“A ellos no les importó cuando la llevamos”: Madre de doctora sobre respuesta del ISSS ante denuncia por muerte de su hija

El ISSS investiga a médicos y enfermeras por muerte de paciente. El abogado de la familia señaló que hay muchos otros casos similares que no son investigados.

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Margoth Miranda, madre de la doctora Ana Patricia Miranda, denuncia que su hija murió a causa de una negligencia del ISSS. Foto EDH/ Jonathan Tobías

Por Xenia González Oliva / @begoliva

2020-01-28 5:50:23

Un mes y medio después de la muerte de la doctora Ana Patricia Mina Miranda en el Hospital General, el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) aceptó el caso y separó de sus funciones a los médicos involucrados en la atención de la víctima.

Mina Miranda falleció la tarde del viernes 13 de diciembre de 2019 con un diagnóstico de uropatía obstructiva, hipoglucemia y shock séptico. Tenía 37 años.

 

 

El miércoles 11 de diciembre había comenzado a sentir un dolor leve en la espalda que empeoró en poco tiempo. Pese a que desde esa misma noche ella y su familia acudieron al Hospital General del ISSS, su caso fue recibido con indiferencia de parte de distintos médicos. Una cadena de decisiones del personal del ISSS acabó con la muerte de la doctora sin haber recibido la intervención quirúrgica que ella necesitaba.

Tras la publicación de El Diario de Hoy sobre la muerte de la doctora y el dolor que ha llevado a su madre, Margoth Miranda, a interponer una querella ante la Fiscalía General de la República (FGR), el ISSS compartió un comunicado sobre el caso. En este, la institución aseguró que se ha iniciado una investigación interna desde el “primer momento para determinar responsabilidades en la atención que se le otorgó a la doctora Mina Miranda”.

Añadió que esta investigación servirá no solo para identificar la participación y negligencia del personal médico que estuvo a cargo de la doctora, sino también del área de enfermería.

Sin embargo, la madre de la doctora Mina Miranda recuerda cómo pasó alrededor de una hora al lado del cuerpo de su hija sin que los médicos le informaran sobre su deceso ni sobre qué había pasado.

Tampoco le hicieron autopsia.

También recuerda el desdén con el que la trataron tanto el personal médico como de enfermería cuando ella reclamó por el trato que le habían dado a su hija.

Otros pacientes que también se encontraban en ese mismo piso fueron testigos del trato que recibió la doctora Mina Miranda. Al ser publicada la noticia, compartieron en las redes sociales de elsalvador.com que la doctora se quejaba hasta quedar inconsciente.

Ana Patricia ha dejado dos hijos en la orfandad, una niña de dos años y un niño de cinco años. Foto EDH/ Jonathan Tobías

 

El ISSS informó que las personas involucradas en el caso fueron separadas de su cargo, “de modo que no puedan atender a ningún otro paciente del ISSS”. El Seguro Social ha involucrado en su investigación a tres médicos de staff y a dos médicos residentes.

La querella que interpuso Miranda, a través de su apoderado legal, el abogado Wilfredo Alfaro, fue contra tres médicos, entre ellos el urólogo que la atendió.

Aunque en el ISSS le hicieron una ultra y un TAC desde las primeras consultas, por lo que se identificó el problema que tenía con el cálculo que le impedía orinar, no se ordenó que fuera operada.

La querella fue interpuesta por homicidio culposo. El domingo, el Fiscal General, Raúl Melara, publicó en su cuenta de Twitter que se comprometía a trabajar por investigar el caso. El ISSS publicó que colaborará en la investigación de la Fiscalía.

“Si las personas involucradas en este caso fueran encontrados culpables de cualquier delito, la institución se apegará a la ley”, dijo el ISSS.

“La dirección del ISSS se compromete a realizar todos los procesos necesarios para que nuestros derechohabientes cuenten con personal profesional y capacitado y que no se dé otro caso de negligencia en nuestras instalaciones”, aseguró.

“Este no es el único caso, me han contado de muchos. En parte me empujaron a denunciar porque nadie oye a nadie. Venimos de años de oír que la gente tiene miedo de ir al Seguro”, señala la madre de la doctora. Foto EDH/ Jonathan Tobias

Además comunicó que se solidarizaba con la familia de la doctora Mina Miranda.

Pero la madre de la doctora consideró que su dolor ninguna institución lo puede comprender. Tampoco la indignación que sintió al ver cómo trataron a su hija.

