Carlos Ponce: “La pandilla aún tiene un control robusto en el territorio”

Ponce es un criminólogo que sigue de cerca el fenómeno de la delincuencia y pandillas en el país. Afirma que el Plan Control Territorial del gobierno de Bukele no puede ser evaluado porque no se conoce públicamente sus metas ni sus estrategias generales.

Por Wiliam A. Hernández @walexhernan

2020-09-15 10:00:55

Carlos Ponce tiene en la mira la situación de violencia en el país, recuerda que la tregua de las pandillas, que supuestamente organizó el general David Munguía Payés con el prófugo Mauricio Funes, por lo cual ambos son procesados judicialmente, empoderó más a esos grupos terroristas; estima que el gobierno de Bukele ha seguido el mismo patrón y juego de negociar con esos grupos ilegales y por eso la reducción de los homicidios sin ninguna estrategia de seguridad. Aún confía en el trabajo de Raúl Melara en la Fiscalía, pero señala que debe dar resultados en sus investigaciones.

¿Ya ha pasado más de un año del Plan Control Territorial que desarrolla el Gobierno de Bukele, qué evaluación técnica haces del mismo?

Es difícil evaluar un plan que no se conoce, no existe un documento al cual investigadores podamos referir y determinar cuáles son los parámetros del diseño del plan, cuáles son los elementos que se puedan utilizar para medirlo, es difícil llegar a una medición sobre la eficacia del plan.

Sin embargo, viendo otros elementos, y como ya lo han apuntado diferentes analistas, los índices delincuenciales, pues ahí queda un poco de duda sobre la efectividad del plan, si bien es cierto los índices delincuenciales han disminuido, pero la disminución de estos no coincide con el enfoque geográfico del plan según han revelado las autoridades, han priorizado ciertos municipios y si bien es cierto, ha habido disminución en la mayoría de esos municipios, la disminución ha sido más grande en municipios que no ha sido priorizados por el plan.

Y es más, en algunos de los municipios que han sido priorizados por el plan no ha habido una disminución, entonces eso lleva a cuestionar en realidad que si lo que estamos viendo es una consecuencia directa de lo que el Gobierno ha vendido como su plan, que es el despliegue de personal policial y militar en esos municipios que han puntualizado.

Es difícil saber si el plan de Control Territorial o el plan del Gobierno es eso que han vendido a los medios de comunicación o si hay algo detrás de cámaras que no estamos viendo, y es ahí donde entra en jugada el reportaje que publicó El Faro, en donde plantea que el plan del Gobierno es otro, no es el plan Control Territorial como se ha vendido sino más bien una negociación entre las autoridades y cabecillas pandilleros, como hemos visto en el pasado.

Algunas de las acciones de la Policía es aumentar el patrullaje en ciertas zonas, tener mayor presencia policial y de soldados, ¿realmente esa es una estrategia efectiva, o solo es disuasiva?

Lo que nos dice estudios realizados en diferentes lugares, en diferentes partes del mundo, es que eso tiene sus limitantes, puede tener un impacto pero la verdad que si no va acompañado de otros elementos difícilmente se va lograr un impacto como el que se ha registrado ahorita.

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También una cosa que hay que tomar bastante en cuenta es que no se tiene la cantidad de efectivos militares y policiales como para poder tener una presencia lo suficientemente amplia en el territorio nacional como para poder tener un impacto lo suficientemente significativo, y es por eso que es importante tener una estrategia que no únicamente se base en este aspecto disuasivo, sino que tienen que haber otros elementos.

¿La inteligencia policial se estará usando contra las pandillas?

Pues es difícil saber, no sabemos para que están ocupando la inteligencia policial, puede ser que la estén utilizando para identificar. Bueno en el pasado lo que hemos visto es que la inteligencia policial se utilizaba para fines más políticos que para otra cosa, no sabemos en qué se está utilizando en este momento, no se sabe si la están utilizando para pandillas y en qué se está enfocando, si en identificar cuál es la persona con la que se debe negociar dentro de la pandilla o que elementos se tienen que poner en el escenario para lograr tener una negociación mucha más fluida con ciertas estructuras delincuenciales, la verdad no se sabe.

¿Qué valoración haces de esta supuesta negociación del gobierno de Bukele con la MS-13?

