“Querían protegerme para no contagiarme de COVID-19, pero me desatendieron el cáncer”, dice paciente

La falta de medicamentos oncológicos desde el inicio de restricciones como medidas de combate a la pandemia agudizó la crisis que viven los pacientes en El Salvador, lo cual desencadenó que perdieran sus controles, exámenes, cirugías, la paralización de quimioterapia, radioterapia y en otros casos desconocer el diagnóstico médico.

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Pacientes con cáncer enfrentaron problemas para acceder a sus tratamientos debido a las restricciones impuestas por el Gobierno y por el temor al contagio. Foto Archivo / EDH

Por Evelia Hernández

2021-03-11 10:45:14

“Si bien de enero a mayo todavía había medicamentos, a finales de mayo y principios de junio empezaron a escasear los de quimioterapias... Los médicos decidieron restringir la quimioterapia porque si no la gente no se iba morir de cáncer sino de deshidratación (por el vómito )”, recuerda Marcella Carrillo, sobreviviente de cáncer y presidenta de la Fundación Edificando Vidas.

Los pacientes con cáncer ocupan diferentes medicamentos entre estos antineoplásicos (contra el cáncer), medicamentos contra el vómito, medicamentos para subir las defensas y medicamentos para cuidar el hígado.

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“Los medicamentos a todo el mundo le generan malestar estomacal desde náusea hasta vómito incontrolable. El medicamento para el vómito en esa época escaseó y ahora no hay”, agregó Carrillo.

Las circunstancias coincidieron con el hecho de que se registraron menos muertes atribuidas al cáncer entre enero  y septiembre de 2020, según datos del Registro Nacional de las Personas Naturales (RNPN) solicitados por Lab-Dat y compartidos con El Diario de Hoy. Las cifras de octubre, noviembre y diciembre no fueron proporcionadas por el RNPN con el argumento de que la institución que debía brindarlas era el Ministerio de Salud.

Para Marcela Carrillo hubo factores que incidieron en el aumento de decesos, entre estos el miedo al contagio, razón por la cual la gente no se acercó a los centros de salud y mucha gente falleció sin conocer su diagnóstico de cáncer.

En el caso de los pacientes del Instituto Salvadoreño del Seguro Social tenían miedo de contagiarse en el hospital Médico Quirúrgico, lugar donde se encuentra el laboratorio del hospital oncológico y este se había convertido en un hospital COVID-19.

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“Las placas del tórax se toman en los hospitales MQ y General. Estos estudios que son diagnósticos para cáncer se suspendieron porque, claro, querían protegerme la vida para no contagiarme de COVID-19, pero también me desatendieron el cáncer”, comenta Carrillo.

Desde que inició la cuarentena obligatoria y los hospitales comenzaron a recibir personas con sospecha de COVID-19, los pacientes con cáncer pidieron que los centros de salud como el Oncológico de Seguro Social, Maternidad y Rosales no fueran utilizados como centros de COVID-19 transfer, es decir hospitales que atendían casos sospechosos y luego transferirlos a otros hospitales. Sin embargo esto no sucedió, debido a la alta demanda y saturación de los más de 30 hospitales de la red pública.

Los pacientes con cáncer ocupan diferentes medicamentos entre estos antineoplásicos (contra el cáncer), medicamentos contra el vómito, medicamentos para subir las defensas y medicamentos para cuidar el hígado. Foto Archivo Ericka Chávez.

En el hospital Rosales ha habido escasez de medicamento, en frecuentes ocasiones; sin embargo, la pandemia agudizó las dificultades ya existentes. “Es bien triste esta realidad porque los pacientes con cáncer hemos luchado por mucho tiempo por vivir y no nos mató el cáncer, nos está matando el COVID”, lamenta Carrillo.

Otro de los factores que influyó en la desatención de esta enfermedad fue la falta de circulación del transporte colectivo, sin embargo, hubo pacientes que se esforzaron por recoger sus medicamentos de receta repetitiva.

El transporte fue un factor determinante más que todo para los que vivían en el interior, mucha gente camino para ir al hospital a recoger su tratamiento.

Aunque la Fundación Edificando Vidas trató de educar a su población y entregó a los pacientes con cáncer kit de cuidado personal que incluían alcohol gel, jabón líquido para manos, mascarillas, gorros, caretas, con el fin de que la gente acudiera a los centros de salud y no abandonara su tratamiento, hubo temor de los pacientes oncológicos a contagiarse del nuevo virus.

El contagio de pacientes coincide con el contagio del médico, debido a la falta de equipo de protección personal y los casos asintomáticos.

“Nosotros hemos recibido muchas denuncias de pacientes que estaban delicados del MQ y los trasladan con sospecha de COVID al foco de infección, el hospital General, en donde había demasiado paciente convaleciente de COVID-19”, explica Castillo.

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El médico Danilo Arévalo, ginecólogo-oncólogo, opina que uno de los factores por los que el número de decesos de personas que padecen de cáncer no presentó un alza ha sido por falta de registro correcto de causa de muerte o equivocación de diagnóstico, debido a que no hay acceso a prueba de COVID-19 para descartar el virus en los pacientes, ya que mucho paciente con tumor metastásico presenta síntomas similares al COVID.

“Durante la pandemia los hospitales públicos y el Seguro Social no atendieron pacientes con cáncer, por lo que no hubo ingreso de estos pacientes y no se obtuvo la información, entonces obviamente no iba a ver decesos por eso, entonces algunos cánceres dan metástasis pulmonares y dan cuadros similares al COVID como disnea, dolor y fiebre. Entonces podría haber una mal interpretación y un falso diagnóstico de COVID, cuando realmente murieron por un cáncer que estaba en una etapa avanzada”, sostiene el oncólogo Arévalo.

Agrega que en los hospitales hubo demanda e ingreso de pacientes con COVID, lo cual limitó el acceso de personas con cáncer.