En Montebello, el temor al volcán sigue vigente 38 años después

En esa colonia, al poniente de Mejicanos, cada vez que la lluvia azota revive el riesgo de un deslave

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María Orbelina Ramírez de Cruz, de 75 años, vive en la zona de la Montebello FOTOS EDH/ FRANCISCO RUBIO

Por Francisco Rubio

2020-11-18 9:45:13

Residentes de la colonia Montebello, en Mejicanos, poco o nada saben sobre quién es el cargo de las evacuaciones en caso de emergencia, ni dónde estaban los albergues; pese a que ellos viven en zona de riesgo, esa zona fue marcada por una tragedia hace 38 años y que la municipalidad habilitó 2 de 15 albergues para quienes deseaban evacuar sus casa, por estar en zonas vulnerables.

En Montebello hay una vivienda conocida como “La casa rosada” por su distintivo color y por ser la única que quedó en pie durante el deslave de 1982 que alcanzó 300,000 metros cúbicos de tierra desde la zona del volcán de San Salvador hasta la casa mencionada.

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Búsqueda de cadáveres bajo toneladas de lodo y piedra en la Colonia Montebello, tras el deslizamiento. Foto EDH/ Archivo

En la zona son conocidas las personas que sobrevivieron la tragedia, una de ellas es Alicia Ávalos de 77 años. Ella, su esposo y sus hijas lograron sobrevivir al subirse a una pared desde donde alcanzo a ver como la corriente de lodo, piedras y árboles arrastraban a sus vecinos. Alicia formó parte de Protección Civil junto a una de sus hijas, que falleció hace 1 mes.

Años después aún sigue viviendo en Montebello y conoce los riesgos que presenta la zona, por ello le advierte a sus vecinos con su experiencia personal y profesional como ex miembro de Protección Civil .

En el deslave de la Montebello fallecieron 550 personas, dejó 2,000 damnificados y 200 desaparecidos hace 38 años. Foto EDH

La colonia Lorena queda unas cuadras arriba de la casa rosada, en el lugar se encuentran casas de láminas a las orillas de un río. El día que ocurrió el reciente deslave de Nejapa, los pobladores se asustaron ya que llegaron restos de lodo y piedras a la zona; no se vieron afectadas las viviendas pero sus habitantes decidieron moverse del lugar.

María Orbelina Ramírez, de 75 años, vive con su hijo Víctor Ramírez, de 41 años, en un taller mecánico en la colonia Lorena. Ellos cuentan que el deslave de 1982 arrastró hasta su casa el cuerpo de dos mujeres. Ellos están conscientes del peligro que representa la alarma de una tormenta, así que buscan arreglar el techo de lámina colocando bolsas “Vamos a estar bien primero Dios”, comenta María.

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En Montebello hace un año existía un Observatorio Meteorológico, ubicado en una de las viviendas más altas de la zona, dicho observatorio había sido creado por el comité de vecinos para avisar a los habitantes de movimientos en la zona del volcán de San Salvador, del lado del sector conocido como Picacho.

Hace un año el comité se deshizo por diferencias entre sus miembros, lo que ocasionó que se retirara la alarma. La dueña de la casa donde estaba ubicado el observatorio comenta que el comité había prometido colocarlo en otra vivienda pero hasta el momento no conoce la ubicación.

San Salvador 16-09-2018. La única casa que quedó en pie en 1982 ocurrió un deslave en la colonia Montebello donde un aproximado de 500 personas fallecieron. Los habitantes de la zona recuerdan el hecho. Foto EDH. Lissette Monterrosa

María de la Paz, de 54 años, ha estado presentando dolor en los riñones desde hace unos meses, haciéndole difícil el caminar o levantarse de la cama así que su hija Sandra Campos, de 29 años, le ayuda en una venta de tortillas que queda dos cuadras a la derecha de la casa rosada. Ambas conocen lo que pasó en el lugar hace 38 años y están conscientes que el área durante las tormentas siempre está en alerta roja.

Durante la tormenta Amanda decidieron evacuar a una casa comunal que había habilitado la alcaldía de Mejicanos pero mencionan que fue una experiencia nada placentera, física y mentalmente, ya que no sabían cuándo regresarían a sus hogares.

Ahora, al enterarse de la amenaza de la tormenta Iota, madre e hija tomaron la decisión de preparar 4 mochilas con medicinas, ropa, comida no perecedera y lámparas. “Tenemos que estar pendientes del volcán, esperamos que no vuelva a pasar una tragedia, yo tengo a mi hija, que es la que más me preocupa, si nos toca irnos nos vamos”, dice Sandra.

 

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Arriba de Montebello se encuentra la calle antigua a Zacamil, donde hay una pequeña casa de láminas donde vive Rosa Elena Mejía de Quintanilla. Ella se mudo a la comunidad poco después del deslave; “al llegar acá miraba cruces enfrente de lo que antes eran casas”, dice.

Los habitantes del lugar conocen el riesgo, por eso algunos se preparan para desalojar sus casas e irse a vivir algún tiempo con familiares o vecinos en mejor condición, especialmente porque en el lugar no hay un grupo encargado de las evacuaciones.

Muchos de ellos desconfían de las autoridades ya que en años anteriores llegaron policías y militares a la zona a pedirle a las personas que se retiraran de sus casas pero sin dar mayor dato de que lugar o zona deberían de transportarse.