“No querían hacerse cargo de la mamá porque era inestable, directora de asilo

Familiares argumentan que no los pueden cuidar o dejarlos solos en casa y por eso optan por el asilo.

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Por Cristian Díaz

2019-06-15 4:30:48

El Hogar de Ancianos Llanos Magaña, en Ahuachapán, alberga a 61 personas, de las cuales más del 60% no tiene un familiar que los visite. Están en el abandono, lamentó la directora del asilo, sor Elsa Gloria González, quien está al frente del mismo desde el 2015.

La religiosa explicó que cuando las personas llegan a internar a un pariente de la tercera edad, argumentan que no los pueden tener en su casa porque trabajan y no quieren dejarlos solos.

En otros casos son llevados por instituciones tras encontrarlos completamente en abandono, o porque sus familiares no desean tenerlos en sus viviendas porque padecen de alguna enfermedad.

La religiosa recordó el caso de una señora de 80 años, quien sufría de problemas de psiquiatría, pero que deseaba estar con sus hijos. Sin embargo, “ellos no querían nada con ella”.

Inicialmente fue internada, pero la fémina se escapó del asilo. Su familia la tuvo por dos días y nuevamente la llegaron a dejar a la institución.

Por la gravedad de su enfermedad fue ingresada a un centro asistencial de Santa Ana donde, a través del área de trabajo social, obligaron a la familia a responder por la octogenaria. “No querían hacerse cargo de la mamá porque emocionalmente era bien inestable”, relató la directora del asilo.

El Hogar les brinda asistencia médica a los 22 hombres y 39 mujeres que alberga. Dos veces a la semana (lunes y viernes) llega un médico para chequearlos de forma rutinaria o por alguna enfermedad que presenten, aunque el galeno está a disposición de los ancianos todos los días ante cualquier emergencia.

El médico es pagado con fondos del asilo, sin embargo, desde hace 2 años, una persona altruista ha tomado dicha responsabilidad.
La directora del asilo reconoció que no cuentan con un psicólogo, pero les ayuda en su salud mental la atención que les brindan, la estabilidad emocional que les ofrecen y las visitas que realizan personas altruistas, quienes periódicamente organizan fiestas o comidas.

“Este hogar tiene esa dicha, que en fechas especiales como el día del padre, de la madre, navidad y del adulto mayor, acude bastante gente a compartir con nuestros ancianos. Eso les ayuda a recobrar su estado anímico emocional. Largos días sin una actividad especial siento que los deprime”, asegura la religiosa.

Además cada viernes son organizadas misas y también realizan otras actividades espirituales. “Ellos han perdido muchas facultades, físicas, psicológicas, han entrado en otra etapa en donde sus cuidados tienen que ser más personalizados, casi como un niño”, explicó la directora.