Paciente asegura que en el ISSS le perforaron el intestino

Un nuevo caso de posible mala praxis mantiene a un hombre con dificultades para poder trabajar. A la víctima, que le operarían una hernia en el abdomen, le terminaron dañando el intestino.

descripción de la imagen

Por Roberto Alas

2020-02-11 10:10:31

Lo que tuvo que ser una operación sin ninguna complicación, terminó convirtiéndose en el calvario de Wilfredy Boanerges Andrade, quien ahora por prescripción médica tiene prohibido levantar más de siete libras de peso.

A Andrade lo operaron en el Hospital Amatepec del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), el 25 de septiembre de 2019, de una hernia incisional; el médico que le practicó la cirugía le perforó el intestino grueso, de acuerdo a documentación médica. Aunque no ha acudido a poner una denuncia a la Fiscalía General de la República por temor a que no prospere, quiere que el ISSS y el médico que le causó la incapacidad permanente se responsabilicen y lo indemnicen.

“Las consecuencias me han afectado económicamente y en mi salud. Ya quedé discapacitado definitivamente”, lamentó.

Recuerda que antes de la cirugía ya le habían hecho análisis de tórax, ultrasonografía, un electrocardiograma y otros. Lo ingresaron a las 6:30 de la mañana en el Amatepec y a las 11:30 de la mañana le dieron el alta médica. “Le dije al médico que me sentía mal, salí con fiebre y dolor; él me mencionó que eso era normal, que eso se me iba a quitar poco a poco y me aplicaron una inyección que se llama ketorolac”, narró.

Después que le aplicaron la inyección le dieron el alta y regresó a su casa; sin embargo, toda la tarde y noche del 25 de septiembre se sintió con dolor.

Al siguiente día le pidió a su esposa que lo llevará nuevamente al Hospital Amatepec donde lo ingresaron de Máxima Urgencia.

Wilfredy Andrade expuso que en Máxima Urgencia lo sometieron a una operación para repararle el daño que le habían ocasionado durante la cirugía de hernia incisional.

“El doctor que me operó me dijo que yo era la esencia viviente de que Dios tiene poder. Me dijo: ‘estás vivo de milagro porque te habían fregado bien”, expresó.

Incluso, antes de esa segunda operación, el médico le indicó que le iba a evaluar el daño causado en el intestino y, dependiendo de cómo estuviera, le colocaría una bolsa para hacer sus necesidades fisiológicas. Afortunadamente no hubo necesidad de eso, aseguró.

Después de la cirugía de emergencia, pasó 22 días con el abdomen abierto y dos días después le dieron el alta, según narró.

A partir de ahí su vida ya no fue igual y pasó incapacitado durante tres meses.

Andrade aseguró que se presentó a trabajar el 11 de noviembre del año pasado. Según explicó, el médico que le operó la hernia y le daño el intestino le dio un dictamen para que lo presentara a la empresa y donde dice que no lo pueden someter a esfuerzo físico durante seis meses.

Sin embargo, el 11 de diciembre del año pasado, la Subdirección de Salud de Instituto Salvadoreño del Seguro Social le extiende una recomendación médico laboral para que la presente en la empresa para la que labora. En ella se especifica que: “como complemento terapéutico se recomienda, continuar con sus controles médicos y tratamientos (y) evitar la manipulación manual de carga mayores de siete libras”.

Al final del dictamen se indica que las recomendaciones son válidas “de carácter permanente”.

Adiós al trabajo como trailero

Wilfredy Andrade aseguró que toda su vida trabajó manejando trailer, trasladando carga a todo el país. Sin embargo, dado a que es una labor física fuerte hoy lo que maneja es un camioncito de seis toneladas.

Atendiendo las recomendaciones del ISSS, en la empresa para la que trabaja tampoco le dejaron conducir trailer. Wilfredy lamenta que por su condición siente que sufre de discriminación porque ya no rinde, laboralmente, como antes.

“Me exigen mayor movimiento, pero no puedo andar rápido; muevo los camioncitos que andan en ruta. Todo eso me pone incómodo porque nadie está en los zapatos de uno”, expresó.

El daño que le causaron en su intestino durante la operación de la hernia, también le generó un daño económico; cuando conducía los trailer de la empresa, ganaba horas extras y viáticos, hoy eso es pasado y su economía familiar se ha visto limitada porque “es bien poco lo que me sale de sueldo”, aseguró.