La Policía registra 700 denuncias de hurtos cada mes

Las personas mayores de 61 años son las principales víctimas de este tipo de robos, que triplican a los asaltos armados.

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La zona aledaña a Sertracen y Metrocentro se ha vuelto propicia para quienes rompen vidrios o vulneran las chapas para hurtar objetos de automóviles. Foto EDH / Yessica Hompanera

Por Jaime López

2019-12-15 6:00:50

Un total de 47,638 salvadoreños fueron víctimas de hurtos en El Salvador en los últimos cinco años y siete meses, eso equivale a que cada mes 700 personas acudieron a la Policía a interponer una denuncia tras ser despojados de bienes, artículos personas o dinero.

La cifra es parte de un informe estadístico de este delito del 1 de enero de 2014 al 31 de julio de 2019, ofrecido por la Oficina de Acceso a la Información Pública de la Policía Nacional Civil a petición de El Diario de Hoy.

De acuerdo con la academia, hurto es un “delito contra la propiedad, la posesión o el uso, que consiste en el apoderamiento no autorizado de un bien mueble ajeno, con ánimo de lucro, sin fuerza en las cosas ni violencia en las personas”, según una de las definiciones generales que tres jóvenes exponen en su tesis de graduación de la Universidad de El Salvador en Oriente, realizada entre mayo de 2006 y mayo 2007.

Según la Policía, este delito ocurre en cualquier momento y lugar en establecimientos comerciales, vehículos particulares, transporte colectivo o residencias entre otros y donde el objetivo es tomar un bien que no le pertenece, sin causar mayor problema a la víctima.

En el transporte público este ilícito a menudo suele suceder cuando el delincuente extrae sigilosamente una billetera de un pasajero o extrae un celular de una cartera de una dama u otro objeto de valor sin que ella se entere. Sucede lo mismo en residencias o vehículos cuando las puertas son abiertas y saqueadas sus pertenencias.

Anciana especialista en hurto

El Diario de Hoy publicó el 17 de junio, un caso de una señora de 60 años que se dedicaba a “bolsear” a pasajeros del transporte público cuando abordaban las unidades en distintos lugares de San Salvador, aunque también las ubicaba en sitios fuera de la capital. La descripción física que dan de la mujer es la misma: tiene más de 60 años, pelo canoso, usa delantal y un bolso para ocultar los objetos que va despojando a sus víctimas.

De acuerdo con las víctimas en redes sociales, la mujer aprovechaba el tumulto de pasajeros cuando suben o bajan de los buses para meter su mano. Una ofendida relató que a ella le sacó el celular, pero el cable del cargador del mismo la delató.

“Yo me subí en una unidad de la R-52 en plaza Salvador del Mundo, e iba a Galerías; se subieron dos mujeres, una viejita y la otra cincuentona; como vi que adelante me costaría bajar, me fui atrás, yo que doy vuelta; y siento un jalón, yo qué me volteo y ¡veo mi cartera abierta!”, relato Lupita Avelar.

Pero con lo que no contaba la carterista, dice la joven, es que su teléfono celular iba conectado a un cargador portátil, por lo que el cable había quedado expuesto y le siguió el rastro. “Me voy siguiendo el cable hasta dar con mi teléfono, el cuál iba en el bolso de la viejita que se hacía la de los panes -disimulada”, relató.

Para que los demás usuarios del transporte colectivo no se confíen, Lupita describió a la ladrona: tiene unos 60 años, de pelo blanco, calzaba yinas -sandalias de hule- y tenía apariencia de campesina.

Según los cibernautas, esta señora ha sido vista en la parada de la R-41 sobre la Primera Calle Oriente cerca del mercado Ex-Cuartel. “Acostumbra ubicarse atrás de los que se van a subir al bus pero ella no se sube. Me llamó la atención y le comenté a un vendedor sobre eso y me respondió: esa viejita es ladrona, échate la manta (observa) papá”, relata una testigo.

De acuerdo con el informe, mensualmente las autoridades tramitaron 702 casos por mes, un equivalente a 23 casos por día.

El comportamiento anual de este flagelo a partir del 2014 a la fecha refleja una disminución, siendo 2014 el año en que más casos sucedieron, una cifra que descendió en más de 1,700 casos por año.

Pero los que no escaparon, el sexo más afectado por los hurtos es el masculino con un total de 23,954 casos, equivalente a la mitad de los hurtos. Entre tanto 12, 821 mujeres, ( 27 %) fueron víctimas.

Después de San Salvador, la Policía registra este delito con más frecuencia en La Libertad, Santa Ana, San Miguel y La Paz, en ese orden, (ver gráficas adjuntas).

Todos los días son frecuentes los hurtos pero se cometen más los lunes y martes, sobre todo entre las 8:00 a.m. y 12:00 del día, a diferencia de los asaltos a mano armada que predominan entre las 1 pm y las 4 de la tarde.

Una de las formas más comunes de hurtos se dan en los buses del transporte colectivo. Los ladrones suelen andar en grupo de tres a cuatro personas.

Al igual que los robos, los hurtos afectan más al sector productivo del país: empleados, agricultores y personas que se dedican a los oficios domésticos.

Recientemente, un conductor denunció en su cuenta de Facebook que mientras realizaba unos trámites en Sertracen (empresa legalizadora de vehículos) en San Salvador, los delincuentes le abrieron el vehículo, le llevaron el equipo de sonido y la estructura en que iba montado, así como la guantera, el asiento del copiloto e intentaron llevarse el asiento trasero, se lo dejaron destrabado.

El Diario de Hoy realizó un recorrido por la zona y pudo verificar la vulnerabilidad en la que se ven los usuarios que no dejan su vehículo en el parqueo oficial de la empresa legalizadora.

La víctima relató su experiencia en redes sociales y en respuesta las autoridades policiales realizaron una serie de registros en la zona que terminaron en capturas como resultado de la denuncia.

 

Los bienes que más hurtan

Pero, según los registros policiales qué es lo que más hurtan en El Salvador?

En las casas, dice la Policía que son aparatos electrónicos como televisores, computadoras, y luego joyas.

En lugares públicos como avenidas o pasajes, parques o en los buses; la delincuencia sustrae celulares, documentos y dinero. En todos estos casos los delincuentes hace uso de su experticia para despojar a la víctima sin que se de cuenta, aprovechando los descuidos.

Un análisis del comportamiento de los hurtos durante el 2018 reveló, que la tasa mayor de ese delito (o el impacto social que tienen estos hechos) por cada diez mil habitantes fue, en San Salvador con 50 casos, seguido de Cinquera, en Cabañas con 49, San Luis del Carmen, en Chalatenango con 46, y Antiguo Cuscatlán, en La Libertad con 46 casos.

En los centros comerciales, los objetos que los delincuentes más sustraen de carros o que despojan en los despistes de las víctimas son, dinero, tarjetas, automóviles y computadoras portátiles.