Pescadores artesanales sin ayuda estatal ante la veda de camarón

La prohibición inició el 1 de mayo y finaliza el 15 de junio; pero esta vez, el gobierno no dio víveres a las familias que se sostienen del pescado y camarón.

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Por Roberto Alas

2019-05-11 9:30:12

Más de 1,500 pescadores artesanales, individuales y pertenecientes a cooperativas de San Luis La Herradura, se encuentran temporalmente sin trabajo debido a la veda de camarón marino que impuso el Centro de Desarrollo de la Pesca y la Acuicultura (Cendepesca), dependencia del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), vigente entre el 1 de mayo y el 15 de junio de este año.

A los pescadores no solo les preocupa la veda, sino que este año no recibirán el paquete alimenticio que les daba Cendepesca mientras duraba la prohibición temporal.

Son 45 días en que los pescadores artesanales, a nivel nacional, estarán varados sin poder sacar camarón ni pescado y sin vender y tener dinero para comprar su alimentación. Muchos de ellos también se atrasarán en el pago de pequeños créditos.

“Nosotros queremos que Cendepesca nos ayude con el paquete de víveres, así como año con año lo han hecho apoyando al sector pesquero; pero ahora nos han abandonado”, expresó Carlos Castillo, representante de la cooperativa San Antonio Los Blancos, en la Costa del Sol.

FRASE

“Con la veda no podemos trabajar. ¿Cómo vamos hacer para alimentar a nuestros hijos? Yo vendo camarón y pescado en mi casa y no me queda mucha ganancia. Hoy trabajo de ayudante para hacer ramadas los fines de semana”.

Silvia Inglés, Pescadora

Después de tomar la decisión de no entregar los víveres este año y escuchar las quejas de los pescadores artesanales, el director de Cendepesca, Gustavo Portillo, dijo que ellos están acostumbrados a que les den subsidio.

“Es duro decirlo, porque son nuestros compatriotas, pero la gente está acostumbrada al asistencialismo”, expresó Portillo.

Por el momento, los pescadores no tienen ningún ingreso económico porque la veda mantiene paralizada la pesca, señaló Castaneda. A ellos les preocupa que todos tienen familia y no pueden comprar la alimentación ni pagar los gastos de energía eléctrica, agua y otros.

La veda es tan estricta, dicen los afectados, que si algún pescador entra al mar a sacar camarón o pescado están expuestos a que las embarcaciones de la Fuerza Naval de El Salvador con los miembros de Cendepesca les decomisen o les corten las redes.

“Desde el momento que ellos (Cendepesca) pusieron la veda, desde ese momento se hubieran preparado con el paquete alimenticio a los pescadores porque otro trabajo no hay acá”, aseguró Castaneda.

En años anteriores, durante la Veda los pescadores de las cooperativas recibieron paquetes que contenían arroz, frijol, aceite, azúcar, leche, harina y espaguetis.

Los víveres se compraban por medio del Fideicomiso para la Pesca Artesanal Responsable, un programa de la dependencia del MAG. El fideicomiso lo integran el MAG y las federaciones de cooperativas de pescadores, quienes este año no autorizaron la erogación de fondo para los alimentos bajo el argumento que se estaban quedando sin dinero para proyectos productivos de las cooperativas, aseguró el director de Cendepesca, Gustavo Portillo.

Santos Solano, otro pescador artesanal, dijo que la decisión de no entregarles víveres la tomó Cendepesca y la Federación de Asociaciones Cooperativas Pesqueras Artesanales de el Salvador (Facopades), sin tomarles en cuenta a ellos como pescadores individuales ni a muchas cooperativas.

“Para mí no deberían de existir (Facopades) porque ellos solo velan por sus intereses”, se quejó Solano.

Con evidente molestia, Solano aseguró que en años anteriores esa federación benefició con paquetes alimenticios a personas que no son pescadores artesanales.

El uso de las redes

Durante esta veda, Cendepesca ha permitido el uso de las mallas 6 y 7, con lo que pretenden no afectar el trabajo de los artesanales.

foto: Referencia

Gustavo Portillo, director de Cendepesca, dijo que la veda no está afectando en nada al pescador artesanal porque están permitiendo el uso de las mayas 6 y 7, que son las que más usan para sus actividades y que en años anteriores estaban restringidas durante la prohibición.

