El presidente electo Nayib Bukele reconoció ayer que uno de los principales problemas que encarará su gestión desde que tome posesión del Ejecutivo el uno de junio es la inseguridad ciudadana y su impacto en el país, que trastoca todos los niveles de la vida nacional y que se agrava con el incremento de los homicidios recientes. Dice que esto lo obligará a “reformular” las medidas para combatir la inseguridad contempladas en su plan de gobierno denominado Plan Cuscatlán.
Bukele explicó que ese será un problema que requerirá mucho esfuerzo de su equipo, siendo esta la principal queja de la población salvadoreña. Añade que es un problema que hereda del gobierno saliente del FMLN que se ha acentuado con el incremento de la violencia en los últimos meses luego de ser elegido como mandatario para el período 2019 – 2024.
“Nosotros tenemos un plan que lo planteamos en enero, el Plan Cuscatlán es el plan global donde el tema de seguridad es uno de los más importantes, pero con base a todo lo que ha estado sucediendo creo que tendremos que reformular algunas cosas, la situación no es nada alentadora y es un reto grande que tendremos que enfrentar a partir del 1 de junio”, dijo Bukele.
El presidente electo ofreció declaraciones a la prensa nacional e internacional antes de participar en un conversatorio en el marco de la 49 edición de la Conferencia de las Américas organizada por el tanque de pensamiento Consejo de las Américas, realizado en la sede del Departamento de Estado en Washington, DC.
También acotó que la escalada de violencia, que incluye los picos de homicidios en los últimos días con ataques directos contra agentes del Ejército y la Policía, complica los márgenes de acción para otros temas que prevé atender en su mandato presidencial.
Bukele cree que si no hay una solución para resolver la violencia en el corto plazo será difícil reactivar el turismo, las inversiones y el desarrollo del agro, entre otros rubros que reclaman apoyo.
“De hecho la violencia en El Salvador ha subido en los últimos meses y ese es uno de los retos más grandes que tenemos porque afecta todos los temas como turismo, inversión. El agro no se puede desarrollar si tenemos la delincuencia como la tenemos ahora, es nuestra prioridad porque es transversal a todo; probablemente será un tema prioritario a resolver en la administración”, reconoció.
En cuanto a las deportaciones de criminales por parte del gobierno de Estados Unidos, especialmente pandilleros que huyen del país y son capturados por las fuerzas del orden de la nación norteamericana, el presidente electo, dijo que en ese tema, su prioridad es resolver los problemas y no echar la culpa a otro país, en este caso la potencia del norte.
Al próximo mandatario no le preocupan las amenazas y órdenes dadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de cortar la ayuda económica de cooperación para El Salvador y los otros países del Triángulo Norte de Centroamérica, que incluye a Guatemala y Honduras ante el incremento de migrantes que dejan estos países para buscar entrar de manera indocumentada a su país. Bukele comentó que por el contrario, la ayuda estadounidense se ha incrementado y que no ve peligro de un corte.
“La verdad es que hemos tenido un incremento de la ayuda, ahorita El Salvador aparte de la ayuda normal que tiene de Estados Unidos y todas sus agencias, se ha incrementado la ayuda para el combate al narcotráfico y para tráfico humano, para combatir el tráfico de armas y lavado de dinero… Si, el presidente Trump ha dicho eso, pero creo que lo ha dicho más como una advertencia a los países que sino colaboran con los planes de Estados Unidos, en el caso de El Salvador, a pesar de lo que él dijo nos hemos sentado con personeros muy cercanos al presidente Trump y ha sido todo lo contrario”, explicó Bukele.
El FMLN “secuestró” la diplomacia salvadoreña a cambio de petrodólares
El presidente electo Nayib Bukele cargó en contra de las filas del FMLN que le catapultó a las alcaldías de Nuevo Cuscatlán y San Salvador, y que se negó a llevarlo a la Presidencia, y acusó al partido de izquierda de secuestrar las relaciones diplomáticas e internacionales de El Salvador y supeditarlas al régimen venezolano a cambio de petrodólares.
Bukele comentó que al tomar el poder ordenará investigar a los personeros del partido de izquierda que han utilizado esos recursos venezolanos para su propio enriquecimiento, con el agravante de haber hipotecado la soberanía nacional a los designios de Venezuela.
“En El Salvador lo que hay ahorita es un gobierno que ha secuestrado la diplomacia de El Salvador y se la ha vendido al régimen venezolano a cambio de dinero de ALBA para manos privadas. Hemos dicho que vamos a investigar a dónde va a parar ese dinero y juzgar. Porque si se embargó la soberanía de El Salvador para apoyar a un régimen como el de Venezuela a cambio de dinero personal, pues nosotros vamos a congelar ese dinero que no pertenece a estas personas”, dijo a la prensa internacional en EE.UU.
Ya en el conversatorio moderado por Michelle Caruso-Cabrera el presidente electo ahondó en la postura de El Salvador en todo el marco de las relaciones internacionales y cuestionó la apertura con China y el cierre con Taiwán, pero dijo que no se ha tomado una decisión al respecto de una marcha atrás al estado anterior a 2018.