Todo apunta que existe una negociación, siempre que existe una disminución así, especialmente en El Salvador, en donde es evidente que la pandilla tiene un control en el territorio, un control amplio, no se ve debilitado, incluso durante esta pandemia vimos como la pandilla en un primer momento logró montar como un sistema de vigilancia mucho más efectivo que el Gobierno, que obligaba a golpes a los residentes de diferentes comunidades a que acataran las medidas de distanciamiento social y que no salieran.

Todos estos elementos e indicadores sugieren que la pandilla aún tiene un control territorial bastante robusto, la debilitación que el Gobierno está vendiendo a través de su discurso mediático, pues no está ahí.

Carlos Ponce es criminólogo e investigador en temas de seguridad y pandillas en el país, además es columnista. FOTO EDH / CORTESÍA

¿Igual que la tregua pasada?

Hay que recordar también como David Munguía Payés, en su momento con la tregua, trato de adoptar ese mismo discurso, tenía un planteamiento bastante drástico y extremo que decía: “hay que implementar estados de sitios focalizados”, le llamaba él, donde vamos a cerrar comunidades enteras y vamos agarrar a la pandilla, ese mismo discurso que los vamos agarrar presos, vamos a endurecer las cosas… y clandestinamente estaba negociando con las pandillas.

No es raro ver esto en este momento, es consistente con lo que vimos antes, un Gobierno adoptando un discurso que le permita esconder esa negociación y vender los resultados como parte de ese discurso ficticio, lo hacen con mucha pericia con estrategias comunicacionales bastante efectivas, manipulando ese sentimiento de inseguridad.

Hace unos días la Fiscalía realizó allanamientos a la Dirección de Centros Penales y en dos cárceles, a raíz de la supuesta negociación, ¿cómo interpretas ese procedimiento?

Fue un poco extraño, porque no es usual que en ese tipo de procedimientos se tenga la suficiente capacidad para poder coordinar una explotación mediática por parte de la persona que está siendo intervenida, a la persona que se está allanado, y eso fue curioso, ver como se tenía un dispositivo de equipos mediáticos, listo para cubrir el procedimiento y crear una narrativa alrededor del procedimiento.

¿Por qué raro?

a verdad que es algo inusual, escuchaba al fiscal en una radio que decía que ellos se sorprendieron, no fue una acción coordinada, no fue que ellos avisaran a las entidades que iban a llegar a allanar, llegaron si avisar y les habían montado ese escenario.

Si ese es el caso entonces estamos ante un escenario más complicado, eso significaría que hay personas al interior de la Fiscalía que están filtrando información sobre investigaciones y particularmente al Gobierno, es una cosa que no debería ser porque incluso es delito estar revelando acciones de una investigación en curso.

Hay fiscales en el terreno que me dan esperanza, hay personas que en el pasado han demostrado cierto grado de pericia y compromiso, y les doy el beneficio de la duda, aunque siempre están esos elementos que son extraños.

¿Qué esperas del rol de la Fiscalía?

La Fiscalía es crucial en este momento, un elemento importante que se tiene que recalcar del reportaje (de El Faro) que no podemos perder de vista, que toda la negociación que supuestamente se está dando entre el Gobierno y la pandilla tiene su base en una motivación electoral, en donde la pandilla está instrumentalizando para que se logre tener el apoyo suficiente el día de las elecciones. Ya vimos los problemas que se pueden generar a través de ese tipo de dinámicas son desastrosos.

¿Qué rol jugará la pandilla en las próximas elecciones?

Las pandillas tienen un control territorial robusto y fuerte, tienen la capacidad de hacer varias cosas en el territorio, primero tienen una base social bastante amplia, y lo que hemos visto a través de este tipo de negociación, donde existe un acercamiento de políticos con estructuras criminales, es que las estructuras criminales de repente se convierten y legitiman de alguna forma en sus comunidades, comienzan a adquirir mucho más control, mucho más poder, más influencia, y de repente la gente las ve como una opción justificable para avanzar, y se vuelven mucho más influyentes dentro de sus comunidades.

También hemos visto como en otras ocasiones las pandillas han logrado amedrentar a la gente de sus comunidades que ellos vayan a votar en contra de sus intereses políticos y prevenir que estas personas voten el día de las elecciones. Hay varias formas donde las pandillas pueden afectar la votación el día de las elecciones.

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