Doña Blanca Rosa Hernández viuda de Escobar cumplió el pasado 24 de julio 106 años en medio de la coyuntura de la pandemia del COVID-19.
Aunque en el contexto de la fase 1 no pueden celebrarse reuniones de ningún tipo, los familiares de doña Blanca no quisieron quedarse sin celebrar la vida de la integrante más importante y amorosa de la familia.
Con una caravana de 5 carros adornados con globos que recorrió la calle principal de la colonia donde reside Hernández, algunos de sus hijos junto a los nietos y los bisnietos la felicitaron con música y gritando ¡Feliz cumpleaños mamá Blanca!
Las historias y vivencias de Blanca Hernández, de 106 años, parecen interminables. Para honrar el amor y el esmero que esta entusiasta mujer ha brindado a su familia, sus nietos le hicieron una diferente fiesta sorpresa considerando su vulnerabilidad frente a la pandemia de coronavirus.
La centenaria mujer que con emoción regresaba con sus brazos en alto los saludos, aseguró sentirse feliz y agradecida por que sus retoños estaban ahí con ella.
A la fecha “mamá Blanca” cómo es conocida es madre de 6 hijos, 4 mujeres y 2 hombres; de ellos la familia se ha extendido hasta tener 12 nietos y 19 bisnietos.
Doña Blanca quien es originaria del barrio Concepción de San Salvador, asegura que siempre se ha sentido agradecida con Dios por todo lo que tiene en su vida y esta época en la que el COVID-19 no la permite estar en constante contacto físico con sus hijos no es la excepción, “no me siento triste, porque Dios me da la fortaleza cuando le rezo y le pido que me acompañe en cada momento y que cuide a mis hijos”, dijo.
Para Dina Escobar, hija de doña Blanca, su madre ha sido muy importante para sobrellevar la pandemia, pues asegura que su carácter positivo y su fe inquebrantable hacen que la situación económica y social del país se sienta menos “no te preocupes hija, ya va a pasar”, afirma que le dice.
Mamá blanca, quien nació en el años 1914 en el mismo mes que explotó la Primera Guerra Mundial y que en El Salvador se instauraba la dinastía Meléndez Quiñones mientras el café se volvía uno de los negocios pujantes en la economía, asegura que aunque siente temor de la Pandemia sabe que ella junto a su familia saldrán adelante.
“He vivido muchas cosas difíciles y de todas salí adelante junto a mi esposo, quien me espera en el cielo” afirma al contar que es parte de la generación que sobrevivió a la erupción del volcán de San Salvador y terremotos de 1917, 1965, 1986 y 2001, además de otros fenómenos naturales y por supuesto la guerra civil.
Doña Blanca afirma que no tiene un secreto para la longevidad, solo recuerda que siempre fue activa y que disfrutaba cada vez que podía de un vaso con leche.
