La tragedia de Flor, la estudiante que podría quedar ciega luego de que un vigilante le disparara en la cabeza

El ataque ocurrió el miércoles cuando la joven regresaba de sus clases de inglés hacia su casa. Una bala le dañó los dos ojos al atravesarle el rostro de lado a lado; otro disparo le dañó un pulmón.

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El ataque a Flor G.M. fue cometido frente a la entrada de la Lotería Nacional de Beneficiencia, por un vigilante de esa institución. Foto EDH / david martínez

Por Jorge Beltrán Luna

2019-10-14 11:00:38

Desde hace siete días, Flor G. M. lucha contra la incertidumbre. No quisiera perder la vista pero eso no lo sabrá hasta que la inflamación desaparezca y le quiten el vendaje de los ojos. De momento, su ansiedad la exterioriza preguntando si volverá a ver.

El responsable de que Flor esté sumida en esa tragedia es Mario Santos Cruz Bonilla, oriundo del municipio de San Isidro, departamento de Morazán, allá donde les hace falta un puente para cruzar el río Torola.

Cruz Bonilla es empleado de la empresa Servicios de Seguridad y Limpieza (Sslimza) y el día que atacó a Flor había sido asignado a dar seguridad al edificio de la Lotería Nacional de Beneficencia (LNB), sobre la Alameda Roosevelt.

Como lo venía haciendo desde hacía varios meses, aquella mañana de miércoles Flor, de 20 años, salió de su vivienda en una zona rural del municipio de San José Villanueva; sus viajes tenían una motivación: aprender inglés.

Una beca otorgada a través de su padre hizo posible que la joven cumpliera su sueño de aprender otro idioma. Unos de sus parientes asegura que la joven soñaba con eso.

Para ella era un día normal
Flor llegó puntual a sus clases y al filo del mediodía se retiró hacia su casa. Caminó unos cien metros del lugar donde realizaba sus estudios hasta la parada de buses, en la esquina formada por la Alameda Roosevelt y la 49 avenida Sur, justamente enfrente de la entrada principal de la Lotería Nacional.

Eso es lo que hacía todos los miércoles y viernes, relata uno de sus familiares. No se entretenía con nada. En cuanto terminaban las clases buscaba retornar a su casa.

En cuanto llegó a la parada de buses, de inmediato vio que un vigilante salió de adentro de la Lotería, pero nunca se imaginó las intenciones de aquel hombre; jamás pensó que su vida estaba a segundos de cambiar.

Cruz Bonilla la encañonó. Le puso el arma de fuego en la sien y le disparó. Flor cayó hincada. De inmediato, el vigilante le asestó otro disparo en la espalda que le dañó un pulmón.

De acuerdo con familiares de la víctima, a pesar de la gravedad de las heridas, la joven no perdió el conocimiento.

De inmediato fue trasladada al hospital Rosales donde ella misma dio sus datos personales y los nombres de los familiares a quienes debían notificar.

El diagnóstico de la paciente al ingresar al Rosales era “trauma ocular penetrante y neumotórax”.

“La bala perforó ambos ojos y daño la capa que cubre los pulmones y entró aire al tórax”, explicó un médico del Rosales que conoce el caso, añadiendo que el problema con el pulmón ya casi había sido resuelto, es decir, que ya no había problema.

¿Por qué la atacó?

Mientras Flor recibía atención médica, el vigilante era capturado por la Policía Nacional Civil bajo cargos de intento de homicidio agravado, esto es, que el ataque fue intencional.

Compañeros del victimario refieren que fueron los mismos vigilantes que estaban de turno aquel día en la Lotería Nacional, quienes lo desarmaron y lo entregaron a las autoridades.

Cuando le preguntaron por qué había atacado a la joven, les respondió que la había confundido con su compañera de vida.

Les explicó que horas antes él y su mujer habían peleado y que cuando vio a la joven, le pareció que era su mujer que lo andaba espiando.

Al revisar la mochila del atacante, los policías encontraron abundante ropa; “daba la impresión que como que lo habían echado de la casa”, comentó un vigilante de Sselimza, quien dijo conocer el caso pero pidió reserva de identidad.

“El andaba toda la ropa de él, como que lo habían echado de la casa; andaba bóxer, calcetines, camisas. Ahí andaba bastante ropa. Según dicen, como que en la mañana había discutido con la esposa. El tipo se miraba bien en la mañana”, explicó la fuente.

“Tiene licencia (de portación de armas), es bachiller, tiene todos los documentos en regla. ¿Cómo le dieron la licencia? Cómo le dieron la licencia (de portación de armas); tenía que estar cuerdo para que se la dieran, se suponen que le hicieron un examen sicológico, el filtro es bueno, pero son incidentes que se dan”, explicó otro de los compañeros de Cruz Bonilla.

Un vuelco en la vida
Desde el miércoles, el día que la balearon, Flor había permanecido bajo estricta observación médica. Familiares de la joven han estado cuidándola de día y de noche ante el temor de que puedan llegar a hacerle daño.

Fuentes del hospital afirmaron que en dos ocasiones, personas desconocidas habían llegado al hospital preguntando por la joven, diciendo que querían hablar con los familiares para poder llegar a una conciliación.

Sin embargo, familiares de la víctima aclararon que sólo fue una vez, el jueves, que un hombre llegó muy cerca de donde Flor estaba con la excusa de querer hablar con los parientes de ella para llegar a un arreglo, algo a lo que los familiares dicen no estar de acuerdo.