Perdió sus manos en la guerra, pero Max halló en la apicultura su modo de subsistencia
Max Navarro es un lisiado de guerra que encontró en la crianza de abejas una forma de ganarse la vida y contribuir a la economía de su comunidad, en El Paisnal, al norte de San Salvador.
Desde hace 20 años, Maximiliano Navarro se dedica a elaborar productos comestibles y medicinales a base de miel, en San Salvador. Su producto se llama “La Mielagrosa”, y es distribuido en distintas partes del país y el extranjero.
La jornada laboral arranca desde tempranas horas para Maximiliano Navarro, mejor conocido en el casco urbano de El Paisnal como Juan Pastor, por el seudónimo que adoptó durante el conflicto armado. Algunos le dicen simplemente Max.
Navarro perdió sus brazos y el ojo derecho en 1986, al explotar una mina que accidentalmente pisó en un campo de los alrededores de El Paisnal, mientras combatía en las filas de las FPL.
A pesar de los daños sufridos, él logró salir adelante durante su recuperación y en los años posteriores a la guerra gracias a la agricultura y la apicultura (crianza de abejas).
“Esto es totalmente distinto a todo tipo de trabajo que hay, respecto a la producción”, asegura el veterano, al preguntarle la razón por la que escogió la apicultura como forma de sustento.