25,000 empleos podrían perderse en el área textil debido a la emergencia del COVID-19

Esta cantidad de empleos podría perderse en un lapso de tres meses, según Camtex, pero en total están en riesgo 80,000 empleos directos.

descripción de la imagen
Miles de mujeres jefas de hogar y madres solteras corren riesgo de perder su empleo en la industria textil. Foto EDH / Archivo / Foto Por Archivo

Por Karen Molina

2020-04-28 4:30:00

Más de 25,000 puestos de trabajo podrían perderse en un periodo de tres meses debido a las restricciones para combatir el COVID-19, según estimó ayer la Cámara de la Industria Textil (Camtex), la gremial que representa a más de 110 maquilas y empresas socias en el país. “Estimamos que la pérdida de empleo en tres meses puede alcanzar los 25 mil puestos de trabajo”, señaló la gremial.

Solo en exportaciones el sector ha perdido $300 millones en concepto de órdenes canceladas o no completadas, tomando como base las cifras promedio mensuales de 2019.

Y aunque muchas de las empresas han logrado reconvertirse al fabricar otros tipos de productos como insumos médicos y otros, esto no será suficiente para mantener la industria bajo el mismo ritmo que registraba, previo a la pandemia.

Por ahora “se ha suspendido la entrega de contratos y los clientes esperan que podamos darles una fecha de inicio de operaciones; de no poder darla, estarían buscando otros países para suplir los pedidos”, señaló Patricia Figueroa, directora ejecutiva de la gremial.

Además, pese a que el Gobierno presentó la semana pasada un plan de alivio económico, la gremial considera que se deben analizar cada sector para tener medidas adicionales que los apoyen.

De acuerdo con la ejecutiva, junto al ministerio de Trabajo han trabajado en la “elaboración y validación de los protocolos que cumplen con los más altos niveles de sanitización y distanciamiento social los cuales ya fueron validados por la cartera de Estado y con los cuales operan las empresas que se han reconvertido.

Pero hasta hoy el Gobierno no ha informado sobre una posible fecha de reapertura de negocios ni tampoco sobre los protocolos de seguridad para que las empresas continúen con sus operaciones aunque sea en menor escala.

“Deseamos que pueda determinarse una fecha (objetivo) de reapertura de operaciones (bajo todas las precauciones necesarias de seguridad) para que sector privado y Gobierno trabajemos y nos preparemos para cuando llegue el momento, lo que nos ayudará a reactivar la economía, mejorar la condición de los sectores económicos y mantener las fuentes de empleo. Son 80,000 empleos directos los que están en riesgo”, señaló.

La industria textil fue de las primeras que tuvo que cerrar sus operaciones tras la declaratoria de emergencia que inició el 14 de marzo.

El sector textil representa en este momento el 39% del total de las exportaciones del país y aunque ha sufrido una disminución del 6%, sigue teniendo un peso muy importante como motor de desarrollo de la economía por su alto grado de participación en la generación de divisas, empleos y encadenamiento productivos con pequeñas, medianas empresas.

Una mujer empleada en una de las maquilas que cerró desde mediados de marzo sale preocupada por su empleo. Foto EDH / Archivo

Mercados extranjeros

Su preocupación, además, está centrada en la pérdida de mercados importantes que ya fueron conquistados en muchos países y que, si se dejan de lado, podrían tomarlos otras empresas que aprovechen la oportunidad.

Figueroa dijo que es necesario prepararse desde ya para lo que viene. “Nos debemos de preparar como país y como industria en un plan de reapertura paulatina de la economía, ya que una vez en el mundo se comiencen a levantar las restricciones económicas y las empresas vuelvan a operar, si El Salvador no esta listo para responder a esta demanda, nuestros competidores regionales tendrán una mayor parte del mercado de Estados Unidos”, afirmó.

Por ahora Estados Unidos ha suspendido sus pedidos, pero en cuanto reactive su economía, el país de Centroamérica que esté mejor preparado podrá afianzar el mercado nuevamente.

“El país más beneficiado en Centroamérica será aquel que pueda suplir las órdenes de Estados Unidos, una vez comience a reactivar su economía y por ello es necesario contar un plan, de la mano del Gobierno, para aprovechar esta oportunidad que nos ayudará también a mantener los empleos en el país. Además, es importante cumplir con aquellas ordenes que estaban pendientes y no han sido canceladas para no perder la credibilidad con nuestros compradores”.

Según Figueroa, las industrias de Honduras y Guatemala ya entregaron protocolos graduales de reapertura a sus respectivos gobiernos.

Este día, Costa Rica abrirá algunos negocios como gimnasios y cines y planea evaluar las condiciones para evaluar otras medidas posteriores que involucren a las empresas.

Colombia también comenzó con una reactivación gradual de su economía siempre cumpliendo con disposiciones de bioseguridad.