Negar asilo a inmigrantes es “sentencia de muerte”, dicen activistas

Mientras tanto, el gobierno de México dejó claro que no está de acuerdo con este fallo, el que consideran “impresionante”.

descripción de la imagen
El agente de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos, Carlos Ruiz, detiene a una madre y una hija de Ecuador en Penitas, Texas. AFP

Por AP

2019-09-13 4:00:25

El fallo de la Corte Suprema que despeja el camino para que el gobierno de Donald Trump niegue casi todos los pedidos de asilo de los centroamericanos fue descrito por activistas como una “sentencia de muerte para muchos migrantes que le escapan a la pobreza y la violencia de sus paí­ses.

La nueva polí­tica permite rechazar las solicitudes de asilo de toda persona que pase por otro paí­s camino a Estados Unidos sin pedir primero asilo allí­.

Los migrantes que llegan por tierra a Estados Unidos desde sitios como Honduras, Guatemala y El Salvador ya no podrán pedir asilo, lo mismo que cualquier africano, asiático o sudamericano que trate de ingresar a suelo estadounidense a través de México.

“Nuestra Corte Suprema está sentenciando a la gente a muerte. Y no hay garantí­as, no hay instituciones que paren esta crueldad”, dijo la organización de ayuda a los migrantes Al Otro Lado en un comunicado.

El gobierno mexicano dijo que el fallo era “impresionante”. El impacto de la nueva polí­tica se sentirá con fuerza en México, que deberá hacerse cargo de decenas de miles de migrantes pobres y desesperados, que ya no tendrán esperanzas de ser admitidos en Estados Unidos.

El comisionado interino del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza Mark Morgan dijo que la decisión de la Corte Suprema representaba una “gran victoria” del gobierno de Trump en sus esfuerzos por contener la llegada de migrantes.

Un nicaragüense que ha estado esperando en Ciudad Juárez para solicitar asilo en Estados Unidos podrí­a ser de los afectados por la medida. Dijo que se fue de su paí­s después de participar en varias acciones de desobediencia civil contra el gobierno.

Cruzó Honduras camino al norte, lo que implica que tendrí­a que volver a esa nación sacudida por la violencia para pedir asilo bajo la nueva directiva. Pidió que no se usase su nombre porque declaraciones suyas difundidas por la prensa en el pasado generaron represalias contra su familia, según dijo.

“El presidente de Nicaragua es amigo del presidente de Honduras y lo que podrí­a hacer el presidente de Honduras es enviar de vuelta a los nicaragí¼enses a su paí­s”, manifestó. “Si vuelvo a Nicaragua, serí­a y procesado por los delitos que se me imputan: terrorismo y alta traición al gobierno de Nicaragua”.

En Tijuana el jueves por la mañana, Ngoh Elliot Takere, de Camerún, se paró a metros de territorio estadounidense y se sintió abrumado por la frustración tras enterarse de que probablemente no sea admitido su pedido de asilo en Estados Unidos. Lleva dos meses esperando que llamen su número para hacer la solicitud.

Este fabricante de muebles de 28 años dijo que se fue de su paí­s, que está en guerra, después de ser detenido por la policí­a por ser parte de una minorí­a angloparlante. Fue liberado con la condición de que se vaya del paí­s porque de lo contrario serí­a asesinado, según dijo.

Afirmó que los militares quemaron la casa de su familia y mataron a su madre.

Al mencionarse la posibilidad de que Estados Unidos no acepte su solicitud de asilo, respondió: “No puedo pensar que eso va a suceder”

“En Estados Unidos sé que recibiré protección”, agregó.

No está claro por ahora cómo ni cuándo entrará en vigor la nueva norma de asilo de Estados Unidos, ni cómo afectará a las 45,000 personas que fueron enviadas de vuelta a México para que presenten su solicitud allí­ y esperaban turno para hacer el pedido.

La orden de la Corte Suprema dada a conocer el miércoles deja sin efecto temporalmente una decisión de un tribunal inferior que habí­a bloqueado la nueva polí­tica sobre asilo en algunos estados de la frontera. Ahora Trump puede hacer cumplir la directiva en cualquier lado mientras se sigue ventilando el tema en los tribunales.

La decisión contradice lo que fue la postura estadounidense durante décadas.

“¡GRAN VICTORIA del asilo en la frontera en la Corte Suprema de Estados Unidos!”, proclamó Trump en un tuit.

Las juezas Ruth Bader Ginsburg y Sonia Sotomayor se opusieron al fallo.

“Una vez más, la rama ejecutiva emite un fallo que revierte viejas prácticas en relación con los refugiados que buscan amparo de la persecución”, escribió Sotomayor.

Las personas que piden asilo deben someterse primero a un interrogatorio en el que tienen que demostrar que sienten un “miedo creí­ble” de volver a su paí­s, un obstáculo que la mayorí­a supera. Bajo la nueva polí­tica, no pasarí­an ese obstáculo a menos que hayan pedido asilo en algún otro paí­s y la solicitud haya sido rechazada. Se les iniciarí­a un proceso de deportación rápida y serí­an transportados a sus paí­ses.

El abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles que representa a grupos de activistas en este caso, Lee Gelernt, dijo que “esta es una medida temporal y esperamos prevalecer al final del dí­a. Están en juego las vidas de miles de familias”.

Morgan sostuvo que el gobierno de Trump está “haciendo todo lo que puede” para lidiar con lo que describió como la crisis de la frontera.

Los migrantes con solicitudes válidas “deberí­an pedí­r ayuda y asilo en el primer paí­s al que llegan”, expresó Morgan el jueves en Fox News. “No deberí­an pagarles a carteles miles de dólares, arriesgar sus vidas recorriendo 1000 millas (1600 kilómetros) y cruzar varios paí­ses para recibir ayuda”.