Un marino mercante en el océano Atlántico, un gerente de hotel en Tanzania, una trabajadora humanitaria en Francia y una religiosa de la congregación del Buen Pastor en Estados Unidos están entre quienes necesitan que El Salvador abra el aeropuerto o gestione vuelos de retorno para volver y atender a quienes dependen de ellos. Tres de cada diez varados tienen la posibilidad de volver por sus propios medios, pero requieren que el Aeropuerto Internacional de El Salvador abra sus pistas no solo para deportados, sino también para los varados. Cuatro de cada diez varados necesita boletos o un vuelo oficial.
La Cancillería informó el domingo que le llevará 14 semanas repatriar a 2,890 salvadoreños varados en el extranjero; agregaron que se dará prioridad a “los vulnerables”, como embarazadas, niños y enfermos; y que el plan es recibir un vuelo semanal.
Semanas antes, la Cancillería había dicho que tenía un censo con información sobre las necesidades de los varados y que ya había iniciado la repatriación. Sin embargo, en redes sociales, con la etiqueta #VaradosSV, decenas de salvadoreños recordaban que “solo han sido tres buses”, procedentes de Guatemala y Honduras, los que han traído varados al país y exigían conocer el plan de repatriación.
Debido a que actualmente las oficinas de información y respuesta de los ministerios no están proporcionando información, El Diario de hoy y elsalvador.com hicieron un sondeo vía redes sociales entre los varados para conocer dónde están los varados, cuáles son sus necesidades y qué ayuda han recibido de las autoridades.
Entre el 1 y el 8 de mayo se recibieron las respuestas de 55 varados. Estas no son una muestra que permita considerar representativo el sondeo, pero sí dan luces sobre cuáles son las necesidades y cuál es la situación que enfrentan los compatriotas.
Las respuestas provienen de 32 hombres y 22 mujeres, el 36 % de ellos tiene de 30 a 39 años de edad y el 27 % de 20 a 29. No obstante una de las personas varadas, dijo que con ella está su hijo de 11 años. Al menos 3 de cada 10 varados necesitan medicamentos para enfermedades crónica, en su mayoría, hipertensión. Aunque también hay quienes necesitan medicamentos para la diabetes o volver al país para iniciar o retomar tratamientos médicos.
Cuando se pregunta a los varados si recibieron algún tipo de apoyo de un consulado o embajada, el 62 % responde con un “no”. El otro 38 % afirma que les ayudaron proporcionándole medicinas o facilitando que las recibieran, comunicación con sus familias e, incluso, gestionaron una cita médica de control prenatal.
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Respecto a la ayuda que necesitan, el 33 % pide que se abra el aeropuerto y el 38 % que se les facilite un vuelo o boletos para el retorno. Un 6 % solicita que al volver se les permita hacer cuarentena domiciliar.
El Día de la Madre fue un día extraño para Claudia, quien viajó en febrero para cuidar a su hija mayor, quien iba a ser operada en Estados Unidos. Su regreso estaba programado para el 18 de abril… En El Salvador la esperan sus otros tres hijos, de 18, 11 y 8 años de edad. Ellos están solos al cuidado de la señora que ayuda con el trabajo de la casa.
“Ayer lloré al escuchar las declaraciones de la Cancillería, no tienen voluntad de nada. Imagínese, por ser una persona sana ‘no vulnerable’, me llevaría en noviembre o diciembre y entonces a mis hijos ¿qué les respondo?, ¿qué les digo?, ¿quién los ayuda a ellos?”, escribió Claudia a través de WhatsApp. Cuando se le pregunta qué espera del gobierno de El Salvador, responde: “Ya nada”.
Pero otros aún esperan. “Que nos dejen de mentir, que no nos olviden ni nos menosprecien. Ya llevo casi dos meses sin apoyo, sin ayuda, sin nada”, afirma Kevin. Él es un artista varado en Nicaragua que viajó para representar al El Salvador en un evento cultural:“No estamos pidiendo nada especial, nada más que abran el aeropuerto. Si no tienen los recursos sanitarios, que es lo que han usado como excusa, en nuestras casas nos reciben, ellos no nos rechazarán”.