Óscar Moreno: Formando nadadores de alto rendimiento desde hace 35 años

Con una dilatada carrera como entrenador profesional, este nadador se ha dedicado a la formación de atletas desde niños hasta atletas mayores de alto rendimiento, alcanzando seis participaciones en Juegos Olímpicos.

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Por Alejandra García

2019-12-12 9:10:18

Pareciera que Óscar Moreno nació en una piscina. Y es que si vemos su trayectoria, desde 1984 viene formando generaciones, niños, adolescentes y adultos, en la natación de alto rendimiento.

Dos años después de su retirada de la natación profesional (1982), ya transcurrieron 35 años en la que este instructor profesional ha enseñado a nadar y hacer de su deporte a cerca de 10,000 niños.

Como entrenador fue a seis juegos olímpicos, Barcelona 1992 (España), Atlanta 1996 (Estados Unidos), Sydney 2000 (Australia), Atenas 2004 (Grecia), Beijing 2008 (China), Londres 2012 (Inglaterra), y a los II Juegos Olímpicos Juveniles Nankín, China.

Parte de las satisfacciones de Óscar es haber preparado a nadadores nacionales destacados como Pamela Benítez, Marcelo Acosta, Nixon Hernández, Elisa Funes y María José Marenco.

Sin embargo, en el 2013 se retiró del ámbito competitivo debido al estrés que se vive. Había prometido no regresar, pero no aguantó estar lejos de los atletas y dos años más tarde volvió a las piscinas.

A nivel internacional se convirtió en campeón de los II Juegos Centroamericanos de 1977, desarrollados en San Salvador, El Salvador.

En varias ocasiones participó en el extranjero, etapa que recuerda mucho de su vida, calificándola como agradable y satisfactoria, en donde no solo gano medallas, sino experiencias que nunca olvidará.

A pesar de toda su trayectoria, afirmó que lastimosamente durante su época como nadador no pudo ejercer su derecho de participar en Juegos Olímpicos. Primero en los juegos de Moscú de 1980, debido a que El Salvador se unió al boicot que hizo Estados Unidos para no asistir al evento.

En el 81 eran los Juegos Centroamericanos en Managua, los cuales no se realizaron por problemas internos; y en el 82 tampoco se participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe debido a las relaciones que se tenían con Cuba.

“Fue un ciclo olímpico que se perdió, hoy 40 años después me preguntó quién es el culpable. No hay respuesta, por eso no se deberían de involucrar otros temas con el deporte”, expuso con nostalgia Óscar.

Toda su vida ha estado en natación. Empezando como alumno a los cinco años, aprendió a nadar y entró en el ambiente de la competencia, en el cual no le fue mal. Después de ser atleta, pasó a la siguiente grada que es la de entrenador.

“Son 35 años de estar entrenando gente y me encanta, creo que voy a seguir haciendo esto toda mi vida”, expresó el entrenador.

A pesar de que en su profesión trata con adultos, adultos mayores y triatlonistas, su motivación para ejercer como entrenador fueron las experiencias de trabajar con niños.

El entrenador mencionó que los niños tienen algo especial, son una esponjita que absorbe todo rápido y que sin saberlo se ponen metas, que cuando las alcanzan, lo satisfacen y siente que aporta un granito de arena en la personalidad de los pequeños, expresó.

“Los niños son muy agradecidos y para mí cada niño que aprende a nadar es una vida que salvamos”, dijo el experto en natación.

“Estar rodeado de niños nos ayudan a sentirnos jóvenes, a no perder el sentimiento de soñar, reír, ganar o perder, el sentirse útil”, agregó.

Según el experto en natación, todos dicen que es una persona sumamente positiva, que a cada cosa le ve el lado bueno, y con su profesión ha influenciado en la forma de pensar de los pequeños para que ellos se establezcan metas, resuelvan problemas y vean el lado positivo en situaciones adversas.

“Uno trata de dar su granito de arena para que, a través del deporte, sean unos mejores ciudadanos”, explicó el profesor.

Óscar afirmó que en El Salvador se ha empezado a tener una vida con una cultura deportiva, algo que no sucedía antes porque se consideraba al deporte como una pérdida de tiempo; sin embargo, con la nueva mentalidad se está en el camino de desarrollar una cultura deportiva.

“En (cuanto a) los derechos lastimosamente no tenemos suficientes lugares como canchas, piscinas o parques, donde todos puedan hacer deporte; entonces, sí nos falta y nos falta un montón, pero mientras existan personas con la mentalidad abierta de que lo vamos a lograr algún día, vamos por buen camino”, explicó.

El entrenador considera que la dificultad de la natación es la falta de piscinas y el mantenimiento que se debe emplear en ellas. El Salvador, agrega, es un país al que le encanta el agua, ir al mar, lagos y piscinas; pero según estadísticas, el 90 % o más de los niños no pueden nadar bien debido a la falta de lugares en donde aprender.

Desde su punto de vista, lo que le hace falta a El Salvador para desarrollarse en el deporte son la infraestructura y las ganas de hacer bien las cosas, gente positiva que realmente quiera tener un país ganador.

“Nosotros para ser ganadores, primero debo de convencerme a mí, luego puedo convencer a la gente que me rodea que es ganadora y esta gente va convenciendo a más gente que es ganadora, y así seremos un país ganador; pero mientras tengamos manzanas podridas que no crean nos hacen más daño que bien”, opinó.

El educador sostiene que aporta desde su área con sus conocimientos en la disciplina, transmitiendo el sentido ganador y positivo que posee y trabajando día a día, con el objetivo de continuar sacando generaciones felices y exitosas.

Contó que en su centro deportivo, ubicado en Nuevo Cuscatlán, La Libertad, posee un programa para niños con Síndrome Down, quienes tienen un nivel de aprendizaje rapidísimo y un gran deseo de triunfar.

“El hecho de ver una sonrisa en ellos me hace feliz, no tiene que ser solo una medalla para ser ganador, el hecho de ver una sonrisa, de ver que hacen un tramo, eso vale más que una medalla”, dijo el deportista.

El nadador explicó que las disciplinas físicas ayudan a los niños y a las personas en general, en cuatro aspectos básicos de sus vidas: salud, organización (nos enseña a pelear, a caernos y levantarnos), educación y forjarse metas.

Con base a su experiencia, existen niños que está tan involucrados con el deporte que su vida es alrededor de ello, y cuando por diferentes factores deben de dejarlo a un lado, se entristecen y hasta llegan a llorar.

“Cuando el niño va mal en el colegio, los papás suelen quitarles el deporte, como que quitando eso ayuda, piensan que es una distracción y es al contrario, el deporte les ayuda a organizarse porque así harán tiempo para sus horas de deporte y el resto del día para sus tareas escolares”, explicó.

El entrenador sostuvo que el deporte debe ser un derecho que todo niño necesita para crecer, no solo en la disciplina sino en el aspecto personal y profesional cuando sea adulto.

“Atleta contento, funciona, esa es la clave del éxito, estar contento con lo que uno hace, dejarse ir y todo va a caer por su propio peso”, aseguró.