Foto EDH/Insy Mendoza
Ellos opinan que la enfermedad llegó para quedarse, y tiene cierta estacionalidad, es decir no ocurre durante todo el año sino en los periodos de cambios, por ejemplo del verano al otoño o en nuestro casos del invierno a la época seca.
De acuerdo con el diagnóstico clínico hecho por el biólogo del Megatec, Armando Navarrete, en los organismos vivos y moribundos que analizaron estaba presente la enfermedad Perkinsosis, que es causada por un patógeno del genero Perkinsusspp.
Según los expertos, esa enfermedad fue reportada como un brote en el Golfo de México en la década de 1940, introducido por actividades de transfaunización al océano Pacífico de México, y también en el 2005 con el huracán Katrina que afectó el estado de Louisiana, hacia la bahía de San Jorge, Sonora.
Los biólogos del Megatec tomaron muestras en seis puntos entre el Golfo de Fonseca y la bahía de La Unión; en las islas de Pirigallo, Martín Pérez, frente al Conchillal cantón Huisquil, estero Ramaditas entre las islas Perico y El Rico.
Los moluscos más afectados fueron los cascos de burro, almejas y mejillones, la mayoría murieron en los esteros de la bahía de La Unión.
La existencia de dicha enfermedad en los moluscos no representa ningún riesgo para la salud de la población al consumirlos porque no es una enfermedad zoonótica (enfermedad del animal que es transmisible al ser humano en condiciones naturales o viceversa).
Además, informaron que entre los resultados encontrados en el agua está la concentración de nitritos (relacionado con la sal) mucho más alta que en las investigaciones anteriores.
El biólogo Navarrete manifestó que el informe que da como resultado que los moluscos murieron por el parasito es de carácter preliminar y que harán más pruebas en los tejidos fijados para poder dar una conclusión final sobre ese hecho.
A los esteros y la zona de la bahía unionense llegaron expertos de los ministerios del Medio Ambiente (MARN), del Centro de Desarrollo de la Pesca y Acuicultura (Cendepesca) y del Ministerio de Salud a recoger muestras de agua y moluscos para analizarlos.
Martír Pérez, presidente de la cooperativa de pescadores El Conchillal, cantón Huisquil de Conchagua, manifestó que la población sigue desconociendo el motivo de la muerte de los moluscos, que provocó alrededor de 30 mil dólares en pérdidas.
Aunque Pérez aseguró que la situación está regresando a la normalidad en los esteros y la bahía; la entrada de mareas altas está ayudando en arrastrar todo lo sucio que se dio durante la muerte de las conchas.
“Ya empieza a normalizarse todo, pero las pérdidas fueron cuantiosas en el sector que sobrevive de la extracción de los moluscos y es lamentable que hasta la fecha no se tuvo apoyo del Estado en alguna ayuda para las familias afectadas”, opinó Pérez.
Algunos comerciantes de almejas y cascos de burros manifestaron que la población merece una explicación de la muerte de los moluscos porque tiene temor en consumirlas, y eso está afectando el comercio de ese producto.