Asesino de Karla Turcios fue condenado a 50 años de prisión

Las imágenes de las cámaras de videovigilancia del recorrido del vehículo al ir abandonar el cuerpo, hallazgos del DUI y el celular de la víctima en la referida ruta y pruebas científicas fueron determinantes para sentenciar a Mario Huezo.

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En la resolución también se le impuso el pago de 40 mil dólares de responsabilidad civil. Foto EDH/ Francisco Campos

Por David Marroquin

2020-01-31 10:30:41

Pruebas tecnológicas, científicas, testimoniales y exámenes que revelaron la conducta agresiva e intolerante de Mario Alberto Huezo Portillo, fueron clave para que el Juzgado Especializado de Sentencia de Violencia contra la Mujer lo condenara a 50 años de prisión por el feminicidio agravado en perjuicio de la periodista, Karla Turcios Cortéz, quien era su compañera de vida.

“Mi fallo es que usted (Mario Huezo) es culpable del feminicidio agravado de Karla Turcios, por lo que lo condeno a 50 años de prisión”, dijo la jueza tras finalizar su análisis de las pruebas de cargo presentadas por la Fiscalía General que le sirvieron para declarar la culpabilidad de Huezo.

También la jueza condenó a Huezo Portillo a pagar la cantidad de 40,000 dólares como responsabilidad civil por los daños causados a su familia.

Agregó que condenaba a Huezo por “todos los elementos de prueba que existieron durante el proceso”.

La juzgadora le dijo a Huezo que las investigaciones fiscales habían establecido que la “única persona que había estado en contacto, previo a la muerte de Karla Turcios” había sido él.

Karla Turcios fue asesinada el 14 de abril de 2018, su cuerpo fue abandonado en la carretera Longitudinal del Norte, en la zona de Santa Rosa Guachipilín, Santa Ana. Días después, su esposo, Mario Huezo, fue capturado a la salida de un hotel capitalino como el principal sospechoso del crimen.

En otro tramo de la resolución, la jueza sostuvo que “la muerte de la periodista fue violenta por todos los factores que envolvieron ese hecho, como encontrarla con la misma ropa que usaba cuando salió de trabajar unas horas antes, una bolsa en su rostro, más los golpes propinados en la cara y cabeza”.

La autopsia forense reveló que la periodista tenía golpes en la cabeza y en el rostro; así como signos de haber sido asfixiada, supuestamente con una bolsa plástica.

“Ella estaba en una situación de vulnerabilidad por el cansancio de haber trabajado una noche antes y por la diferencia física con su agresor”, dijo la jueza al considerar la situación de vulnerabilidad como otra de las agravantes en el feminicidio de Turcios.

Evidencias tecnológicas y científicas claves para la condena

La acusación fiscal contra Huezo estuvo sustentada en pruebas tecnológicas como registros de llamadas telefónicas, localización satelital de los teléfonos celulares de la víctima y el ahora condenado e imágenes de video.

También las evidencias científicas como el análisis de sangre y exámenes sicológicos que revelaron la violencia económica y sicológica de la que Turcios era víctima de Huezo. Hay testimonios de personas que aseguraron que el 15 y 30 de cada mes habían discusiones entre Turcios y Huezo, derivadas de los pagos de los recibos de los servicios básicos que tenía que realizar la víctima. Turcios era la única que trabajaba en ese hogar.

Una prueba sicológica practicada al ahora condenado reveló que tiene rasgos de agresividad y de intolerancia en su personalidad.

La jueza explicó que los técnicos trazaron una gráfica, apoyados en las imágenes de las cámaras de videovigilancia, del recorrido que realizó el ahora condenado en el vehículo desde su casa en la colonia Costa Rica en San Salvador hasta la zona de Santa Ana, para ir a abandonar el cuerpo de la periodista.

A lo anterior se le suma el hallazgo del teléfono celular de la periodista en las cercanías de donde encontraron su cadáver, en un primer momento como desconocida.

