La economía gig, una tendencia que crece en el mercado laboral

Los trabajos ‘gig’, ya no son parte del futuro del mercado laboral como se mencionaba hace unos cinco años atrás; hoy son parte de la realidad diaria. En general, son todos aquellos empleos independientes basados en plataformas digitales.

descripción de la imagen
Foto/ Shutterstock

Por Guadalupe Hernández

2019-11-19 6:00:18

Cuando el reloj marca las 5 de la mañana, G. Tejada se conecta a la plataforma de transporte para ofrecer sus servicios de conductor. El joven padre de familia regresa a casa a las 11 de la noche, sin conocer a ciencia cierta quién es su jefe y sin ningún tipo de prestación laboral. Sin embargo, es el único medio que por el momento le genera ingresos para su familia.

Sin saberlo, este trabajador independiente es parte de los miles de conductores privados que esa plataforma tecnológica posee en el mundo, la cual a su vez, forma parte de la llamada economía ‘gig’ o economía colaborativa, una tendencia que crece año con año a nivel global.

Según el Foro Económico Mundial, los empleados ‘gig’, entre los que hay cada vez más millennials, trabajan por horas o días, sin que necesariamente exista un contrato.

Los trabajos ‘‘gig’ mayormente demandados, abarcan desde aquellos que ofertan servicios de transporte, domicilio o dormitorio, servicios médicos, de limpieza y hasta jurídicos.

“Hoy en día millones de trabajadores de todo el mundo ofrecen su servicios a través de plataformas digitales, en sectores tan diferentes como análisis financiero, programación de páginas webs, diseño gráficos, servicios de productos a domicilio , todo ello a través de una aplicación de celular, todo a un golpe de click”, sostiene Mariano Bosh, especialista de la división de mercados laborales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el informe: El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe: ¿Una gran oportunidad para la región?.

Lo que ha hecho posible estas nuevas formas de trabajo son las tecnologías de intermediación que permiten reducir el costo entre oferentes y demandantes.

Estas nuevas tecnologías traen consecuencias importantes para la humanidad, entre los que destacan aspectos negativos y positivos.

Entre los negativos se ha mencionado, por ejemplo, que los trabajadores se enfrentan a jornadas prolongadas, no tienen un contrato estable, seguros médicos ni contribuciones para sus pensiones.

Sin embargo, también hay aspectos positivos, como eficientizar el capital de trabajo. “Este tipo de tecnologías pueden ser aliadas para resolver uno de los grandes problemas que afrontan los mercados laborales de la región, como es la informalidad, principalmente porque permiten la digitalización de los ingresos de los trabajadores que antes eran informales, ahora ellos ofrecen servicios y bienes y tienen cuentas bancarias”, comentó.

Desde la perspectiva del empleador, las relaciones contractuales no se forjan bajo los mismos términos de compromiso que se adquieren en los modelos laborales tradicionales.

Ivo Correa, director de política pública de Uber para América Latina sostiene que la economía ‘gig’ es parte de una tendencia más amplia que está cambiando los mercados laborales en todo el mundo.

“El desafío que tenemos como sociedad consiste en combinar aspectos positivos como la flexibilidad y autonomía de los trabajadores, al mismo tiempo tenemos que asegurarnos que al margen del trabajo que estén haciendo las personas, tengan la protección social que necesitan”, añade Correa.

Más allá de lo temporal

El concepto ‘gig’ hace referencia a los trabajos temporales, que a diferencia de conceptos convencionales como emprendedor, independiente o freelancer, se distingue por ofertar servicios que integran el uso obligatorio de la tecnología.

El concepto reafirma la tendencia de los mercados laborales a la integración de los avances tecnológicos, diferenciándose marcadamente de los mercados laborales tradicionales.

En América Latina, a pesar de las limitaciones de la tecnología relativo a otras regiones, la economía ‘gig’ reporta una tendencia muy similar a las del norte de América y Europa, sostiene el Indice Economía ‘gig’ (abril 2019).

La doble cara del ‘gig’.

Las afirmaciones apuntan a que el mercado laboral ‘gig’ es un paliativo en el mundo profesional moderno, sin embargo, no se debe discriminar que es un esquema laboral con retos y riesgos que pueden significar altas exposiciones a la baja que impactan en la vida del profesional, en las empresas e incluso en la administración pública del estado.

Como profesional, el ‘gig’ no goza de una seguridad en términos salariales, no acumula beneficios que se perciben en una economía formal, no es sujeto de crédito y por lo general no goza de protección social, como bien lo ha explicado el BID.

Oportunidad en mercados inciertos

La tendencia a ser ‘gig’ se atribuye básicamente a factores como la flexibilidad laboral, mejor fuente de ingresos y por ende mejor calidad de vida, que pueden llegar a obtenerse lejos de la subordinación en el mundo corporativo.

Sin embargo, hoy día la desaceleración económica en el ámbito mundial como regional y la incertidumbre de la estabilidad de los mercados juega un papel importante como promotor a esta tendencia.

Tal como lo reafirman los informes de perspectiva económica mundial -último trimestre 2019- la economía mundial se estima crezca 3% al cierre 2019 equivalente a 6 puntos porcentuales por debajo del 3.6% reportado al cierre 2018.

Los último 19 meses – 2018 a la actualidad– han sido escenario de eventos en el ámbito internacional que empañan la libertad de los mercados, base para las oportunidades que promueven la globalización.

Los efectos adversos se observan en el comercio internacional, afectado por las disputas China-Estados Unidos. De acuerdo a las estadísticas, en términos de volumen el comercio se redujo 1% en el primer semestre 2019, la cifra más baja desde el período 2012.

Enmarcado en este contexto de limitaciones a la salud económica, el ‘gig’ supone un abanico de oportunidades no solo para el empleado sino también para los empleadores, primordialmente de los sectores citados, que buscan reducción de costos.