“La gente está abatida por el COVID, pero el cáncer tiene mortalidad de 60%”, alerta doctor Raúl Lara

El especialista ve esperanzas, porque en marzo la Asamblea Legislativa podría aprobar una ley integral para la lucha contra esta enfermedad. Pero pide más voluntad

El oncólogo Raúl Lara reflexionó sobre la importante que es no dejar de lado esfuerzos por tratar el cáncer.

Por Carlos López Vides

2021-02-03 9:04:07

De cada 100 personas con COVID-19, morirán tres. Pero si esa centena de personas tiene cáncer, solamente van a sobrevivir 40. Los otros 60 no lograrán superar la enfermedad, al menos no en las condiciones actuales en que se encuentra la atención oncológica en El Salvador.

Cambiar esta realidad y luchar contra el cáncer ha tomado décadas en la vida del doctor Raúl Lara, quien lejos de rendirse, ha seguido señalando el problema, con números contundentes que le aportan su conocimiento de este mal: uno de cada 485 salvadoreños padecerá la enfermedad, y al día están muriendo 20 personas por cáncer en nuestro país.

Opinión: Cáncer en El Salvador… ¿Hasta cuándo?

Lara y su alerta lograron llegar a la Asamblea Legislativa en octubre del año pasado, y desde entonces ha trabajado junto a miembros de la Comisión de Salud. Como resultado, en marzo podría estar lista la Ley Especial para la Prevención, Control y Atención del Cáncer. De esto y más nos platica el doctor Lara, en el marco del 4 de febrero, Día Mundial contra el Cáncer.

Raúl Lara, médico oncólogo con 49 años de experiencia en la lucha contra el cáncer. / Foto EDH Archivo

¿Qué opina sobre la atención de las autoridades de Salud hacia el COVID-19, en comparación con el tratamiento a pacientes con otras enfermedades?
Veo con estupor e incredulidad lo que está ocurriendo, donde el cáncer sigue siendo un tema de nación, pero por alguna razón la gente está tan abatida por el COVID-19, que esto le ha ocultado como un velo para que reaccione ante el 60% de mortalidad del cáncer, contra el 3% de mortalidad del COVID. Yo he perdido a amigos y familiares entrañables en la batalla contra el COVID, no digo que no sea importante; pero en medio de todo esto, el cáncer sigue avanzando.

¿En qué situación está ahora la ley que han venido trabajando?
(El lunes) comenzaron a estudiar la parte técnica para en febrero terminarla, y en los primeros días de marzo presentarla a la plenaria de la Asamblea para su aprobación. Quiero agradecer al doctor Manuel Cabrera Candray, al doctor Eduardo Vásquez Becker y a la presidenta de la Comisión, la doctora María Gómez, que se han volcado con esta ley.

Si la plenaria lo aprueba, la ley deberá pasar a manos del Ejecutivo, para que la sancione el presidente Nayib Bukele.
El Ejecutivo la tiene que sancionar lo antes posible. La ley tiene como objeto reconocer el estado actual del cáncer en el país como un grave problema de primordial y prioritaria atención en salud pública. No cabe otra actitud (de Bukele) que sancionarla. Más de veinte pacientes están muriendo cada día por cáncer, es un dato que no hay que olvidar. Esto no debería tener un atraso mayor. Seguimos como un país tercermundista, absolutamente atrasado en cuanto a políticas del cáncer.

¿Cuáles deberían ser los primeros pasos, una vez esta ley ya esté activa?
Habría que arrancar con la capacidad instalada que se tiene, porque la obra física para los aparatos de radioterapia, las clínicas especiales para los cinco o seis cánceres principales, el registro de tumores… en fin, todo eso necesitará un espacio físico. Pero con la capacidad instalada existente puede comenzarse, con el recurso humano disponible, si bien insuficiente, puede arrancarse.

Lo primero es adquirir los medicamentos que faltan, para no dejar incompletos los tratamientos y ya no hacer sufrir a los pacientes.

Empezar rápidamente con la licitación para adquirir esas dos o tres máquinas de radioterapia urgentísimamente, y luego preparar a la gente para atender esos equipos, que no se tienen. Habría que compartir a esos especialistas con el Seguro Social y con algún centro privado.

Pero iniciarían con capacidad instalada insuficiente, en cuanto a recursos, medicinas y presupuesto.
Hace falta de medicamentos para quimioterapias, y por tanto eso hace incompletos los tratamientos, y sentencia a los pacientes a un desenlace fatal. Recientemente, había más de 120 pacientes en la lista de espera, con citas para cuatro a seis meses, lo cual invalidaba los efectos positivos de la radioterapia. Me lo han confirmado, en el ISSS también hay lista de espera y citas prolongadas. Incluso hay pacientes que les suspenden el tratamiento cuando lo tenían programado, porque no hay manera de continuar, porque por el COVID algunos radiooncólogos mayores no pueden llegar como antes. Hay recurso humano poco disponible.

Opinión: Padecer cáncer y ser pobre es una doble tragedia en El Salvador

Para contar con todos estos recursos, se contempla el 7% del presupuesto gubernamental asignado a Salud, que irá destinado a esta ley del cáncer. Hablamos de $72.8 millones. ¿Qué opina de esta cantidad?
Es poco. Veía mucho menos para iniciar. Esos $72 millones no van a alcanzar, podrán alcanzar para dotar a las unidades de radioterapia con dos o tres máquinas nuevas; para dotar de quimioterapia y salir al paso de esa difícil situación de carecer de las drogas y dejar incompletos los tratamientos.Pero el presupuesto anual va andar por los $150 millones para el programa de cáncer, que no es mucho, estamos hablando de 13,500 pacientes en este 2021 que tendrán cáncer, y que 7,500 van a morir, porque no les damos la oportunidad mínima de tratarse oportunamente.

Pero hay otras cosas, hay todo un programa para dotar al país, en sus más lejanos centros de salud, con personal formado, informado y listo para poder recibir a pacientes con sospecha de cáncer, referirlos a la brevedad posible, para comenzar un ciclo que aproxime a estos pacientes a un diagnóstico antes de 15 días desde su consulta, y en no más de 30 días iniciar un tratamiento. Eso dice la ley.

Actualmente, ¿qué porcentaje del personal en ese primer nivel de atención, como en las unidades de salud en caseríos, barrios y cantones, tiene realmente la preparación adecuada en cuanto a síntomas del cáncer?
Eso lo ha ignorado el Ministerio, hasta cierto punto. Entiendo que en algunos centros médicos un poco más grandes, se ha intentado dar una capacitación. Pero cuando yo hice el Programa Nacional del Cáncer en 2016, estaba prevista esa capacitación. Entiendo que se dio en un porcentaje muy bajo de centros médicos.

La ley incluye la creación de un Centro Nacional de Oncología. ¿A quiénes ve con el perfil para dirigirlo?
Me has puesto en un apuro. Sin hacerle ninguna ofensa a nadie, ni a ningún colega … sé que hay muchos oncólogos valiosos, excelentes profesionales; pero el afrontar un programa nacional de cáncer en todas sus vertientes, pues nadie tiene una experiencia, ni siquiera pequeña o inicial. Estoy seguro que cualquiera de mis colegas oncólogos con el tiempo pudiera ser un buen director, pero para iniciar esto, no veo a nadie que tenga la capacidad para retomar un programa que es multifacético, donde hay mayor dificultad para ensamblarlo. Veo difícil, pero no imposible, encontrar a alguien que pueda dedicarse a ese cargo.