“Hay muchos pacientes que han perdido sus controles, otros pacientes crónicos que por temor a llegar a hospitales no han ido a recoger su medicina, otros pacientes nuevos que no han empezado sus tratamientos. Dijeron que a partir del 1 de septiembre iban a comenzar los hospitales (públicos) con pacientes, pero a la fecha están seleccionando qué pacientes se pueden ver y qué no”, lamentó Ana Gladys Rosales, en plática con El Diario de Hoy.
Ella comprende que la pandemia llevó al Ejecutivo a tomar ciertas medidas, como el confinamiento, frenar el transporte público, etc., pero “lo que pasa es que el cáncer es una enfermedad que no tiene tiempo. Desde que sale, manda metastásis para cualquier lado” del cuerpo, expresó.
En su caso personal, “estoy aún en tratamiento de cinco años, después de las últimas operaciones. Lo he mandado a recoger el tratamiento y lo he obtenido, porque no puedo dejar de tomar esa pastilla. Si uno pasa 48 horas sin tomar esa pastilla del cáncer, es como volver a empezar otra vez el tratamiento”, explicó.
Como presidenta de ASPO, Ana Gladys confirma -y lamenta- que el Ministerio de Salud no tiene estadísticas actualizadas ni completas. La última vez que a su asociación le hicieron llegar datos fue en 2018.
Al comentarle que oncólogos especialistas alertan por la falta de este registro, coincidió y dijo que “esos datos se tienen que llevar mensuales, para ver el impacto que está causando en nuestro país, porque el cáncer es una enfermedad que se está proliferando tremendamente en nuestra sociedad salvadoreña”.
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Saber que el Gobierno actual tiene un plan contra el cáncer desde noviembre de 2019, y que el anterior lo haya tenido engavetado desde 2016, le causó una combinación entre sorpresa y frustración. Y coincidió con el doctor Raúl Lara en la necesidad de que la administración Bukele invierta más dinero en combatir el cáncer, y quizá no tanto en la pandemia.
“Nosotros lo hemos estado peleando a nivel de asociación, porque se le ha dado demasiado auge al COVID. Sabemos que es una pandemia, una enfermedad nueva, ¿pero qué pasa con toda la mortandad de las personas por cáncer?”, se pregunta.
Cuenta que en varias ocasiones le tocó sufrir la falta de suficiente equipo tecnológico en la red pública, e incluso en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social, que cuenta con un área especializada en oncología y con equipo más moderno.
“Cuando yo estaba en mis radiaciones del Seguro Social, no solo una vez se arruinó la máquina… y ese tratamiento no se puede descontinuar. Pedíamos ayuda a los medios, y la arreglaban. Para ellos en el Seguro, si se arruinó una máquina, decían ‘bueno, pues se arruinó’, se lo tomaban como que ya tenían un descanso”, rememoró con tristeza.
Este es solo un testimonio, entre los miles de casos de personas que, año con año, se enteran que tienen cáncer.
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Factores que facilitan el impacto del cáncer
– Debido exclusivamente al envejecimiento y al crecimiento poblacional, habrá un aumento de la incidencia y mortalidad por cáncer en los próximos años.
– La urbanización, con un 10% de la población pasando del campo a la ciudad, hará crecer la incidencia.
– El desarrollo de la industria por su efecto ambiental tendrá un incremento en ciertos tipos de cáncer.
– El tabaquismo (cigarrillos), mientras no se tomen medidas serias, no disminuirá sus efectos en cáncer de pulmón y otros.
– Los malos hábitos alimenticios, el sobrepeso y el sedentarismo, aumentan la incidencia de varios tipos de cáncer.
– Las infecciones por el virus del papiloma humano, la Hepatitis B y C y el Helicobacter pilori , deben prevenirse, pues son causantes de ciertos tipos de cáncer, particularmente el cáncer del cervix; por el virus del papiloma humano hasta un 70%.
– Se debe implementar una política que controle la venta de bebidas alcohólicas.
Las 7 señales de alerta
Aunque no son los únicos, cualquiera de estos síntomas debe alertar a la persona para acercarse a un médico, para que se explore si es un cáncer.
1. El aparecimiento de una pelota o un tumor, en cualquier sitio.
2. Cambios de ritmo o hábito intestinal o urológico. Diarreas ocasionales.
3. Llagas o heridas que no cicatrizan.
4. Pérdida de sangre o secreciones anormales en orificios del cuerpo (boca, oídos, nariz, ano, etc.).
5. Dificultad para tragar.
6. Cambios no justificados en verrugas o lunares. De repente empieza a crecer, picar o sangrar.