Más allá de la funciones que le corresponden a los maestros, Carlos Perdomo revoluciona la forma de enseñar a sus alumnos a través diferentes proyectos educativos.
El profesor se desempeña como director del Centro Escolar Caserío Las Brisas en Sonsonate desde hace 19 años.
“Yo no puedo enseñar Valores (materia), los valores no se enseñan así como las demás asignaturas sino a través de la práctica”, expresó Perdomo.
Ejercer la profesión de educador requiere de una gran responsabilidad y más en la zona rural, aunque para Perdomo no existen barreras que lo limiten a reinventarse con sus estudiantes.
La institución se encuentra ubicada en el cantón El Presidio, uno de los lugares con más pobreza de la zona.
Desde hace 20 años, cuando decidió dedicarse a trabajar como profesor, se comprometió a preparar a sus alumnos no solo académicamente sino también para la vida.
Perdomo ha impulsado varios proyectos educativos, los más conocidos son la banda musical de percusión “Las brisas Stomp Percussion” con instrumentos alternativos a base de barriles de plástico, entre otros; en el centro educativo también tienen un huerto escolar.
“En el huerto cultivamos verduras pero el (alumno) está viendo cómo se desarrolla y eso se ve en Ciencias; a veces les digo que describan (la verdura) y eso se ve en Lenguaje, involucramos el huerto en las asignaturas que el estudiante está viendo”, dijo Perdomo.
El director ha dado a conocer la escuela a través de Facebook en donde publica cada una de sus actividades, tanto así que ha logrado llamar la atención de altruistas y medios de comunicación.
Perdomo se ha propuesto poner en alto el centro educativo y ha logrado canalizar ayuda para las familias de sus estudiantes.
Una de sus últimas publicaciones logró la donación de un lote de bicicletas para los alumnos que recorren largas distancias para llegar a las aulas.
Cada una de estas acciones las ha realizado con el apoyo de su equipo de maestros, quienes son los que trabajan a su lado y comparten su misma visión.
Perdomo dijo que su labor no sería reconocida sino fuera por sus compañeros.
Su trabajo docente se ha basado en dignificar a cada uno de sus estudiantes y brindar las mejores condiciones para que aprendan.
Un maestro fuera de serie
Carlos es un educador no convencional, la personalidad extrovertida es su mayor característica, sin previo aviso adopta diferentes personajes para alegrar las clases de sus estudiantes; vestirse de Cipitío o de Pedro Picapiedra se le da naturalmente.
Comentó que ser extrovertido le ha ayudado a que sus alumnos se acerquen más a él y le tengan más confianza.
“La amistad con los niños es bajarnos en alguna medida al nivel de ellos, jugar alguna vez con ellos, nosotros con mis compañeros jugamos pelota con ellos, sudamos un poco en la cancha para que sientan que somos parte de ellos”, dijo el profesor.
Dentro de sus últimos proyectos está la señalización de la carretera, en la institución educativa son muchos los niños que cruzan a pie y en bicicleta la vía Litoral para llegar a clases y corren peligro a causa de los vehículos pesados que transitan la zona.