Lucila, Roxana y Milton son tres pequeños empresarios con un aproximado de 6 a 12 empleados a los que deben pagar a final de mes. Pero ahora enfrentan un punto más en común: han parado sus operaciones desde hace 15 días y no saben de dónde obtendrán efectivo para pagar sus compromisos.
En circunstancias normales la ausencia de uno de sus empleados por X motivo es causal para que el Seguro Social le extienda una incapacidad por determinado tiempo y asuma el 75% del pago de su salario. Pero en circunstancias extremas como las que atraviesa el país con la propagación del coronavirus, las medidas están en su contra.
Hasta ayer aún seguía en el limbo político en la Asamblea Legislativa si será el Seguro Social el que asumirá la cesantía de todos los empleados que han tenido que irse a su casa porque el negocio para el que trabajan ha cerrado.
Si resulta lo contrario, será la empresa quien tendrá que asumir el costo de su pago, aún cuando la mayoría de ellas no han percibido ingresos desde hace 15 días.
La Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) insistió ayer que es el ISSS el que debe garantizar el pago del trabajador.
Según los datos de 2018, las más de 15,000 empresas agremiadas en el sector formal pagaron $300 millones al ISSS como parte de su cotización para que sus empleados reciban atención de salud y también apliquen a los beneficios de cese de empleo por razones de salud.
Roxana Siliézar, propietaria de un taller automotriz en el que todos sus empleados están en planilla y reciben prestaciones, afirma que si el Seguro Social respondiera por la cesantía de sus empleados, el dinero que le ha quedado podría utilizarlo para pagar los demás gastos (local, recibos, préstamos, etc), pero de no ser así, su situación se torna adversa.
“Si esta situación sigue así , no podremos mantenernos por mucho tiempo más sin ingresos”, afirmó la empresaria.
Además, Siliézar agregó que la opción de buscar un financiamiento a través del Banco Hipotecario no ha sido la solución para su negocio: “quieren que uno deje una prenda y que lejos de beneficiarnos nos va a endeudar más. No me tiene cuenta”, señaló.
Lucila Vaquerano, dueña de un restaurante en Suchitoto, afirma que debido a que sus ventas cayeron a un 20%, se acordó con sus empleados cerrar el negocio y establecer un pago parcial de su remuneració mientras pasaba la crisis.
Pero ahora que sabe que el gobierno quiere que sealos empresarios los que paguen la totalidad de las prestaciones para sus empleados, ya no sabe qué hacer.
Milton Hernández, propietario de una empresa de mantenimiento general a la industria, afirma que hay cuentas que pagar y sin ningún tipo de ingresos, será difícil mantenerse a flote. “No tenemos opción de enviar a domicilio. Estamos bien afectados. Todos nuestros empleados están en sus casas, pero el flujo de efectivo es lo que nos está afectando”, afirmó. Por esa razón afirma que es necesario un plan de apoyo para las pequeñas empresas cuanto antes.
Según publicó el abogado Max Mojica en su cuenta de Twitter, el dinero que las empresas puedan tener no está en cash, sino más bien en activos que suelen ser propiedades, equipo y maquinaria que no pueden vender pues de lo contrario perderían su productividad y tendrían que cerrar.
“Sólo una parte muy pequeña es dinero en efectivo, que es con lo que se pagan los salarios, costos, gastos y deudas”, afirmó el abogado.
“He hablado con varias pymes y es triste ver cómo esta será la última quincena que podrán pagar a sus empleados”, dijo Adrián Gómez, uno de los jóvenes emprendedores en el rubro de tecnología que ha tenido información de primera mano de otros emprendedores que como él están buscando alternativas.
Según una encuesta promovida por el consultor Ernesto Hernández Otero, de más de 500 empresas, unas 330 solo tienen liquidez para pagar sus compromisos hasta abril. Si la situación sigue igual, no podrán pagar salarios ni préstamos.