Niño asesinado fue raptado en aparente zona segura de Cuscatancingo

La MS-13 y la 18-R se han dividido a Cuscatancingo. Al oriente de la calle El Calvario está la MS-13; la 18, al poniente.

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José Luis Madrid Pérez estudiaba 5o. Grado en una escuela pública. Fotos EDH / menly cortez

Por Jorge Beltrán Luna

2019-10-01 8:30:51

José Luis Madrid Pérez tenía aproximadamente tres años de que casi todas las tardes caminaba unas cuantas cuadras desde su casa hasta el parque municipal de Cuscatancingo, un lugar sumamente reducido en el centro de esa ciudad, donde encontraba un espacio para darle de patadas a una pelota o jugar con una patineta que le prestaban.

El niño que fue enterrado el pasado lunes vivía en una casa de la colonia Veracruz, un vecindario controlado por la Mara Salvatrucha (MS-13). La marca de esa pandilla está en la entrada y a todo lo largo del pasaje Cortez. Algunos grafitis están medio tachados y otros no.

Según Ricardo Madrid, el abuelo de José Luis, éste era un niño bien portado. “Si miraba que alguien venía cargado, corría a ayudarle; aquí no tenía problemas, el salía a jugar y regresaba a la hora que yo le decía porque si no, al siguiente día no le daba permiso”, contó el hombre, de 81 años, quien no puede contener las lágrimas cuando le dicen que José Luis se le parecía mucho a él.

José Luis fue criado por sus abuelos pero la madre, Berta Lidia, estaba siempre pendiente de su hijo, a quien le encantaba comer pizza o carne asada, según refieren los dos parientes de la víctima que en noviembre próximo cumpliría los 11 años.

Tanto el abuelo como la madre de José Luis enfatizaron que ellos no saben nada del proceso de investigación sobre la muerte del niño. “No queremos problemas. De Dios es la justicia”, afirmó Berta.

Se limitaron a recordar al niño.

Un hombre y tres niños

“Ninguna familia debe pasar por este dolor. No vamos a descansar hasta dar con los culpables”, escribió el fiscal general, Raúl Melara, en una red social al tiempo que daba la noticia, el domingo anterior, cuando José Luis fue encontrado muerto.

Pero tres días después de que el cadáver fue encontrado no hay resultados traducidos en capturas de sospechosos, a pesar de que, aparentemente, hay testigos del hecho, según indicaron a El Diario de Hoy, fuentes vinculadas a la investigación.

De acuerdo con esas fuentes, José Luis fue raptado en una cancha de basquetbol del reparto Santa Clara, que está a unos 200 metros al poniente de la alcaldía de ese municipio, un lugar céntrico de Cuscatancingo.

De momento no se sabe por qué aquel viernes el niño no se quedó en el parque municipal, como siempre lo hacía y se fue a jugar a la cancha de donde lo raptaron, una colonia de apariencia tranquila, sin grafítis de ninguna pandilla pero bajo el control territorial de la Pandilla 18, según lugareños.

De acuerdo con las fuentes, con José Luis andaban otras personas quienes lograron escapar pero vieron cómo el niño era raptado por un hombre.

Lo raro, según las fuentes, es que esas personas no dijeron nada de lo que les había ocurrido a los familiares de José Luis, a pesar de que la desaparición del niño se hizo notoria durante el sábado.

Cuscatancingo es un municipio pequeño que, según habitantes del mismo, las pandillas se lo han dividido territorialmente.

Las fuentes aseguran que prácticamente, la frontera entre la pandilla 18 y la MS-13 es justamente la calle El Calvario, que está frente a la alcaldía y el mercado municipal.

Al oriente de la alcaldía y del mercado, es donde delinque la MS-13, en tanto que al poniente, delinque la 18, aseguran. “Quizá José Luis no lo sabía”, indicó un lugareño.