Mantener el protocolo es un reto con los niños, explica maestra de educación especial

Otro de los retos para los decentes de educación especial es la adaptación de las guías de clases para sus alumnos

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Los docentes de ña Escuela de Educación Especial de San Vicente son los encargados de mantener los protocolos de bioseguridad. FOTO EDH / Archivo

Por Susana Joma

2021-05-26 8:00:35

Helen Vanessa Chávez de López, una profesora de la Escuela de Educación Especial de San Vicente, explica que si bien el año pasado el reto que se tuvo fue el de trabajar con los niños y padres mediante la tecnología, hoy en modalidad semipresencial lo es cumplir las medidas de bioseguridad para evitar contagios.

La educadora, quien tiene 34 años y cuatro de laborar en esa escuela, comenta que tiene a su cargo enseñar a un grupo de niños con problemas de audición, discapacidad intelectual, síndrome de Down y también con autismo.

Recuerda que antes de la pandemia del COVID -19 el centro escolar recibía entre 37 y 45 escolares al día, pero ahora con la modalidad semipresencial están atendiendo un máximo de entre 12 y 15, dado que también hay padres que aún temen mandarlos, aunque se da el caso de otros que no tienen acceso a transporte escolar porque quienes les daban el servicio cambiaron de rubro.

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Según cuenta, como institución están trabajando por cumplir con las medidas sanitarias de prevención desde la entrada de la escuela, con la utilización de mascarilla, el lavado de manos frecuente y uso de alcohol gel, pero con los niños tienen que estar más pendientes de que cumplan con todo eso antes de ingresar al salón, así como al salir a recreo y entrar.

“Entrando al salón (además) les aplicamos alcohol gel por si han tocado alguna pared o algo en todo lo que vamos de regreso al salón de clases”, precisó esta docente que reside en San Salvador y que, según comenta, madruga para llegar a atender a sus estudiantes.

La profesora Chávez de López sostiene que el tema del uso de la mascarilla es más duro con algunos de los infantes, sobre todo con los que tienen autismo, debido a que muchos son sensible en la parte bucal y no permiten que les toquen la boca, la cara.

Los alumnos se siguen adaptando alas clases presenciales, luego de varias meses de mantenerse en las lecciones a través del internet. Foto EDH / Archivo

“Me paso media clase, me paso más (tiempo) diciendo déjense la mascarilla, no se quiten la mascarilla, que dando la clase, pero ese es el reto de ahorita, que ellos se adapten; aparte que como no los sacaban (entonces) los chicos no están acostumbrado a usar por mucho tiempo la mascarilla y ahora tienen que pasar 3 a 4 horas con la mascarilla puesta, (lo cual) para ellos también es un reto”, expone.

Sin embargo, también precisa que en general todos los niños, a pesar de su discapacidad. están colaborando en la medida de lo posible con los cuidados.

¿Cómo trabaja en la clase con los niños sordos que necesitan leer los labios? Sostiene que eso depende del nivel educativo en que los niños estén, pero cuando se da el caso que tienen que enseñar lectura de labios, el método bimodal, ella se tiene que quitar la mascarilla, pero mantiene la careta puesta sobre el rostro y guarda distancia. Además, los alumnos deben mantener puesta su mascarilla.

La educadora comenta que los niños en las primeras semanas de atender clases semipresenciales, además de adaptarse nuevamente a las aulas, se han dado cuenta de la ausencia de compañeros.

Sobre el proceso de enseñanza semipresencial detalló que lograr la continuidad educativa en Educación Especial ha supuesto que los docentes sean creativos, debido a que al principio de la pandemia las guías que el Ministerio de Educación enviaba a las escuelas no estaban diseñadas para esta población, así que requirió que como maestros empezaran a hacerles adecuaciones.

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“Este año ya hay guías para el área de Educación Especial propiamente, pero se siguen haciendo las adecuaciones, porque no es lo mismo cada realidad educativa. Uno toma esas como base y va creando sus propias guías; por ejemplo no hay unas guías que vengan con señas, entonces ahí yo tengo que sacar las señas para ir reforzando la lectoescritura, o lo que estamos trabajando con las alumnas sordos ahorita”, señala.

¿Cómo trabaja con los niños que aún no asiste? La joven docente afirma que con esta población que se queda en casa siempre están usando la plataforma Google Classroom para atender las clases o la guía impresa que entregan a los padres para que estos trabajen con los niños, pero siempre bajo orientación de ella.

“La mayoría (de papás) tiene teléfono, pero la (guía) impresa siempre se las damos. Incluso nuestra escuela, aparte de las guías, procura darles el material que van a usar para trabajarlas; como papel, páginas de colores, paletas, foami. Tratamos de darles la mayor cantidad de material posible para poder realizar la guía”, precisa.

Ella señala que a la escuela le ha sido posible apoyar a las familias con un poco de material para hacer tareas porque recibieron bonos que les permitió comprar dichos recursos, así como también insumos de bioseguridad, entre ellos las carteas, mascarillas, alcohol gel, amonio, alfombras para el piso e incluso hacer rótulos de señalización para el piso y paredes.

En esta escuela especial las educadoras están comprometidas al cien por ciento para lograr el retorno normal a clases regulares, de ahí que como no hay conserje son ellas las que se han organizado en horarios para hacer todo el protocolo de ingreso.

“Procuramos que una vez a la semana se rocíe toda la escuela, baños, pasillos, pasamanos. Cada maestra tiene en el salón un kit de amonio, alcohol y todos los días hacemos la limpieza general y se desinfecta todo”, sostuvo.

Aunque por hoy la población que asiste a la escuela es baja la profesora Helen Vanessa Chávez no pierde las esperanzas de que en las próximas semanas lleguen más estudiantes.