Pero el uso en el número de la malla debe ser por separado. El problema, señaló Carlos Castillo, es que la mayoría de pescadores tienen las mallas 6 y 7 unidas, lo que no es permitido durante la veda.

FRASE

“Nos dijeron que podemos seguir usando las mallas 7 durante la veda, lo único que tenemos que andarlas a flote y para eso se necesita invertir capital en nuestros equipos que ya tenemos armados”.

Mártir Pérez, Pescador artesanal

Francisco Antonio Ramírez, de la cooperativa Estanques El Mozote, aseguró que “no podemos ir a pescar porque sin nos miran nos quitan las redes y nos ponen una multa los de Cendepesca”.

Gregorio Torres, de la cooperativa Atunes del Pacífico, sostuvo que si bien es cierto que está permitido la malla 6 (que es la permitida para pescar), muchas de las asociaciones no las tienen.

“Las cooperativas tenemos trasmallos con malla 7 abajo y malla 6 arriba; pero no todas las tienen”, expresó Torres. Con la utilización de la malla 6, el camarón no queda atrapado en la red.

Pero el director de Cendepesca volvió a insistir en que la veda no está afectando a los rubros de la pesca artesanal porque su fuerte no es el camarón.

“El sector de la pesca artesanal su fuerte es la captura del pargo, la macarela y otras especies de pescado; el camarón no es su rubro fuerte, es poquito el camarón que sacan”, aseguró.

Lo cierto, dicen los pescadores, es que no pueden entrar al mar porque están expuestos a que Cendepesca les decomise sus redes.

Gente de Cendepesca llegan en sus lanchas acompañados con la Fuerza Naval y si ven a los pescadores que están ejerciendo la faena les cortan las mallas con cuchillo.

Castaneda dijo que ellos están de acuerdo en que decomisen las lanchas, “pero que no le metan el cuchillo (a las mallas)” porque los hacen incurrir en pérdidas.

Ellos prefieren pagar una multa para sacar su lancha decomisada, a volver a comprar una red que sobrepasa los 1,000 dólares, manifestó.

Los pescadores artesanales también criticaron a Cendepesca porque a los barcos pesqueros no les decomisan las redes cuando andan pescando en tiempo de veda. “Solo porque les dan camarón y pescado los dejan que pesquen”, dijo Castaneda.

Un pescador descansa fuera de su casa, luego de regresar de pescar. Los pescadores de la isla Perico y Periquito trabajan largas jornadas para procurar una buena pesca. Foto EDH/ Oscar Iraheta

Cooperativistas sin acceso a créditos para proyectos

Los trabajadores de la pesca no tienen acceso a créditos y al fideicomiso de algunas cooperativas no les beneficia.

Las cooperativas de pescadores artesanales, al menos los de San Luis La Herradura, difícilmente podrán hacerle frente a las vedas porque no tienen otras opciones de desarrollo real para obtener ingresos y generar proyectos.

Elmer Antonio Estrada es el representante legal de la Asociación Cooperativa San Antonio Los Blancos, en la Costa del Sol. Ellos tienen un rancho con varias cabañas y una piscina.

Esta cooperativa, dice Estrada, comenzó a gestionar un crédito para invertirlo en el rancho, poder mejorarlo y convertirlo en una opción para los turistas que visitan la Costa del Sol.

“Nosotros para poder hacer esa pequeña piscina hemos logrado un crédito, porque de la pesca no vamos hacer nada”, lamentó.

Como asociación están enfocados en el turismo y para ello necesitan que les financien un préstamo para comprar unas tres lanchas y ofrecer paseos en el mar, con ello también estarían dando empleo a otras personas.

De acuerdo con Estrada, ellos están interesados en ampliar el rancho y hacerle una segunda planta para que hayan suficientes habitaciones con aire acondicionado y darle otra opción al turista.

“Esa es nuestra idea; pero el fideicomiso con el que trabajan las cooperativas no nos beneficia”, expresó el pescador.

Incluso, gestionaron un crédito de $12,000 con la banca privada, de lo cual terminaron desistiendo porque les pedían muchos requisitos.

Según Estrada, les exigían auditorías, pero hacerla implicaba pagar hasta $500, dinero que no tienen.

La misma situación atraviesa un pescador individual. Muchos de ellos han gestionado créditos, pero no les aceptan como garantía la embarcación.