Guardianes de Tapalhuaca: Intentan que el COVID-19 no llegue a su pueblo
Cinco trabajadores de salud se esfuerzan por evitar que la pandemia del COVID-19 llegue al casco urbano y cantones del municipio de Tapalhuaca, en el departamento de La Paz. Las técnicas y procesos de prevención son sus principales armas.
Tres promotores de salud, una enfermera y un doctor están decididos a no permitir que el COVID-19 llegue al pequeño pueblo de Tapalhuaca, en el departamento de La Paz.
Día a día, desde que se establecieron las primeras medidas de emergencia en El Salvador, salen de sus hogares con la convicción de recorrer los cuatro cantones del municipio para asegurarse que no haya flanco débil, en el muro de contención que construyen con información y capacitación.
Su estrategia es que cada habitante de las comunidades entienda las implicaciones y consecuencias del contagio por COVID-19, además del proceso que sigue el virus para propagarse con rapidez. Recorren a pie varios kilómetros con la bandera de la prevención como estandarte.
“Nuestra filosofía es ayudar al pueblo”, expresa Carlos Casco, presidente de la Asociación de promotores de salud de El Salvador. “La labor preventiva es una labor titánica”, agrega y hace referencia a que en la prevención se encuentra la mejor arma para combatir al nuevo virus.
Blanca Rivera, promotora de salud desde hace tres años, también está convencida en que el trabajo que desempeñan ella y su compañeros es la punta de lanza que conseguirá que el número de contagios no se dispare en el país. “Es valioso llevar el mensaje y más cuando la población comprende su importancia”, dice.
Ella destaca que la labor de los cuerpos de salud que dan respuesta a esta emergencia no es fácil. Primero, deben enfrentarse a estar en riesgo de contagio. Segundo, a largas y extenuantes horas de trabajo y, por ello, a permanecer días y noches lejos de sus hogares, familias y seres queridos.