En menos de un mes, entre el 16 de septiembre y el 12 de octubre, ocho hombres y una mujer se fugaron de diferentes recintos penitenciarios y bartolinas de la Policía Nacional Civil, lo que ha dejado al descubierto las frágiles medidas de seguridad que hay en estos reclusorios y la desidia con la que algunos custodios realizan su trabajo.
El último escape lo hizo el sábado anterior Jorge Esaú Pérez Romero, cuando fue llevado bajo custodia policial hacia el Hospital Nacional Santa Teresa, de Zacatecoluca, en La Paz.
El hombre, apodado “Vegetal”, estaba recluido en la granja penitenciaria de dicha localidad y purgaba una pena de 10 años por el delito de homicidio. Estaba en la fase de confianza y solo le faltaba seis meses para recobrar su libertad.
El fugitivo, de 31 años, fue llevado al establecimiento y mientras esperaba a ser atendido por los médicos, a la 1:30 de la tarde, le pidió a los agentes encargados de vigilarlo que le permitieran ir al servicio sanitario. Ellos accedieron y ese momento fue aprovechado por el convicto para escapar, relataron fuentes policiales.
Aunque se activó una alerta y hubo un operativo de búsqueda para dar con el hombre, hasta la tarde del domingo las autoridades no habían informado sobre la recaptura de Pérez.
El fugitivo es originario del caserío Chalpa, cantón La Perla, en el municipio de Jicalapa, La Libertad.
Segunda fuga en granja penitenciaria de Zacatecoluca en dos meses
Jorge Esaú no es el primer interno de la granja penitenciaria de Zacatecoluca que pone en aprietos a las autoridades. Hace dos meses, el 14 de agosto, hizo lo mismo el nicaragüense José Antonio Aguirre, de 36 años.
El hombre escapó valiéndose de que el recinto carcelario tenía mínimas medidas de seguridad, pues solo estaba protegido con alambre de púa y está rodeado de abundante vegetación.
Aguirre también estaba en fase de confianza y se dedicaba a realizar tareas de agricultura y trabajo público tras haber cumplido parte de la condena que le fue impuesta por los delitos de hurto y robo.
El extranjero fue sentenciado a 11 años de cárcel y estaba a la orden del Juzgado Segundo de Vigilancia Penitenciaria y Ejecución de la Pena de San Miguel. Él llegó a la granja el 23 de julio.
Para dar con su paradero, el gabinete de Seguridad desplegó a decenas de policías y militares por la carretera El Litoral y unidades de transporte público pero, hasta la fecha, se desconoce su paradero.
Cuatro pandilleros siguen prófugos
El lunes de la semana pasada, cinco días antes de que se escapara el reo de la granja de Zacatecoluca, seis presuntos pandilleros que estaban detenidos desde hace más de dos años en las bartolinas policiales de Ilobasco, Cabañas, hicieron un boquete en la celda y también se fugaron.