Militar ahogado en río Torola quería ser suboficial del Ejército

Sus padres quieren que se investigue cómo murió su hijo; han sabido que no hubo quién lo auxiliara al ver que se ahogaba. Miguel y Daysi afirman que el ministro de Defensa les dijo, en el funeral, que están en su derecho pedir que sea investigado el caso.

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Daysi Romero y Miguel Ángel Méndez sostienen la foto de su hijo, el subsargento Miguel Ángel Méndez Romero, quien murió ahogado el sábado anterior en el río Torola . Era el segundo de nueve hijos que ha procreado la pareja. Fotos EDH / Francisco Rubio

Por Jorge Beltrán Luna @Jbeltranluna_

2021-04-20 9:40:42

Aprobar el curso de comando de montaña no es asunto fácil. Son ocho semanas muy azarosas. Muchos de los que se inscriben en ese curso lo abandonan. Pero esto no pasó con el subsargento Miguel Ángel Méndez Romero.

De diez militares de alta en la Segunda Brigada de Infantería (con sede en Santa Ana), que se inscribieron en ese curso, solo Méndez Romero había resistido; los otros nueve no lo superaron por la dureza del entrenamiento y de las pruebas.

Pero Méndez Romero quería aprobarlo para tener la posibilidad de ascender a sargento; pues con ese grado se convertía en suboficial y ello le daba una gran posibilidad de hacer de la vida militar un trabajo permanente en el Ejército.

Daysi Romero, madre del subsargento Méndez Romero, sostiene la foto de su hijo en la que aparece uniformado. Era
el segundo de nueve hijos que han procreado con Miguel Ángel Méndez. Foto: EDH / Francisco Rubio

Eso les había comentado a sus parientes que hoy están de luto por su muerte.

Miguel y Daysi, sus padres, afirman que era quien más les ayudaba económicamente. Era el segundo de nueve hijos que tuvieron.

Fiscalía indaga caso de cadete hospitalizado

Fuentes militares informaron a este Diario, que el lunes anterior, funcionarios de la Fiscalía General de la República llegaron al Hospital Militar Central como parte de las investigaciones que realizan para determinar responsabilidades en el caso de un cadete que sufrió graves lesiones en la cabeza al caerse de un techo dentro de la Escuela Militar.

En el entorno en que vive la familia Méndez Romero hay pocas posibilidades de superación para los jóvenes. Esa familia vive en una zona rural de Chalchuapa, en donde la única opción es trabajar en las fincas cafetaleras o en la agricultura de subsistencia, con un sueldo promedio mensual de 120 dólares.

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Las otras dos opciones son ingresar a la Policía Nacional Civil (PNC) o a la Fuerza Armada (FAES).

Pese a las carencias económicas, Miguel Ángel logró terminar el bachillerato. Intentó ingresar a la PNC y aunque superó todas las pruebas, al parecer alguien habló mal de él y no pudo convertirse en policía, a pesar de que sus padres afirman que era un buen hijo, bien portado e inteligente. Entonces se decidió por la otra opción: ingresar al Ejército.

El curso de comando se imparte en el Destacamento Militar No. 4, con sede en San Francisco Gotera, departamento de Morazán. Fotos EDH /Secretaría de la Presidencia

En poco tiempo, Miguel Ángel había logrado obtener dos grados en poco más de seis años. Eso también no lo logran muchos y por ello, al cumplir los siete años dentro de la Fuerza Armada, les dan de baja si no han hecho méritos para seguir. Ese no era el caso de Miguel Ángel.

Su anhelo era hacerse suboficial y para ello tenía que obtener el grado de sargento, pero para tener la posibilidad de ascender a ese grado, debía pasar el curso de comando de montaña, que se imparte en el Destacamento Militar No. 4, con sede en San Francisco Gotera, departamento de Morazán.

En la recta final

En el desarrollo del curso de comando, que dura ocho semanas, Miguel Ángel ya había sufrido un accidente, según comentó a sus familiares. En circunstancias que no les detalló, había sufrido un golpe en la cabeza por lo cual había estado rebajado (incapacitado) por cuatro días.

Sin embargo, él continuó en el curso. Ya estaba en la recta final.

Pero el sábado anterior, durante una prueba de resistencia, los instructores los llevaron al río Torola, para lanzarse a la poza conocida como El Cajón, desde el puente que conecta Osicala con Meanguera.

De acuerdo con fuentes militares consultadas por El Diario de Hoy, es obligación que en esa prueba haya personal lo suficientemente capacitado y preparado para auxiliar a los alumnos cuya vida esté en peligro inminente.

Pero, al parecer, según las fuentes, Miguel Ángel se ahogó porque no hubo quien lo auxiliara. Eso lo saben los padres del subsargento y por eso es que quieren que se investigue para determinar si fue realmente un accidente o fue negligencia de parte de los instructores.

Miguel y Daysi consideran que si se determina que su hijo se ahogó por la irresponsabilidad de alguien, pues que se haga justicia. El lunes anterior, durante el sepelio, el ministro de Defensa les dijo que era opción de ellos si acudían a las instancias correspondientes a pedir que se investigue.