En el análisis técnico de la posición geográfica de los teléfonos celulares se estableció que el único móvil activado cuando Huezo retornaba en el vehículo a San Salvador era el del ahora condenado.

La jueza le dio credibilidad a la declaración rendida por el agricultor que encontró el celular de Turcios en uno de sus terrenos, a unos kilómetros del sitio donde hallaron el cadáver de la comunicadora.

Mario Huezo antes de escuchar la sentencia condenatoria en su contra por el feminicidio de la periodista, Karla Turcios. Foto EDH/ Francisco Campos

Cuando esta persona encontró el celular, este aparentemente no funcionaba, por lo que lo llevó a una reparación de celulares. Al activarlo de nuevo, fue entonces que los investigadores comenzaron a rastrearlo a través de la localización satelital hasta dar con la persona que lo tenía. También valoró la declaración de otra persona que halló el documento único de identidad (DUI) de Turcios en el sector del mercado Belloso en San Salvador.

La jueza explicó que tanto el celular como el DUI de la víctima fueron hallados justo en el recorrido que hizo Huezo con el vehículo hasta Santa Ana.

A la juzgadora le llamó la atención las declaraciones de Huezo en una entrevista televisiva en la que denunciaba la desaparición de su compañera de vida. El ahora condenado dijo que Turcios había salido de su casa solo con el DUI y su teléfono celular. En este punto, la jueza reflexionó que ninguna mujer sale de su casa solo con el DUI y el celular, y deja su cartera en la casa.

Sumado a lo anterior, la juzgadora señaló que no había evidencias de que alguien desconocido haya ingresado de manera violenta a la casa. Otras de las pruebas que convencieron a la jueza fueron los hallazgos de rastros de sangre en la habitación de la víctima y en el carro que utilizó Huezo para ir a liberar el cadáver. La sangre, según los análisis forenses, correspondía a Turcios.

Lo que llamó la atención de la juzgadora fue el hecho de que el asesino haya tratado de simular que la periodista se había bañado antes de salir, pero lo que no concuerda, según la jueza, es que ella fue encontrada con la misma ropa que usó el día anterior.

Un manuscrito anónimo con el que Huezo pretendía desviar las investigaciones también lo vinculaba con el crimen. Una copia de ese anónimo se le cayó a Huezo en el Instituto de Medicina Legal de Santa Ana, cuya letra coincidía con el que él aseguró haber encontrado en la cochera de la casa de la víctima.

Lo calificó de “cínico”

La juzgadora señaló que Huezo “actuó con cinismo al simular luto y dolor ante los familiares y amigos” durante la velación de los restos de la periodista.

La jefa de la unidad que investiga los casos de violencia contra la mujer de la Fiscalía, Graciela Sagastume, dijo que el fallo en el caso de Karla Turcios deja en claro que “en este país, no se va a permitir que se sigan matando mujeres solo por su condición de mujer”.

El fiscal general, Raúl Melara escribió en su cuenta de Twitter: “Gracias al trabajo de nuestros fiscales, se pudo hacer justicia en este caso”.

A pesar de haber sido declarado culpable, Huezo con aparente tranquilidad, defendió su inocencia.

“Karla se defendió al momento de ser estrangulada, ella se defendió y esa marca, ese aruñón dejó ADN en sus uñas, Medicina Legal le hizo el examen y se comprobó que no era mi ADN y esa prueba nunca se mencionó a la hora que se dió el fallo”, dijo Huezo. Demetrio Turcios, padre de Karla, dijo que se había hecho justicia, pero que espera que Huezo cumpla los 50 años de prisión en el centro penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, La Paz, conocido como Zacatraz. “Creo que hasta poquito son 50 años… Me le quitó la vida a mi hija de una manera bestial, no tiene nombre, una muerte vil, atroz”, dijo Turcios.