Con todo el público volcado, el Liverpool le dio la vuelta al marcador ante el West Ham (3-2) para lograr la décimo octava victoria al hilo en Premier League.
Ayer, empezó el Liverpool en modo Premier, adelantándose antes del 10’ gracias a un cabezazo de Georginio Wijnaldum a centro de Trent Alexander-Arnold.
Pero salió respondón el West Ham. Apenas unos minutos después, Issa Diop cabeceó el empate anticipándose a toda la defensa ‘Red’ en un córner.
Al Liverpool se le presentaba un escenario diferente con un equipo plantándole cara en Premier y con la presión adicional de que cualquier tropiezo sería achacado a lo ocurrido en Champions.
En esas, Pablo Fornals remató un centro de Declan Rice y cruzó el esférico adonde Alisson no pudo llegar. El Liverpool encajaba dos tantos en un mismo partido por primera vez desde el pasado 4 de diciembre. Para solventarlo, decidió asediar a los londinenses.
Así, Andy Robertson ganó la banda, se metió hacia el interior y puso un pase raso atrás. Apareció con la zurda Salah y sacó un disparo raso y flojo, Fabianski, en una horrible intervención, dejó que la pelota se le escapara de las manos y se colara mansa en la meta.
El error del polaco le pesó al West Ham y se completó la remontada de Anfield. Joe Gomez buscó un disparo lejano, la pelota rebotó en un defensa y le quedó muerta a Alexander-Arnold que dio su segunda asistencia elevando la pelota ligeramente por encima de Fabianski para que Mané la empujara.
El Liverpool igualó el récord de 18 victorias consecutivas que estaba en poder del Manchester City en solitario y dejó la ventaja sobre los de Pep Guardiola en 22 puntos.