El director de Centro Nacional de Trasplantes de México (CENTRA) advierte que la apuesta por la donación de riñón de una persona ya fallecida es clave para recuperar la salud de quienes dependen de una máquina que sustituye la función renal.
¿Qué se necesita para implementar los trasplantes de riñones de donantes fallecido?
Nuestra ley contempla donación, trasplantes y pérdida de la vida. Por eso yo les recomendaba que es fundamental ese capítulo donde en la ley de El Salvador contemple que tú puedes determinar que una persona murió por muerte encefálica, si eso no está en la ley no puedes tomar los órganos de las personas.
La condición para donar es que el cerebro esté muerto, el corazón siga latiendo y la persona se dictamine como un cadáver, aunque el corazón siga latiendo, porque es la única forma en que la sangre oxigenada va a seguir llegando a los órganos.
¿Es candidato para donar alguien que haya tenido una muerte violenta?
En general, la sociedad decimos ‘quiero donar mis órganos cuando fallezca’, y podemos morir por parada cardíaca: se detiene el corazón y ya no nos llega sangre oxigenada a los órganos, y entonces podemos donar tejidos o huesos. La muerte encefálica sucede en personas que han tenido accidentes, golpes severos que dañan al sistema nervioso central y esto es incompatible con la vida. Cuando no llega sangre oxigenada al cerebro, se muere, en el momento que se muere, te conviertes en un cadáver.
¿Cuál es la experiencia de México para identificar quién quiere ser donante?
Invitamos a toda la sociedad mexicana a que se registre como donante voluntario como un acto de solidaridad, a través de diferentes campañas de difusión que tenemos permanentes. Esta parte muchos no la tenemos en el mapa, y así invitamos a la sociedad para inscribirse en un sistema informático, desde su teléfono celular, desde su computadora. Es un registro nacional cuya información está resguardada por el gobierno.
¿Tiene que haber un banco de donantes voluntarios?
Es para que las personas transmitan su decisión de donar en vida, para que le digan a sus familiares. El hecho de registrarse no es que te vas a morir, ni quiere decir que ya estás donando. Mientras más personas hayan escuchado del tema, esto va creciendo y se va multiplicando, si no hacemos estas estrategias la sociedad mal informada crea tabúes, los transmiten y la gente las cree.
¿Es sostenible hacer este tipo de trasplantes en un país con poco presupuesto en salud?
Hay que hacer un análisis económico de lo que le está costando al gobierno el recurso que invierte en diálisis y hemodiálisis contra la otra terapia, que es el trasplante. Además de la inversión (en otras terapias), las personas se siguen muriendo, no les resuelve el problema.
Es fundamental, pensando en la sociedad, en lugar de que fallezcan, se incorporan a una vida activa a través de un trasplante con órganos de personas fallecidas y estas personas vuelven a vivir. Es mucho más conveniente ofrecerles un trasplante que ver cómo se van desgastando en una máquina sustitutiva de la función renal.