Que el gobierno de Nayib Bukele haya expulsado a los diplomáticos venezolanos no tiene nada que ver con las relaciones que Alba Petróleos y Enepasa (Asociación Intermunicipal Energía para El Salvador) tienen con el país, dijo ayer el secretario general del FMLN, Óscar Ortiz, al ser preguntado de cómo quedan esos nexos comerciales que el gobierno anterior tenía con Venezuela y varias alcaldías del FMLN.
“Las empresas que invierten en nuestros países de Colombia, de México, de Centroamérica, de Estados Unidos y de Europa, tienen su propia dinámica, el caso de Alba es una empresa privada que tiene su propia dinámica y si hay algo que se le quiera preguntar a Alba se le pregunta a Alba y Alba tendrá que responder por sus propios intereses y sus propios procesos”, igual con Enepasa, explicó Ortiz.
Las operaciones comerciales de Alba Petróleos han sido cuestionadas por la oposición política salvadoreña por su opacidad en cuanto a sus finanzas.
En marzo pasado el Departamento del Tesoro de EE. UU. extendió las sanciones económicas impuestas a PDVSA a Alba Petróleos, filial que posee la petrolera venezolana en El Salvador, así como a Albanisa, de Nicaragua.
José Luis Merino, alto dirigente del FMLN y uno de los brazos fuertes de Alba Petróleos, informó hace poco a Diario El Mundo, que estaban evaluando vender sus acciones. El diputado Carlos Ruiz, del FMLN, dijo que otra opción sería permitir la llegada de “terceros” a la empresa.