Lo que nadie en el Barcelona quería oír se hizo realidad ayer. Su capitán, el argentino Lionel Messi, sufre una elongación en el abductor de la pierna izquierda que lo tendrá, al menos para el partido del fin de semana contra el Getafe, fuera de los terrenos de juego, pero que puede llegar, incluso, hasta el juego contra el Inter de Milán por la Liga de Campeones.
Messi se sometió ayer a los respectivas las pruebas médicas en las instalaciones sanitarias del club catalán, las que confirmaron la lesión, pero desde el club aún no se habla de tiempo de recuperación.
Eso sí, Messi no participó en el entrenamiento que la plantilla azulgrana hizo ayer en la Ciudad Deportiva Joan Gamper y es baja prácticamente segura para el partido por LaLiga que el Barça disputará el próximo sábado en Getafe.
En ese tipo de lesión, la baja médica suele ser de entre cinco y diez días. Si se prolonga hasta el partido contra el Inter, todo señala que lo haría el próximo 6 de octubre, frente al Sevilla.
El crack argentino se lesionó en el minuto 28 del encuentro liguero ante el Villareal, tras una jugada fortuita con Ontiveros. El ‘10’ fue atendido durante unos minutos en la banda antes de completar la primera mitad, pero fue sustituido por precaución por Ousmane Dembélé al descanso.
Era el primer partido que disputaba Messi como titular, tras participar media hora en Dortmund y la segunda parte en Granada, después de arrancar la temporada lesionado al caer el 5 de agosto en su primer entrenamiento por un percance en el sóleo del gemelo derecho, otra lesión distinta. Luego recayó el 21 de agosto antes de recibir el alta médica el 16 de septiembre, hasta que se lesionó de nuevo, el partido pasado.