“¡Ayúdame, ayúdame, mi hijo está enfermo, muchos días ha sufrido mucho… un poquitito de leche. Ayúdame, justicia por favor!”, eran los gritos desesperados de una mujer de origen haitiano junto a su pequeño hijo de 1 año y dos meses en un recinto improvisado como centro de retención de inmigrantes en Tapachula, Chiapas (México), fronterizo con Guatemala.
Esta mujer dejó al descubierto el otro drama que viven haitianos y africanos al sur de México en su intento por llegar a Estados Unidos.
Asomada debajo de la puerta principal del Recinto Ferial Mesoamericano, que las autoridades mexicanas han usado para tener a los inmigrantes, la mujer pedía auxilio porque según dijo allí eran víctimas de malos tratos y que los responsables del albergue no les daban de comer ni atención para su hijo que tenía fiebre.
Medios mexicanos reportaron imágenes y videos donde se ve a la mujer clamando ayuda y a miembros de las fuerzas del orden mexicanas dentro del recinto, aunque no se observan forcejeos. Según los reportes periodísticos, los inmigrantes intentaron escapar del centro de retención y fueron contenidos.
De acuerdo a las notas de medios mexicanos, los haitianos tienen más de 10 días de estar retenidos, mientras que hay africanos que ya tienen alrededor de 90 días. Las autoridades mexicanas les han dicho que les darán su pase de salida hasta el próximo 7 de agosto.
Por su parte, el Instituto Nacional de Migración señaló que en el albergue de Tapachula los inmigrantes cuentan con servicio de alimentación tres veces al día, agua potable, productos de aseo personal, colchonetas y atención médica, según reportó el diario mexicano Excelsior.