La ONU reprueba política migratoria de EE. UU. y México

México alcanzó en junio un acuerdo con Estados Unidos para endurecer su política migratoria -que incluyó el despliegue de militares en las fronteras- con el fin de evitar una probable guerra comercial con la Administración Trump.

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Las familias, en su mayoría de América Central, esperan ser transportadas a un centro de procesamiento de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU., después de cruzar el Río Grande desde México. AFP.

Por Agencias

2019-09-13 2:35:21

Al menos 35,000 solicitantes de asilo fueron bloqueados en zonas fronterizas de México en lo que va de año, y aumentaron las detenciones y deportaciones de migrantes tanto en ese país como en Guatemala y Honduras, denunció la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet.

“Las políticas actualmente en marcha en Estados Unidos, México y varios países centroamericanos ponen a muchos migrantes en peligro de sufrir violaciones de derechos humanos y abusos”, afirmó la alta comisionada.

Bachelet subrayó que estas políticas podrían violar los derechos de colectivos vulnerables como los menores de edad, en un momento en el que “niños migrantes continúan siendo recluidos en centros de detención de Estados Unidos y México”, al tiempo que Washington considera cambios legales para permitir que estas detenciones sean permanentes.

De hecho, el Tribunal Supremo estadounidense le dio un espaldarazo a las políticas migratorias del presidente estadounidense Donald Trump, al aprobar que los migrantes que lleguen a otro país no podrán pedirle asilo a Estados Unidos.

“En EE. UU., una nación construida a base de recibir migrantes, recientes medidas han reducido su protección, lo que me preocupa profundamente, especialmente la continuada separación de niños migrantes de sus padres”, criticó la expresidenta chilena.

Bachelet también aseguró que el endurecimiento de las políticas migratorias en la región no detendrá el movimiento de familias que huyen de problemas causados por la inseguridad, la corrupción o las consecuencias del cambio climático, sino que abocará a muchos a emprender rutas más peligrosas.

En ellas “podrían exponerse a la violencia física y sexual” y caer en manos de redes de tráfico de personas, advirtió la alta comisionada.

México alcanzó en junio un acuerdo con Estados Unidos para endurecer su política migratoria -que incluyó el despliegue de militares en las fronteras- con el fin de evitar una probable guerra comercial con la Administración Trump.

Según datos del Instituto Nacional de Migración mexicano, este año ha habido una reducción del 56 % en el flujo migratorio, y se deportaron en lo que va de 2019 más de 100,000 indocumentados, más de la mitad de ellos en los tres meses transcurridos desde el acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos.

El canciller mexicano Marcelo Ebrard defiende el acuerdo alcanzado con el gobierno de Trump.

El periódico español El País dice que la Cancillería mexicana defiende que su gestión de los ataques de Trump ha sido exitosa y justifica el endurecimiento de su política migratoria como un ajuste apegado a sus propias leyes e interés nacional.

“Ebrard mandó el mensaje de una contención eficiente y de responsabilidades compartidas  hacia EE UU, pero insistió en el apego a los derechos humanos y las pocas denuncias que se han presentado al respecto para contrarrestar las críticas en el interior del país”, dice El País.

“Las políticas de tolerancia cero no cortarán de raíz los factores que empujan a la gente a salir de su país”, ha enfatizado Bachelet.

Sus declaraciones marcan el tono de la crítica en torno al nuevo pacto migratorio entre México y EE. UU., pero dan cuenta de lo que está detrás: cientos de miles de personas en tránsito hacia Estados Unidos.