La Selecta dijo “misión cumplida” en el Caribe

El Salvador, después de ganarle a Montserrat, necesitaba derrotar ayer a Santa Lucía. Jugando feo, sin brillo, lo consiguió. Oxígeno

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Juan Carlos Portillo y Rodolfo Zelaya de El Salvador, celebran en el partido ante Santa Lucía. Foto/Matías De la Croix / Concacaf / AFP

Por Carlos López Vides | Twitter: @celvides

2019-10-16 4:00:26

Siempre es mejor corregir errores con una victoria. Y vaya que Carlos de los Cobos tiene mucho que corregir. Ayer, la Selecta sudó y sufrió ante la 174a. del ránking FIFA, una Santa Lucía que con un fútbol áspero y simple, pero veloz y con coraje, a punto estuvo de amargar el camino salvadoreño, que (no se olvide) tiene un triple objetivo: estar en el Top 6 de Concacaf para jugar el hexagonal a Catar 2022 (ojo con Canadá, nota a la Der.), ganar el grupo para subir a la zona A de la Liga de Naciones, y clasificar a Copa Oro.

Todos esos objetivos hubieran quedado dañados ayer, de no ser porque Henry Hernández tapó dos mano a mano importantísimos; y también apareció la pólvora para explotar en los momentos justos, ya sobre el final del partido. Fito Zelaya marcó su segundo gol en dos jugos y “Cabrita” Portillo entró de cambio para marcar el de la tranquilidad… y poco más.

Así que sí. Misión cumplida. Seis de seis puntos en el Caribe, y poquito más. Solo da para un festejo un tanto escéptico, sin campanas al vuelo, y con muchísimos detalles que el cuerpo técnico deberá enmendar para que no siga el sufrimiento ante rivales caribeños en noviembre: visitarán Montserrat y República Dominicana el Cuscatlán, y ahí, se supone, la Selecta deberá terminar la tarea.

Pero si elevamos la mirada y vemos en el horizonte una posible Copa Oro y una hexagonal premundialista, ¿para qué está el nivel de la Azul y Blanco? Esta es la pregunta que preocupa a buena parte de la fanaticada. Porque lo que se vio ayer en el campo de criquet de Santa Lucía fue a un El Salvador sin ideas, otra vez demasiado pobre en su creatividad, un 4-3-3 con escasas asociaciones, exceso de pelotazo y una sensación de juego-a-lo-que-salga que desespera. Ante el 5-4-1 montado por el triniteño Jamaal Shabazz, no se miraba por dónde.

¿Cómo les irá ante una Panamá, un México, una Costa Rica, cuando se les tenga de rivales?

Al menos ante Santa Lucía, fue hasta el 17’ que apareció la primera jugada de peligro, cuando Denis Pineda (fue titular el del Santa Clara portugués, que volvía de ver roja) entró por izquierda, lanzó el centro y al otro lado llegó Óscar Cerén para estrellar la bola en el horizontal.

Más peligroso fue lo del 29’, cuando Malik St. Prix recibió entre líneas, a la espalda de la dormida zaga salvadoreña, pero menos mal llegó Hernández para tapar. La conexión Pineda-Óscar Cerén volvió a carburar al 34’, cuando el 8 robó desde la media y dio para el de Alianza, pero este le pegó muy alto.

El portero de Santa Lucía, Vino Barclett, rechaza ante la llegada de Marvin Monterroza, de El Salvador. Foto/Matías De la Croix / Concacaf / AFP

Apareció de nuevo El Salvador al 38’, en un córner. Mancía le ganó en el salto al meta Barclett, pero la bola terminó de hundirla Zelaya en el otro poste, y el referí anuló el gol. Y la primera mitad se fue con un susto para los cuscatlecos, en otro balonazo a la espalda de sus zagueros, que desaprovechó Aaron Richard con un tiro cruzado y suave.

Se fueron al descanso sin goles. Si el partido hubiera sido en el Coloso de Monserrat, los salvadoreños se hubieran ido bajo un baño de reproches y silbidos.

Sin cambios

El complemento era una invitación para que De los Cobos moviera la pizarra. Nada. Mantuvo el mismo 11. Y la Selecta seguía como desconectada del juego, sin intensidad y sin llegadas serias.

Este fue el termómetro del partido.

Santa Lucía, en cambio, metía miedo a la Selecta con jugadas como al 63’, cuando Richard centró desde la izquierda y la bola le cayó justo a St. Prix, solito; pero menos mal su cabezazo le salió desviado.

Lo mal que estaba jugando la Selección bien se pudo resumir con una jugada al 64’, cuando Zelaya conducía la pelota y prácticamente se marcó solo, para regalar el balón a los caribeños.

Pero Zelaya tuvo su revancha. Cuatro minutos después, con más coraje que fútbol, El Salvador logró llevar una pelota a la frontal del área de Santa Lucía; Monterrosa tocó en el área para Fito, y el de Los Ángeles FC marcó su tercer gol del año, con un puntazo de centrodelantero que le pasó a la par al meta Barclett. Su tanto 23 con Selección.

Faltaban 20 minutos y había que sufrir. A Santa Lucía no le quedó de otra que arriesgar. Y el recién ingresado Roserie casi anota al 76’, cuando entró como cuchillo en mantequilla entre la defensa nacional, pero Hernández tuvo su segunda gran tapada salvadora en el juego.

Fito tuvo en sus botines el gol de la tranquilidad al 84’, cuando controló con calidad un pase en profundidad de Darwin Cerén, pero su definición fue demasiado abierta. Fue su última acción en el juego, pues De los Cobos lo sacó para que entrara el contención Raúl Renderos (candado en la media); y ya estaba en el campo Juan Carlos Portillo, quien entró por un improductivo Óscar Cerén desde el 55’.

La ficha del partido.

Fue “Cabrita” el encargado de sellar el 2-0 definitivo, para que respirara la Selecta. Aprovechó un centro de Ibsen Castro desde la derecha, que pasó primero cerca de Pineda; paró la bola, tuvo tiempo para pensar dónde ponerla ante la lentitud rival, y la mandó a guardar.

Santa Lucía bajó los brazos. Se queda sotanera en el grupo, y le dice adiós a sus sueños de prosperar en Concacaf. En cambio, incluso jugando a nada en varios tramos de sus dos últimos partidos, El Salvador supo ganar 6 de 6 puntos, y toma aire. A corregir y seguir.