir Pérez, líder de cooperativa.
Los pescadores se en afectados ante el período de veda de camarón porque la malla de pesca prohibida para esa actividad viene pegada a la que normalmente utilizan para extraer otras especies marinas.
Las doce unidades de casco grande burro cuesta 3 dólares en la zona del cantón Huisquil.