Los tratamientos de quimioterapia que recibía Rosa Estela Batres de González, de 50 años, en el Hospital Nacional de La Mujer han sido suspendidos desde julio, pues las autoridades alegan falta de medicamentos, según comentó la paciente, quien busca una mano amiga que le ayude a comprar el tratamiento y así poder continuar.
“El mes pasado no me lo pusieron porque no hay, hablé el martes y me dijeron que solo para las personas que lo necesitan se lo están poniendo; pero en mi criterio es que todos lo necesitamos, no solo es de hacer elección de pacientes”, lamentó Rosa.
El 4 de septiembre de 2019 le quitaron tejido canceroso en el pecho (matestomía) e inició sesiones de quimioterapia en febrero. “Hace poco me dijo el doctor que estoy para un año, y si no hay (medicamento) cada mes, ¿a dónde vamos a recurrir?”, se pregunta Rosa, quien necesita $500 mensuales para poder comprar el medicamento en lo privado. Sin embargo, ella y su esposo dependen de la venta de refrescos que salen a ofrecer a las calles de colonias migueleñas.
María Marta Díaz Castillo, de 43 años, vive un caso similar en Nueva Concepción, municipio de Chirilagua, en San Miguel. Hace 5 años le detectaron cáncer de seno; luego de recibir los tratamientos de quimioterapia, el médico especialista le recetó Tamoxifen, pero no lo recibe desde el mayo.
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“En febrero lo retiro en el Hospital Nacional de San Miguel, luego fui el 4 de mayo pero ya no había. Me dejaron las tres recetas pero ahí las tengo, me he comunicando con algunas compañeras para saber si ellas las han podido conseguir y me dijeron que no hay, las he querido comprar pero no hay en las farmacias”, relató María.
Entre los pacientes con cáncer en San Miguel y la zona oriental manejan grupos de whatsapp para apoyarse mutuamente, es así como se enteran de las adversidades que sufren. “Una compañera me dijo que la estaba comprando en $23, y otra de La Unión que la compró en $28, pero que ya no podía al no tener trabajo, así como otra de San Alejo”, comentó.
María recuerda que su médico le explicó que la Tamoxifen es un tratamiento preventivo para evitar la propagación del cáncer en otros órganos del cuerpo, ya que puede detener el crecimiento de algunos tumores de seno que necesitan estrógeno para crecer.
“Ya muchas amigas he tenido que se han quedado en el camino, que les han hecho otras quimios después del tratamiento. Por eso yo necesito continuar y desde mayo a la fecha no he tomado ningún tipo de medicamento”, comentó.
En incertidumbre está también Roxana Guadalupe Paz Perla, de 28 años. El 5 de julio de 2019 le extrajeron ambos ovarios porque tenía tumores. “Cuando me dieron el resultado de la biopsia salió que tenia una cosa maligna en el rectosigmoides; en San Salvador el doctor examinó las láminas y me dijo que no me podía poner las quimioterapias, porque no era un cáncer agresivo, pero que me tendría con examen”, dijo Roxana.
El 15 de abril del presente año le realizaron un análisis en sangre de CA 125. La cita para obtener la respuesta de dicho examen fue fijada para el 21 de abril, pero “no me dejaron entrar por la pandemia, la respuesta ya no la tuve”, explica.
Roxana, al igual que otros pacientes, aseguró entender el riesgo de contagio en los centros asistenciales, pero no comprenden el porqué de la falta de suministro de los medicamentos o el suspender sus tratamientos.
“No me parece bien. Las personas siempre deben de recibir su medicamento o la respuesta del examen que tenía, porque lo dejan con la duda, y uno hace de gusto el viaje. Me cuesta conseguir la fichitas para poder pagar el transporte y que le digan a uno que no puede entrar, da tristeza”, reclamó.