Abuso de fuerza de Bukele genera condena dentro y fuera de El Salvador
Voces dentro y fuera del país se han plantado críticas ante las últimas acciones del mandatario, quien ordenó militarizar el Congreso para presionar a los diputados.
Nayib Bukele ya no tiene quien lo defienda. Al menos no con argumentos sólidos. Llevar policías y militares al Salón Azul de la Asamblea Legislativa ha alejado a algunas personas que le daban un voto de confianza al presidente de la República.
Con las acciones del pasado domingo, el mandatario mostró un tinte de autoritarismo que no se había visto en El Salvador en varias décadas. Hay gente que sigue avalando las acciones del mandatario, pero estos son funcionarios de gobierno o del círculo cercano del mandatario.
Al margen de estos grupos, parece haber un consenso entre académicos, profesionales del derecho y observadores nacionales e internacionales de que Bukele cruzó ayer una peligrosa línea.
Uno de ellos, acaso el más importante de los actores que el lunes se pronunció, fue el embajador de Estados Unidos, Ronald Johnson. “No apruebo la presencia de la Fuerza Armada en la Asamblea”, dijo. Además, el diplomático añadió que los avances del país solo se mantendrán “si todas las ramas del gobierno trabajan de manera independiente, respetan el estado de derecho, mantiene el rol no político de la Fuerza Armada y la PNC, y promueven la estabilidad”. Antes de estos eventos, públicamente se había mostrado cercano al mandatario y le respaldó en múltiples ocasiones.