La Segunda Guerra Mundial a través del cine

El 1 de septiembre de 1939 comenzó la Segunda Guerra Mundial, un tiempo devastador que marcó la cinematografía. Conoce algunas de las películas sobre el hecho.

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Foto EDH / United Artists

Por EFE

2019-08-30 8:30:28

El enfrentamiento bélico fue el más devastador que ha conocido la humanidad hasta la fecha. Sin embargo, ha aportado al séptimo arte algunas de sus mayores obras maestras, varias de ellas rodadas en plena contienda.

La filmografía se podría considerar inabarcable, pues toca todos los subgéneros y categorías del cine: el drama casi documental, la tragedia descarnada, la narración romántica o la comedia más disparatada; desde la gran superproducción, hasta la modesta película de serie B.

LA CRUDA REALIDAD

En la guerra hay dos constantes inexorables: matar o morir, y entre ambas se sobrevive. Nadie mejor que Steven Spielberg o Richard Attenborough para explicarlo.

“Un puente demasiado lejos” (“A Bridge Too Far”, 1977). Larga (175 minutos), detallista hasta el manierismo y académica hasta casi lo perfecto. Con un reparto cuajado de estrellas, dirigida por el británico Richard Attenborough y basada en el libro homónimo de Cornelius Ryan, “Un puente lejano” presenta uno de los episodios más traumáticos de la contienda, la batalla de Arhem (17-25 de septiembre de 1944), el mayor desastre de los aliados tras el éxito de Normandía.

Foto EDH / DreamWorks

“Rescatando al soldado Ryan” (“Saving Private Ryan”, 1998). Probablemente, los 20 minutos iniciales más trepidantes, dramáticos y auténticos que se han rodado en una película de este género. Memorables momentos previos al desembarco, con los tipos vomitando o tiritando de miedo en las lanchas de asalto; las ametralladoras y los morteros alemanes barriendo todo lo que se mueve frente a ellos, los soldados despedazados o mutilados, el mar teñido de rojo… y cuando todo eso concluye, un pelotón recibe la orden de ir por el soldado Ryan, el único de los hermanos supervivientes de la guerra.

EL HONOR Y EL SACRIFICIO

“El gran escape” (“The Great Escape”, 1963). Producida y dirigida por John Sturges y protagonizada por un genial Steve McQueen, “El gran escape” recrea un hecho real: la fuga de un grupo de prisioneros aliados de un campo de internamiento alemán. Son casi tres horas de metraje que al espectador se le pasan en un suspiro; sin concesiones, sin retóricas, sin diálogos premiosos a base de plano y contraplano.

Foto EDH / Universal Studios

EL HORROR DE LOS PERSEGUIDOS

“La lista de Schindler” (“Schindler’s List”, 1993). Arropada por la banda sonora de John Williams, son casi 200 minutos de una crudeza extraordinaria, en blanco y negro, con la única salvedad del abrigo rojo de una niña y de la luminosa secuencia final. Spielberg hizo su particular homenaje a sus raíces judías con una remembranza de la mayor tragedia vivida por el pueblo judío en su historia.
Rodada en Cracovia, con una extraordinaria recreación del campo de exterminio de Auschwitz y llena de secuencias memorables, como la de la aniquilación del gueto, el cineasta hace un retrato completo de personajes, algunos de los cuales -como un genial Ralph Fiennes en su papel del oficial de las SS Amon Goeth- son la plasmación perfecta de aquello que la filósofa judía Hannah Arendt llamó “la banalidad del mal”.

Foto EDH / Constantin Film

LOS VENCIDOS. LA OTRA VISIÓN DE LA GUERRA

“La caída” (“Der Untergang”, 2004). Con Bruno Ganz en el papel de Adolf Hitler en el Berlín sitiado y arrasado de abril de 1945. Desquiciado ante la realidad que le rodea, lo mismo que sus acólitos, sus últimos soldados y generales y los últimos funcionarios que trabajaban a sus órdenes en aquella Cancillería convertida ya en el ejemplo vivo de la locura llevada al paroxismo destructivo.