En una improvisada conferencia de prensa montada por la Secretaría de Prensa de la Presidencia, en un pasillo del Aeropuerto Internacional Monseñor Romero, el cónsul de El Salvador en Monterrey, México, aclaró que los cuerpos de Óscar Alberto Martínez Ramírez y su hija, Angie Valeria Martínez Ávalos, están siendo repatriados vía terrestre, desde el estado de Tamaulipas, en la frontera mexicana con Estados Unidos hasta San Salvador, ambas ciudades a casi 3 mil kilómetros de distancia.
Rafael Rosales, el cónsul, aclaró que la repatriación vía terrestre era la manera más rápida de traer al país los cadáveres de los dos salvadoreños, que murieron ahogados el pasado domingo cuando intentaban cruzar el río Bravo hacia Estados Unidos. Traer los cuerpos por vía aérea hubiera tardado mucho más tiempo debido a las políticas de manejo de carga de las líneas aéreas, explicó el funcionario.
La conferencia de prensa tuvo lugar minutos después de que Tania Vanessa Ávalos, esposa y madre de Óscar y Valeria, llegara en un vuelo procedente de México.
Junto a Tania también vino Milton de Jesús Paredes, quien el domingo acompañaba a Tania, a Óscar y a Valeria en su intento por cruzar la frontera hacia Estados Unidos y entregarse a las autoridades estadounidenses de migración para solicitar refugio, según indicaron parientes de las víctimas, acá en El Salvador, horas después de que les informaran sobre la tragedia.
El mismo día de redadas masivas
Tania y Milton llegaron el mismo día en que diversos medios informativos dan cuenta de que más de 450 inmigrantes han sido detenidos en múltiples redadas antiinmigrantes que autoridades mexicanas han realizado, mayormente, en Chiapas y Veracruz.
Las noticias dan cuenta que docenas de inmigrantes, entre los que hay guatemaltecos, hondureños y salvadoreños, fueron capturados cuando “La Bestia”, como se les conoce a los trenes de carga que suelen abordar los inmigrantes, fueron interceptados por policías, militares y agentes de migración de México. Muchos trataron de escapar saltando de los vagones y corriendo hacia los montes.
Veracruz es otra de las ciudades donde las autoridades mexicanas capturaron a unos 270 inmigrantes, a quienes encontraron en hoteles y otros inmuebles donde eran hospedados por redes de traficantes de personas.
Tania no habló
Tania y Milton llegaron a El Salvador a las 2:00 p.m. en un vuelo de la aerolínea Interjet. De inmediato la joven fue llevada al lugar donde se realizaría la conferencia de presa. La acompañaron el cónsul Rafael Rosales y el vicecanciller para atención de salvadoreños en el exterior, Mauricio Cabrera.
Tania estuvo de pie el tiempo que duró la conferencia de prensa. En su presencia, Cabrera exhortó a los salvadoreños a no emigrar de forma irregular (ilegal).
“No pongan en riesgos sus vidas, ni confíen en traficantes de personas que muchas veces no cumplen sus promesas”, dijo Cabrera.
Tania y su familia emigraron el pasado 3 de abril, de manera ilegal, y sin pagar a ningún traficante de personas, según ha dicho su familia. Ya estando en México solicitaron refugio y obtuvieron una visa humanitaria para permanecer en ese territorio mientras las autoridades mexicanas resolvían la solicitud de refugio.
Mientras el vicecanciller hacía esa exhortación, de no migrar de manera irregular, Tania era fotografiada por decenas de periodistas que desde hacía muchas horas habían llegado al aeropuerto en espera de que llegaran los cuerpos.
Tania no dijo nada. Su rostro joven lucía cansado y mientras escuchaba al vicecanciller, su mirada permaneció fijada en el piso.
Una vez que terminó la conferencia, desandaron los pasillos del aeropuerto por donde habían llegado.
Los funcionarios también afirmaron que, además de brindar apoyo económico para el traslado de Tania y Milton hacia El Salvador y para la repatriación de los cuerpos, también le han dado asistencia médica y psicológica a la joven.
Tania, Óscar y Valeria emigraron de la residencial Altavista, en el municipio de San Martín, tratando de encontrar un país que les ofreciera un mejor futuro como familia.
De acuerdo con sus familiares, ellos tenían poco más de dos meses de permanecer en un albergue para migrantes en la ciudad de Tapachula pero al ver que los trámites de petición de refugio tardaban y el temor a que las condiciones para migrantes en México se agravaran, la tarde del pasado domingo decidieron cruzar el río Bravo, sin pensar que la tragedia los acechaba.
Los cuerpos de Óscar y Valeria fueron encontrados al siguiente día, como a dos kilómetros río abajo de donde Tania los vio luchar por su vida.
Esta joven pareja residía en Altavista y emprendieron el peligroso viaje hacia Estados Unidos en un afán de salir de la pobreza, ya que si bien trabajaron en restaurantes sus ingresos no eran suficientes para vivir dignamente.