Alfaro, quien también es el representante legal la Asociación para la Defensa de la Salud y el Medio Ambiente (ADESAM-CORIBEL), dijo que lamentablemente este tipo de casos son recurrentes en el ISSS. Desde la asociación han acompañado por años a muchas personas que han perdido a sus familiares o han sufrido secuelas de negligencia médica.

Ante la respuesta del ISSS, Alfaro consideró que había doble moral. “Esta muerte ocurrió el 13 de diciembre y ellos nunca hicieron un pronunciamiento o al menos enviarlo a la Fiscalía para su investigación. Solamente actúan cuando se hacen los casos públicos. Si solo ellos los conocen se hacen encubridores de ellos. Creo que como institución debe hacer actuar a la Fiscalía tan pronto tengan conocimiento de que ha ocurrido un caso como este”.

Además, dijo que por años ha visto cómo, desde la FGR, muchos de los casos no llegan a ser investigados y los fiscales a su cargo dejan que prescriban.

“Eso realmente preocupa porque todos aquellos casos que no tuvieron oportunidad de hacerse públicos han quedado en la impunidad y han quedado abandonados a su suerte; (casos) de los mismos pacientes tanto del ISSS como del Ministerio de Salud”, dijo Alfaro.

Miranda manifestó que está dispuesta a seguir luchando por justicia hasta el final. Actualmente están exigiendo que el ISSS les entregue el expediente médico de la doctora.

En la denuncia también se exige una indemnización. Aunque sabe que nada le devolverá a su hija, su principal preocupación es ahora poder asegurar la educación y manutención de los hijos de la doctora Mina Miranda. Aunque aún son muy pequeños, el niño tiene cinco años y la niña tiene dos y medio, ellos han comprendido la muerte de su madre.

 

La madre ha colocado un altar con la fotografía de su hija, en su vivienda al sur de San Salvador. Foto EDH/ Jonathan Tobías

Al ver la foto de la doctora, la niña comenta en sus palabras: “A mi mami le dio calentura y se murió”.

Para Miranda, las palabras del ISSS y de la FGR carecen de peso si permiten que sigan ocurriendo más casos de muertes por negligencia y que no se dé justicia a los que ya existen: “Que realmente haya un trato humano, solo eso se pide”.

Surgen más denuncias

A raíz de la publicación, muchas personas se han puesto en contacto con El Diario de Hoy para denunciar sus malas experiencias en el ISSS.

El mal trato de parte del personal o la indiferencia a su situación es algo que se repite, de acuerdo a los comentarios.

Entre estos casos está el de una derechohabiente que pidió no ser identificada por temor a represalias. Ella expresó que también llegó a buscar atención para su esposo al ISSS el 13 de diciembre, día en que se celebraba el Día del Sindicalista, pero en su caso fue al Hospital Médico Quirúrgico.

Unos días antes ambos estaban en Estados Unidos visitando a unos familiares cuando el dolor que su esposo venía sintiendo por años en el abdomen se volvió insoportable. Tuvo que llevarlo a un hospital ahí y tras unos exámenes, le dijeron que él tenía un cáncer de hígado avanzado.

Esto los impresionó. Él había comenzado a sentir esos dolores en El Salvador desde 2018 y pese a que fue a consultar en muchas ocasiones, nunca recibió un diagnóstico. Incluso en una ocasión le dijeron que tal vez el dolor era “psicosomático”. Ante esta noticia tomaron la decisión de volver al país.

La siguiente semana se llenó de distintas visitas al MQ y al Oncológico en busca de atención. Ella expresa que en ningún momento ella exigía que lo curaran, lo único que pedían era un cuidado paliativo para que sufriera menos en sus últimos días. Sin embargo, ella asegura que fueron maltratados en distintas ocasiones y no le dieron nada para el dolor.

Al final, al ver que no recibirían atención, consiguieron el contacto de un médico quien los refirió a un hospicio donde su esposo pudo ser atendido durante sus últimos días. Él falleció el 17 de diciembre de 2019.

“Me queda la satisfacción que se fue tomado de mi mano. Pero antes fue un calvario espantoso, si hubiera sabido que iba a ser así no lo hubiera llevado ahí. Yo no quería que me lo curaran, solo quería que se sintiera atendido”, manifiesta.

GALERÍA: El dolor de una madre al perder a su hija por negligencia médica en el ISSS