Más de 5,000 cirugías pendientes en los principales hospitales públicos

Francisco Alabí, ministro de Salud, admitió ayer que hay unos 500 procesos quirúrgicos sin atender por hospital; el sistema público tiene 30 sanatorios.

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Desde marzo pasado, las cirugías programadas y electivas fueron suspendidas, debido a la estrategia que utilizó el Gobierno para el combate a la pandemia de COVID-19. Foto EDH / Archivo

Por Evelia Hernández/ Carlos Vides

2020-09-07 9:30:25

Francisco Alabí, ministro de Salud, confirmó ayer que “existe una mora quirúgica bastante alta, en general por hospital puede rondar entre 500 a 600 cirugías remanentes”, ya que el sistema sanitario del país se enfocó en la atención a la pandemia por COVID-19, lo cual dejó de lado a mucha población que necesitaba pasar por quirófano desde el inicio de la emergencia, en marzo pasado.

Esta decisión dejó sin atención, sin citas o con reprogramaciones largas a personas que padecen enfermedades renales, cardíacas, tratamientos oncológicos o sospecha de cáncer, etc., entre otras patologías.

Las cifras que mencionó el ministro, sin embargo, no concuerdan con el archivo histórico de operaciones en cuatro de los principales hospitales del país, lo que lleva a concluir que más de 5,403 cirugías dejaron de producirse durante los primeros seis meses, solo tomando en cuenta datos de los hospitales Zacamil, Bloom, Rosales y los regioneales de Santa Ana y San Miguel.

“Si en condiciones normales, un paciente podía llegar a esperar hasta 12 a 18 meses por una cirugía, imagínese después de haber esperado eso que le digan: ‘está suspendido por la pandemia’. Es volver a empezar el proceso, y tomarse otro año mientras se vuelve a programar. Lógicamente, las enfermedades van progresando”

Francisco Alabí, .

En el Rosales, uno de los centros de Salud con mayor demanda de cirugías especializadas, se dejaron de hacer 1,962 cirugías mayores, en comparación con la producción de cirugías del 2019, cuando se realizaron 6,034.

Hubo una importante reducción en las cirugías de emergencia, pues solo han hecho 901, mientras que el año pasado se contabilizaron 2,075, según los datos de la Evaluación del primer semestre del Plan Operativo del Hospital Rosales.

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El hospital Zacamil dejó de producir 1,468 cirugías en seis meses, de las 4,026 que se habían agendado como meta para ese periodo, según el documento Evaluación del Plan Operativo Anual 2020.

En el hospital regional San Juan de Dios de Santa Ana, la expectativa para este 2020 era de reducir la mora quirúrgica, que desde el 2016 se iba bajando. En ese año se realizaron 3,867 cirugías mayores; para el 2017 fueron 4,036; en 2018 realizaron 4,083; y para el 2019 fue de 4, 690. Se desconoce la mora quirúrgica actual en este centro.

El hospital regional de San Juan de Dios de San Miguel, según el Sistema de Programación, Monitoreo y Evaluación de Actividades Hospitalarias, de abril a junio registra 2,847 cirugías mayores programadas, sin embargo solo se realizaron 1, 386.

Es decir, 1,461 cirugías electivas, de emergencia o ambulatorias es la mora que reporta el principal hospital del oriente del país.

El hospital que presenta menor número de cirugías suspendidas es el hospital de Niños Benjamín Bloom, en el cual de las 3,048 cirugías programadas, se realizaron 2,798, para una mora quirúrgica de 512 cirugías.

Plan “quirófano único”

Alabí, en plática con Radio 102 Nueve, dijo que como salida tienen pensado habilitar el programa del quirófano único, con el cual colocarán horarios escalonados y nocturnos, para que los quirófanos que no se están ocupando en la actualidad entre 7 a.m. y 3 p.m., sí puedan ser utilizados, para beneficio de la población.

Alabí comentó también que hospitales nacionales, como el Rosales, Zacamil y de la Mujer ( antes Maternidad), ya retomaron la actividad en cuanto a cirugías pendientes.

En cuanto a este programa del quirófano único, el cirujano Carlos Ramos Hinds, quien laboró muchos años en el Hospital Zacamil, confirmó que “en todos los hospitales los quirófanos se subutilitzan, en las noches y fines de semana. Poner atención para que atienda a esas horas puede ser viable, pero no sé qué personal van a poner. Si pondrán el que ya está, es explotación. Sin van a contratar personal nuevo, que lo contraten con prestaciones y buenos salarios”.

El médico hizo énfasis en el daño que se ha hecho en la salud de las personas que no pudieron ser operadas durante todos estos meses, debido a que Salud no manejó bien la emergencia por COVID-19.

“Si en condiciones normales, un paciente podía llegar a esperar hasta 12 a 18 meses por una cirugía, imagínese después de haber esperado eso que le digan: ‘está suspendido por la pandemia’. Es volver a empezar el proceso, y tomarse otro año mientras se vuelve a programar. Lógicamente, las enfermedades van progresando”.

El médico salubrista Ricardo Lara se enfocó en el sufrimiento del paciente, y cuestionó: “¿Qué le ofrecieron mientras se retrasó su procedimiento, cuando se le suspendió su operación que estaba programada?”, y consideró que hay una “parte inhumana de este sistema de salud”, pues no previeron estas necesidades ni la calidad de vida que tuvieron los pacientes durante todos estos meses.

A juicio de Lara, el error fue apostarle a un Hospital El Salvador “que llegó dos meses tarde, extremadamente tarde”, y que en el camino “se nos contagió todo el sistema de Salud”.

Para Lara, el ministerio debió tener una planificación de hospitales seguros, en los cuales no tenía que ingresar ninguna persona con COVID-19 sino ser referida a centros médicos que recibieran casos positivos. La meta habría sido que esos hospitales seguros pudieran mantener la atención para operaciones en quirófano de distintas enfermedades.

Ramos Hinds se sumó a la crítica por mala planificación, y mencionó que “si el hospital dedicado a COVID, que era la adecuación de CIFCO, hubiera estado listo a tiempo, ahí otro gallo hubiera cantado, porque todo el paciente COVID se hubiera ido para ahí, y los hospitales hubieran podido funcionar en condiciones seminormales. Tal vez hubieran reducido los números (de cirugías), pero no suspendido del todo”.

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