LA UNIÓN. Se han extinguido los bancos naturales de curiles, almejas, mejillones y cascos de burro de los municipios de San Alejo y Conchagua, en la bahía de La Unión, aseguraron pescadores artesanales de las comunidades costeras.
“Aquí no hay moluscos, la mortandad nos despedazó afectando a todas las familias que dependemos de ese recurso para la subsistencia”, dijo Mártir Pérez, presidente de la cooperativa de pescadores El Conchillal, de cantón Huisquil, de Conchagua.
En noviembre pasado, aparecieron millones de moluscos muertos en los esteros de Ramaditas, frente a los manglares del área del cantón Huisquil, las islas El Rico, y Perico; lo que dejó sin el recurso a unas 2,000 familias que se dedican a la extracción para el consumo o venderlos en en los mercados o restaurantes de los municipios de La Unión, Santa Rosa de Lima y San Miguel.
Los moluscos siguen muriendo, pero “de forma lenta”. Lo que han notado los lugareños es que cuando los extraen de los esteros, deben consumirlos el mismo día o en un lapso de cuatro horas sino mueren. Antes los podían tener cuatro o cinco días, una vez ya extraídos del lodo, y el molusco aún seguía vivo.
La almeja rayada y los mejillones desaparecieron. Lo poco que están sacando son cascos de burro y curiles.
No hay forma de recuperar el recurso, aseguran los lugareños.
En la pesca también hay pérdidas, es poca la producción de peces posiblemente por el calentamiento de las aguas, que provoca que los peces busquen aguas más cálidas.
El presidente de la cooperativa de pescadores El Conchilla dijo que lo único que han hecho las instituciones del Estado es enviar a los técnicos a sacar muestras de agua y de los moluscos, sin que hasta el momento les hayan dado una respuesta de la causa de la muerte.
“Estamos molestos, tenemos tres meses de pérdidas, la gente está desesperada porque se nos terminaron los grandes bancos de moluscos que teníamos en los esteros; aquí no hemos visto ninguna ayuda que el gobierno nos haya traído, tampoco ninguna alternativa para subsistir”, reclamó Pérez.
Agregó que el problema de los moluscos debe considerarse, por parte del Estado, como una emergencia en la zona. “Estamos en los peores meses, desde enero hasta mayo la pesca es mala por el calentamiento de las aguas el pescado huye y los fuertes vientos nos hace que no salgamos a trabajar”, explicó.
Armando Rosales, pescador y miembro de la cooperativa, calculó que las pérdidas por persona es de 20 dólares diarios, debido a que ya no hay moluscos y los pocos curiles y cascos de burros que logran sacar están débiles y no resisten mucho, se mueren.
“Estamos desesperados porque tenemos deudas que saldar con los bancos; aquí la gente se preocupa porque hay días que no tienen para darle de comer a sus hijos porque no hay curiles ni cascos”, agregó Rosales.
Henry Vásquez, presidente de la Federación de Cooperativas de Pescadores y Acuicultores de Oriente (FECOPAO), dijo que están evaluando hacer una denuncia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra el Estado salvadoreño para que verdaderamente tome importancia al problema de la muerte de los moluscos.
La cooperativa El Conchillal aseguró tiene pérdidas alrededor de $20,000 en los viveros de producción de casco de burro, curiles y de ostras.
El fin de semana pasado, el biólogo mexicano Neftalí Gutiérrez participó en las investigaciones sobre muerte masiva de los moluscos, en los esteros de la bahía de La Unión, en los municipios de San Alejo y Conchagua.
Junto al mexicano, participaron los técnicos de la División de Servicios Veterinarios de la Dirección General de Ganadería, el Centro de Desarrollo de la Pesca y Acuicultura (Cendepesca), ambas dependencias del Ministerio de Agricultura y Ganadería, y el biólogo del Modelo Educativo Gradual de Aprendizaje Técnico y Tecnológico (Megatec) de La Unión, Armando Navarrete.
La visita técnica fue apoyada por los pescadores de la cooperativa El Conchillal, de cantón Huisquil; visitaron los esteros Punta Arenas, El Cáhuano, La Salina, y Los Jiotes.
Gutiérrez explicó que recolectaron muestras de cascos y curil con el propósito de hacer un estudio patológico para saber las condiciones fisiológicas de los animales y hacer un diagnóstico molecular de las enfermedades más comunes en los moluscos.
Añadió que en Honduras también hay problemas de muerte de los moluscos y.también, están trabajando en extraer las muestras para determinar la causa.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través de un comunicado, informó que las muestras serán llevadas al Laboratorio de Biología Molecular del Centro de Investigaciones del Noroese (CIBNOR) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), organismo del gobierno de México.
Hasta el momento, las investigaciones continúan para determinar con precisión la causa de la mortalidad de los moluscos.
Algunos expertos consultados por El Diario de Hoy, que prefieren omitir su identidad, manifestaron que el tema de los patógenos va surgiendo con el cambio climático. Las aguas de la bahía de La Unión, tienen la categoría de aguas blandas, es decir tiene bajo el nivel del calcio, las sales, sodio.
A finales de noviembre de 2019, biólogos del Modelo Educativo Gradual de Aprendizaje Técnico y Tecnológico (Megatec), de La Unión, aseguraron que la muerte de miles de moluscos fue causada por el parásito Perkinsosis.
Además, informaron que entre los resultados encontrados en el agua está la concentración de nitritos (relacionados con la sal) mucho más alta que en las investigaciones anteriores.
El presidente de la cooperativa, asegura que los técnicos de los ministerios tienen tres meses de estar sacando los muestras, y sin tener resultados, “solo el biólogo del Megatec es quién dio un resultado de la posible causa de la muerte”, agregó.