Los tres agentes serán enjuiciados por el delito de homicidio agravado. El juzgador fundamentó su decisión en la ampliación del peritaje forense, en el que se establecen que Camila presentaba golpes, hematomas, excoriaciones y heridas en todo el cuerpo de la víctima, no característicos de un atropellamiento automovilístico, como pretendieron los abogados defensores en la audiencia preliminar.
La víctima identificada como Nelson Arquímides Díaz Córdoba, alias Camila, una mujer trans murió en el hospital Rosales tres días después de haber sido rescatada del kilómetro 5 y medio de la prolongación del bulevar Constitución.
De acuerdo con la resolución del juez Blanco, agentes del 911 fueron alertados de que un travesti se encontraba haciendo escándalo (supuestamente lanzando piedra a los carros) en las afueras de un centro médico policial ubicado sobre la 23a. Avenida Norte, cerca del hospital Bloom.
Al llegar al lugar, los agentes valoraron que aunque la persona denunciada estaba endrogada, no determinaron que había cometido delito y lo que la ley manda en estos casos era neutralizarla, esposarla y llevarla a su residencia.
Fue así, como los agentes acusados partieron hacia la dirección que ella les indicó, pero en el kilómetro cinco y medio, le quitaron las esposas y la dejaron.
Poco después vecinos de la zona alertaron al Sistema 911 que una persona sangraba por la boca y que requería auxilio. La Policía coordinó con una ambulancia del ministerio de Salud y más tarde fue trasladada al hospital Rosales donde tres días después murió.
El expediente médico del hospital Rosales estableció que la víctima que había muerto presentaba golpes y hematomas similares a un vapuleo.
La Fiscalía investigó el caso y ordenó la captura de los agentes que llevaron a Camila a su casa como sospechosos de haberla lanzado desde una patrulla en marcha en Mejicanos.
Ayer, el juez Quinto de Instrucción dijo que aunque no habían testigos ni vídeos que reflejen el momento en que la víctima es lanzada al pavimento, existe gran probabilidad que los procesados lo hayan hecho y eso sería verificado en el juicio.
Como agravante, el juez señaló que en el hecho se vieron involucrados tres agentes policiales armados que valiéndose de su autoridad, habrían actuado contra una persona que se hallaba esposada y bajo los efectos de la droga.