La libertad de prensa y la falta de libertad en las noticias
“El Congreso no hará ley alguna con respecto a la adopción de una religión o prohibiendo el libre ejercicio de la misma; o que coarte la libertad de expresión o de la prensa, o el derecho del pueblo para reunirse pacíficamente, o para solicitar al gobierno la reparación de agravios”. Texto de la Primera Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos (1783).
Introducción
Se asume que Estados Unidos goza de una prensa libre, con las protecciones de la Primera Enmienda a la Constitución. Pero el autor que vamos a examinar toma como misión propia la de enseñarnos que la libertad de expresión —de hablar— por sí misma, no es suficiente para producir una prensa libre. Su tesis es la de ayudarnos a entender las crisis que achacaron a la prensa a través de los años, tales como la consolidación corporativa de los medios y los servicios de comunicación y el secretismo de un estado que está comprometido con la seguridad nacional. Finalmente, el libro incluye una mirada sobre el decaimiento que en Estados Unidos ha tenido el periódico impreso en papel.
Invocando a la historia, debemos repasar varios textos ingleses radicales que los colonos trajeron consigo cuando emigraron desde Inglaterra hacia las Trece Colonias, en la costa oriental del continente americano, durante el siglo XVIII en medio de sus guerras de religión (que los ingleses denominaron la Guerra Civil). Benjamin Franklin tomando prestado de los documentos ingleses escribió sobre el derecho a la libertad de prensa (aunque Franklin vivió un buen rato en Inglaterra) cuando se dio el proceso colonial por difamación en la prensa contra Peter Zenger (1735) y, más tarde, aparece otro documento sobresaliente sobre la prensa: On Liberty de John Stuart Mill (1859).
Entre estos pensadores, escritores, filósofos y publicistas tenemos, en primer lugar, a John Milton, quien, en su Areopagítica: Un discurso al Parlamento de Inglaterra sobre la libertad de impresión sin censura (Areopagitica, or, a speech for the liberty of unlicensed printing to the Parlament, 1644), un tratado en prosa presentado en medio de la guerra religiosa conocida como la Guerra Civil Inglesa (1642-1651). En este discurso ante el Parlamento, en su función de Secretario de Lenguas Extranjeras para Oliver Cromwell, general puritano al mando del New Peoples´Army, Milton argumentó para abolir la necesidad de pedir (léase, comprar con dinero o tráfico de influencias) una licencia al rey antes de imprimir cualquier documento —hasta ese momento si era otorgado el derecho de imprimir se colocaba en primera plana la frase cum privilegio regis (con el permiso del rey). Abolida la necesidad de pedir permiso al rey, los puritanos procedieron a ejecutar el rey católico de Inglaterra, Carlos I, en 1649.
Así quedó garantizada la libertad de prensa y expresión para los puritanos, pero, como la Guerra Civil Inglesa era una guerra religiosa entre los cavaliers (católicos) y los roundheads (puritanos), que estos últimos ganaron, el derecho de libertad de prensa y expresión no fue otorgado a los católicos ingleses (y, de hecho, Milton no argumentó en su discurso a favor de ellos). La Areopagítica es el documento que sirvió como base para los colonos puritanos del Massachusetts Bay Colony y los otros territorios en el Nuevo Mundo.
En fin, después de Milton, los colonos celebraron la libertad de prensa y expresión como un derecho y no solo como la ausencia de la censura por parte del gobierno. De hecho la doctrina de Milton fue coronada en América, hasta hoy en día, con el epíteto de “la filosofía clásica y liberal” —y exclusiva—, sin par, del siglo XVIII, sin embargo, incapaz de preservar el libre flujo de información (noticias) al público. En la actualidad, la Areopagítica sigue siendo estudiada como base de la libertad de prensa en las universidades de Estados Unidos y como un documento de suma importancia incluso para la argumentación frente a la Corte Suprema de Justicia. Los razonamientos de Milton son para los puritanos la evidencia sine qua non para la libertad de prensa y de expresión.
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Ahora, desde aquí, hasta el final, este artículo consistirá en una recensión del libro de Sam Lebovic, Libre expresión, falta de libertad en las noticias. La paradoja de la libertad de prensa en América (Free Speech, Unfree News. The Paradox of Press Freedom in America. Harvard University Press, 2016). Lebovic es profesor de periodismo en George Mason University.
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Pasando por todas las complejidades del New Deal y Franklin Delano Roosevelt, Lebovic llega a la Guerra Fría en EE.UU. después de la Segunda Guerra Mundial en el siglo XX. Lebovic nos ofrece la aseveración que durante este período, no había interferencia gubernamental en la prensa, pero tampoco había garantía de que los periódicos iban a tener acceso a la información en poder del gobierno por razones de seguridad nacional y de estado. En ese escenario, afirma, no hay separación entre las noticias y el derecho a la expresión libre. Es decir, el derecho a una prensa libre era sinónimo del derecho individual a la expresión libre, pero no garantizaba el flujo de noticias fidedignas desde el quehacer del gobierno hacia el público. Además, John Stuart Mill, escribió en 1851 en On Liberty acerca de la “imposibilidad de separar la libertad de hablar de la libertad de escribir”.