AHUACHAPÁN. La parroquia Nuestra Señora de la Asunción, en Ahuachapán, inició esta semana trabajos de remodelación de los dos jardines que están en el atrio del templo a través de una inversión que superará los $15,000; sin embargo, actualmente las autoridades eclesiásticas sólo cuentan con una tercera parte de dichos fondos.
Las obras fueron iniciadas debido al mal estado de ambos jardines, que cuentan con arbustos, espinas, y un suelo erosionado. Además los trabajos buscan mejorar la imagen de la iglesia, que es la principal de la cabecera departamental.
El párroco, padre Oseas Borja, explicó que los trabajos, que iniciaron en el jardín del costado sur de la iglesia, también incluirá el desplazamiento hacia arriba de la representación de la Cruz que está en el sitio y que actualmente es obstaculizada visualmente por un árbol de araucaria, que será conservado.
Mientras que en el costado norte, en el otro jardín, será colocada una pila bautismal que fue de las primeras con las que contó el templo y que por hoy está resguardada. La misma tiene un diámetro de dos metros y 60 centímetros de altura.
El sacerdote señaló que los trabajos están previsto que se ejecuten en lo que resta del año; pero dependerá de la ayuda económica que proporcionen personas altruistas pues la iglesia no cuenta con todos los fondos que requieren para la ejecución del proyecto.
“Invitamos a quien quiera colaborarnos; esto contribuye a nuestra iglesia y todo el pueblo de Ahuachapán porque viene mucho turista y es bueno presentarles un buen rostro de nuestro pueblo, de nuestra iglesia. Quien desee colaborarnos estamos en la parroquia para ponernos a disposición de quien desee venir a ayudarnos”, dijo el padre Borja.
El maestro de obra, Remberto González, expresó que el proyecto consiste en la colocación de un pequeño muro de block en los contornos de los jardines para evitar que la lluvia erosione el suelo, tal como ha sucedido en las actuales condiciones. En dicha área sembrarán grama.
También serán instalados dos barandales en el contorno, con una altura de un metro. Cada uno tendrá en la parte superior 10 pequeñas macetas donde le colocarán flores.
“Así, el área de jardín se mantiene intacta para que no se vaya a erosionar; ese es el problema que había tenido, que las aguas entraban y todo el jardín se fue deteriorando, fue perdiendo la contextura que le habían dado al terreno”, expresó González.
La feligresía avaló los trabajos que se están realizando bajo el argumento de que era una área que se había descuidado en el templo y que le restaba vistosidad.
Los últimos trabajos mayores que fueron realizados en la iglesia fue entre el 2014 y 2015, cuando fue construido el oratorio a nivel de la calle y que por 31 años estuvo en el atrio.